The Heart in the Forest (one-shots/crepusculo)

Sam Uley

Narra María:

Estaba en Colombia me encantaba vivir aquí, pero ansiaba ver a mi mejor amigo Anthony, era como un hermano para mí, los Cullen siempre insistieron en que viviera con ellos pero a mi me encantaba disfrutar de el mar, y tengo entendido que donde estan ahorita no puedo pasar directo a la playa, aunque fuera hibrida aprobechaba mi 50% humana para vivirlo como tal, subí a mi bicicleta y fui directo a mi departamento, por internet compre un vuelo directo a Seattle, hice mi maleta, guarde mi bici y pedi un taxi.

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Después de 13 intensas horas de vuelo aterrizó el avión, tome un taxi a port Angeles y de ahí otro a la casa de mi mejor amigo.

Cuando llego, pago al taxista y bajo mi maleta, en eso siento unos brazos rodearme y no me preocupo pues se perfectamente quien es así que le regreso el abrazo de inmediato, de pronto salen todos los Cullen a saludarme

—María que alegría verte—dijo Rosalie abrazandome.

Salude a todos y pasamos a dentro de la casa para platicar sobre lo que habia hecho, Anthony no se separaba de mi, al parecer este tenía novia y queria presentársela incluso dijo que se casarian, realmente esta muy emocionada por la boda, Edward Cullen era como mi hermano mayor, quisieron ir a jugar baseball y acepte.

Al parecer la bola fue muy lejos y yo utilice mi velocidad para ir por ella, la pelota estaba apunto de cruzar por el tratado con la manda de ahí, salte al rio atrapando la pelota y en ese instante al rededor de 7 lobos aparecieron.

—paren!—grito Alice antes de que se me hacercaran.

—Sam, es como mi hermana, era mi mejor amiga en mis tiempos como humano—dijo Edward preocupado.

Al parecer mi mejor amigo hablaba con el alfa, yo no habia dado la vuelta asi que seguia dandoles las espalda, unos ruidos se escucharon en mis espaldas y las señas de la famila Cullen eran suficientes para indicarme que me acercara a ellos, al intante me puse detras de Edward intentando ocultarme, aferrada del brazo de mi mejor amigo escuche como salian detras de unos arbustos, yo seguia con la mirada fija en el suelo.

—que hace ella aqui?—pregunto alguien con voz fuerte supongo es el alfa.

—solo a venido a visitar y de paso a la boda, es como una hija para mi Sam—dijo Carlisle amable y con un poco de preocupación.

—que hacia apunto de cruzar el tratado?—pregunto de nuevo el tal Sam.

—impedía que cruzara la pelota al otro lado, estabamos jugando—dijo Alice de muy buen humor.

—que se muestre, la manada necesita familiarisarce con ella—dijo Sam.

Al instante me tense y precione un poco mas el brezo de mi mejor amigo, con la cabeza agachada di dos pasos al frente, levante con lentitud la vista y en menos de minuto el alfa estaba de rodillas no sabia lo que pasaba, asi que retrocedi tres pasos asustada.

—juro que no hice nada—dije preocupada, temiendo a que me fueran a hacer daño.

—no has hecho nada tranquila—dijo Edward viendo fijamente al alfa.

Los demas lobos al parecer estaban sorprendidos, no sabia lo que estaba pasando y en un instante el alfa se convirtio en un hermoso lobo negro, era magnifico, este salio corriendo y detras de él su manada haciendole coro, no sabia lo que estaba pasando, todo era muy confuso.

Regresamos a jugar, al parecer nadie tenia intensiones de decirme que acababa de ocurrir, yo me mantuve al margen, luego de unas horas fuimos de regreso a la casa, Edward fue por su novia para porfin poder presentarmela, creo habia escuchado mencionar que se llama Bella, estaba muy emocionada pero por alguna razon no lograba sacarme al lobo de mi cabeza.

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Bella es genial, pude notar en su mirada lo mucho que ama a mi mejor amigo y la mirada era mutua, se amaban con mucha fuerza, ella en verdad me agrado mucho, incluso me habían dado la invitación que  era en un mes, me sorprendio un poco, Edward comento que me habia mandado una pero supongo que llego a mi casa en colombia durante las horas de viaje, al llegar la noche no podia dormir sentia como si algo me faltara y sinceramente no sabia que, salte por mi ventana directo al bosque, algo me llamaba, llegue al tratado y camine por la orrilla del rio, sin cruzar obviamente no queria mas problemas, escuche ruidos y pisadas y cuando menos pense aquel hermoso lobo negro estaba frente mio, este se fue detras de unos arbustos y de estos salio un chico demasiado guapo

—hola, mi nombre es Samy soy el alfa de la manada—dijo mientras caminaba a mi lado pero sin cruzar el tratado cada quien en su mitad.

—hey! me llamo Maria, Maria Rogers...

no se que era pero hablamos toda la noche, era como si ya nos conocieramos de hace mucho, y así noche tras noche, tres semanas despues le confese que era hibrida y a la semana de eso me beso, claro que al dia siguiente el me dijo toda la verdad y sinceramente ahorita mi casa de colombia me vale, siempre y cuando tenga a mi lobito conmigo...