Un cielo tan obscuro, tan vacío, Gabriel parado en medio de una calle adoquinada, solo podía oír su respiración agitada como si acabará de correr un maratón, en el cielo la luna llena se parte a la mitad y un viento helado choca contra el cuerpo de Gabriel, un viento que presagia lo peor. La luna se empieza a opacar, una lluvia de fuego, pero no es solo fuego, angeles miles y miles de angeles envueltos un fuego callendo en picada, precipitandose hacia el vacío, unos ángeles, blancos, sin alma y con las cuencas de los ojos vacías, agrietadas, luego una luz que ciega a Gabriel y una única palabra en la mente de Gabriel "Vestigio".
Luego Nada solo obscuridad, un ruido empezaba a retumbar en su cabeza.
"Beep-Beep"
Los ojos de Gabriel se abrieron de golpe, tratando de reconocer algo en la obscuridad–Ese maldito sueño otra vez.
Gabriel rebusco en la orilla de su cama, la fuente del sonido, su celular, apagó la alarma y miro la hora, Siete de la mañana, hora de despertar, salió de su cama con pereza sobre sus hombros y de pronto la pereza se le esfumó al verse al espejo, algo que lo dejo sorprendido, un hilo amarrado en su dedo anular, un hilo rojo.
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Aka
FantasiaImagina poder ver los hilos rojos de la gente, pero darte cuenta que naciste con un hilo cortado...
