1,

1.1K 49 11
                                    

El sol comenzó a ser más potente y a entrar por la ventana de la sala. La profesora, como cada día a las 13:50 nos hablaba de lo fantástico que era filosofía. Discrepo. Suena la campana y una vez más creo que me libro de este absudo infierno al que volveré mañana. Taquillas abiertas, pasillos abarrotados.. Sin embargo, al fondo veo como sube y baja el volumen rojizo de su pelo. Veo cómo de vez en cuando se gira y ríe con cierta luz en sus ojos azules y los hoyuelos se expanden por sus mejillas. Divisa mi mirada y noto que cambia de sentido para despistarme, pero ha fallado.

- ¡WENDY!

Se gira lentamente y noto que está cabreada y se prepara para decirme palabras que serán como cuchillos en el aire.

- James Stew Anderson, te he dicho millones de veces que me llamo Rose.

-Te llevo a casa.

Veo cómo suelta un bufido y se marcha moviendo sus caderas. Lleva unos pantalones de cuero que le remarcan el culo y hacen que sus piernas sean interminables a pesar de su simple metro sesenta. Unos tacones arreglan todo sin duda. Su sudadera ajustada de Venecia hace que sus curvas queden realmente remarcadas. Inevitable que se me escape un suspiro cada vez que la miro. Mis cejas se juntaron al ver el nerviosismo en su cuerpo, cómo tecleaba algo en el teléfono e iba corriendo hacia un coche negro con los cristales tintados. Imagenes volvieron a mí de la noche del 10 de marzo.

Cogí su mano, temblorosa, la tenía fría y podía notar su palidez, sus pecas parecían aumentar de color cada segundo y sus ojos cambiar a un color grisaceo como la chaqueta de aquel día.

-Wendy, te quiero y sé que no lo digo a menudo pero

Veo como aleja su mano de mí. Normal, cuando acabo de ser un cabrón de primera y haberme ido la noche anterior con la primera que se me pasó. Ata su castaño cabello en un coleta alta y me da un abrazo, y desde luego, no sé cómo interpretarlo.

"nos vemos pronto" susurra en mi oído. Pero ese pronto nunca llegó.

RewindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora