Capítulo 7

42 1 1
                                    

Pasamos toda la tarde tocando música. Me quedé alucinado con la forma en la que tocaba la batería, se notaba que realmente disfrutaba de hacerlo y que era su pasión. Lo hacía de una manera perfecta, como nunca antes había visto. Me encantaría poder regalarle una batería de verdad.

-Es tarde Josh, en serio no quiero pero debo irme a casa. -Le dije triste, no quería irme, era la mejor tarde que había pasado en mucho tiempo.

-Tranquilo, no pasa nada, déjame acompañarte, está muy oscuro.

Se puso la chaqueta y cuando íbamos a irnos un chico con gafas y pelo rizado nos saludó.

-¡Hey! Tú debes de ser Tyler, el chico del que Josh me habló -¿Josh le había hablado de mí? -Yo soy Jordan, su hermano, encantado.

-Encantado Jordan. -Le di la mano.

Noté cómo Josh se sonrojó.

-¿No quieres quedarte a cenar, Tyler? -Me preguntó.

-Hoy llevo prisa, disculpa, otro día. -Le sonreí tímido.

-Está bien, adiós chicos.

-Tu hermano es muy agradable. No estoy acostumbrado a que me hablen tan bien.

-Me alegro de que te cayera bien Ty, que te hablen así es lo que te mereces. Aunque me muero de vergüenza. -Se volvió a sonrojar.

-¿Por qué? -Le pregunté riéndome.

-Porque ahora ya sabes que hablo de ti.

Sonreí.

-¿Y de qué hablaste? -Nunca me había sentido tan especial para nadie.

-De que gracias a ti soy feliz de haberme mudado, tienes algo especial, Ty.

-En verdad, no sé de dónde vienes, ¿quieres contarme por qué te mudaste?

-Yo vivía en un pueblo cercano a este. Allí tenía amigos pero sólo podía contar con ellos para divertirme. Solíamos salir mucho de fiesta, yo siempre amé hacer eso, pero este último año las cosas cambiaron, empecé a no sentirme tan cómodo con gente a mi alrededor. Mi psicólogo me dijo que tenía ansiedad. Mis amigos muchas veces no pudieron comprender ésto y me obligaron a salir a fiestas sin que yo aceptara. A veces me gustaría poder salir y divertirme como antes hacía, pero me cuesta mucho.

-Lo siento mucho, Josh. -Le dije triste. -En serio me encantaría ayudarte, aquí la gente organiza fiestas casi todos los viernes, iría contigo para ayudarte y que pudieras divetirte, pero nunca fui a una fiesta, aquí no creo que sea muy bienvenido en las fiestas.

-¿Sabes qué, Ty? -Su tono de voz cambió por completo.

-Este viernes iremos juntos a la fiesta, y nos ayudaremos mutuamente. Qué importa lo que la gente piense. ¿Quieres?

-Sí, Josh.

Realmente es algo que me daba mucho miedo, estar rodeado de gente que me odia y de alcohol no es algo que me emocionara mucho. Pero ya tenía casi 18, realmente solo me faltaban unos meses para cumplirlos, ya iba siendo hora de que saliera. Además, por fin tenía un amigo con el que salir. Ojalá no solo fuera un amigo.

Llegamos a la puerta de mi casa y me dio un beso en la frente.

-Hoy fue el mejor día, Ty. Me encantó despertar contigo y pasar la tarde contigo haciendo lo que nos gusta.

-Lo mismo digo, Josh. -Me volví a poner rojo como un tomate.

-Cuídate mucho Ty, ya sabes a lo que me refiero. Sí necesitas ayuda o dudes en pedírmela. -Me dio un papel con su número de teléfono.

No sabía cómo despedirme, así que solo le sonreí y entré a casa. Por primera vez en mucho tiempo volví a casa con una sonrisa enorme.

-¡Ey guapo!, ¿de dónde vienes tú tan alegre? -Dijo mi hermano, Zack.

-He quedado con un nuevo amigo. -Le dije, tratando de ocultar la sonrisa tonta que tenía.

-¿Un amigo?

-Sí, Zack, sé que es imposible pensar que podría tener amigos, pero resulta que tengo uno. - Le dije un poco molesto.

-Oye que no lo decía de mala manera, tío, lo siento. -Me dijo Zack.

-Lo siento, tienes razón, lo malinterpreté.

Estaba tan acostumbrado a que la gente se riera de mí por no tener muchos amigos que creí que él también lo hacía.

Mientras estábamos cenando mi madre me hizo miles de preguntas sobre cómo me había ido la tarde. En el fondo, lo entendía, estaba emocionada por verme contento por primera vez en mucho tiempo y sé que eso le hacía feliz.

Terminé de cenar muy rápido solo para coger el móvil y escribirle un mensaje. Tras pensar durante al menos quince minutos qué podía decirle decidí escribirle: "hola Josh, soy Ty:)".

Después de enviarle el mensaje apagué el teléfono para no parecer muy desesperado y atento, pero a los cinco minutos volví a encenderlo, no aguantaba las ganas de ver si me había respondido.

"Hola, Ty, tu mensaje me alegró la noche" decía su mensaje. No podía creerlo.


































Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 30, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

friend please (joshler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora