Capitulo 23: preocuopaciones y encantos

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Estaba nerviosa de lo que me podría decir eran tantas las posibilidades y todas rondaban por mi mente con el nombre de yesid en ellas

-Bueno Dime de que se trata- le dije a mi padrino curiosa
-Como sabrás liz, no tengo hijos y tú eres mi única heredera- dijo viéndome a los ojos
-Ah no entiendo a que va esta conversación.. ¿Paso algo?
-No, aún no  tranquila, solo quiero dejarte claro esto, sé qué te esfuerzas mucho por hacer bien tu trabajo y lo haces excelente cariño
-Pero..hay algo mas verdad?
-Sí, como siempre eres astuta- esbozo una pequeña sonrisa
-Quiero que desde ahora te hagas cargo de la empresa, quiero que te capacites y demuestres de lo que eres capaz
-Pero padrino es muy pronto para eso ¿no creés?
-No querida considero que es lo mas favorable además quiero contarte algo más
-¿Otra cosa?
-No trabajaras tú sola, el caballero Jones estará trabajando contigo y capacitándose también, su familia hizo un gran aporte a la empresa con el cuál, los dos estarán a cargo así que espero que se lleven bien porqué desde ahora pasaran mas tiempo juntos
-Yo..tratare -fue lo único que alcance a decir mientras procesaba todo
-Bueno cariño, eso era todo no te preocupes -Me dijo con una sonrisa en el rostro

Salí de su oficina y me dirigí  a la mía aun no podía creer esto, tener que pasar mas tiempo con él y tener que manejar la empresa eso no lo vi venir, lo mas curioso es que la vida se estaba encargando de acercarme mas a él y no sabia si quería que eso pasará o no, una gran parte de mí quería que así fuera pero otra no quería, no quería volverme a enamorar es decir si el me atrae pero enamorada..¿yo estaba enamorada? Aun no lo sabia y tenia que averiguarlo

-hey liz! Ya casi es hora de salir, no te quedes hasta tarde como siempre - Me dice Koral
-Sí ya se! No te preocupes ya casi salgo
-Bueno, nos vemos mañana señorita
-Nos vemos -dije despidiendome y cerrando la laptop

-Que día tan agotador -dije para mí
-Ni que lo digas, hoy estuvo muy cansado -respondió alguien en la puerta
-¿Que haces aún aquí?
-Pues ya me iba pero vi que estaba alguien en tu oficina y entre a verificar que estuviera todo en orden
-Si no te preocupes estoy bien
-Bueno..pero Dime liz que hacías aún aquí, ya es tarde
-Terminaba de hacer unas cosas que me faltaban, ya iba de salida -dije forzando una sonrisa
-Hey! Esta todo bien? Te ves pálida
-Estoy bien -dije levantándome de la silla

Al momento de hacerlo sentí perder el control de mi cuerpo y desvanecí, cuando recupere conciencia yesid me tenia entre sus brazos con cara de preocupación
-Hey! Niñata despierta!
-¿que paso? -pregunte confundida
-Te desmayaste - me dice viéndome preocupado y tocándome la frente
-Estoy bien tranquilo- dije tratando de calmarlo pero creo que lo enojo mas
-Liz por favor! Estas ardiendo en fiebre, te desmayas y dices que estas bien? No señor ahora mismo nos vamos para el medico
-Disculpa?! Quien te dio esa autoridad, estoy bien solo necesito descansar es todo
-No! Y no me discutas, estas mal y tienes que cuidarte
-Ahs eres un necio -dije con el ceño fruncido
-Y tú eres una terca niñata - dijo mientras me cargaba sonriente
-Sabes que no tienes que cuidarme verdad?
-Lo se, pero quiero hacerlo así que no discutas
-Esta bien, dije recostándome  en su pecho respirando su aroma

Me quede dormida mientras el me llevaba, me sentí tan cómoda con él, que no dude en dejar que me cargara y su olor..cielos su olor era magnífico, ese perfume que tenia, lo suave de su cabello y lo delicado que era conmigo, pero me desperté cuando sentí un golpe, el auto había frenado de una manera tan violenta que me hizo abrir los ojos al instante y despertar de ese sueño

-Auch! Que paso?
-Liz! ¿Estas bien? Lo siento un auto se atravesó y me desvíe del camino
-Ahh, estoy bien tranquilo, me duele la cabeza pero me siento mejor
-¿estas segura? -dijo tocándome la cara y su rostro cambio rápidamente
-Cielos! Estas peor, vamos a medico por favor
-Yo..esta bien -Estaba dispuesta a negarme pero después de ver sus ojos y su cara de preocupación no pude hacerlo

Fuimos al medico y no dijeron gran cosa que la recaída que tuve fue por el estrés generado y que debía guardar reposo también que mis defensas estaban algo bajas pero que lo demás estaba bien, yo no me preocupe para nada pero yesid fue todo lo contrario

-Oye enserio no tienes porqué traerme a mi casa, puedo tomar un taxi
-Nel, yo te traigo y punto, me encargare de cuidarte hasta que te mejores
-Pero si no tengo nada- dije haciendo un puchero el cuál él solo me observo y sonrió
-Eres necia no cambias niñata
-Tu tampoco así que estamos a mano
-Esta bien, pero que te quede claro que de ahora en adelante seré tu enfermero -dijo divertido
-Puff estas loco si crees que te dejare entrar a mi casa
-Eso dices, pero tengo mis métodos señorita Evans -dijo acercándose a mi de manera que me hizo poner nerviosa, él notando eso de acerco mas
-Eso digo y así será -dije intentando sonar segura y ocultar mis nervios pero no pude evitar sonrojarme al ver su cara a centímetros de la mía
-ya veremos señorita -dijo mientras dio un beso en mi frente y se fue con una sonrisa triunfal

Me enamore de mi enemigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora