𝓘 𝓭𝓸 𝓪𝓭𝓸𝓻𝓮

-05-

Las cosas no eran las ideales entre Estados Unidos y Rusia.

Nadie era consciente del dolor que causaría la muerte de su padre en Rusia hasta que pasó.

Todos los hijos de la difunta Union Soviética habían adelgazado de forma peligrosa.

Bielorrusia había bajado una talla de ropa, aún siendo ella una persona bastante flaca.
Las mejillas regordetes de Rusia ya no estaban.
Y Ucrania siempre llevaba sudaderas grandes para evitar disgustarse al ver su cuerpo tan dañado.

En parte, Ucrania no se arrepentía, ni echaba de menos a su padre.
Ahora mismo deseaba establecer relaciones con el resto de Europa.

Rusia solo hablaba con Bielorrusia y China,ellos eran los únicos con los que mantenía relación.

Durante mucho tiempo hubo rumores de que Rusia quería fortalecer relaciones con otros países, sobre todo con Estados Unidos.

Totalmente falso, y aunque fuese verdad Rusia no podía pisar suelo estadounidense, y Estados Unidos;bueno, él era muy orgulloso para moverse de su país.

Todo cambio hasta una reunión general que propuso la ONU y la UE.

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—¿Y eso que tiene que ver con la reunión Australia? — Preguntó el de alas de ángel mientras se apoyaba en la mesa con cara de frustración.

—Reino Unido me debe dinero y todavía no me lo ha devuelto.

La sala se llenó de gritos. Unos por parte de Reino Unido preguntándole como podía hacerle eso a su propio padre.
Otros, como Chile, que se había dormido y sus ronquidos tampoco es que fueran una melodía.

Todo el mundo se quedó callado debido a que cierta unión carraspeo.
Aquel hombre, aunque al igual que ONU ;también tenía alas de ángel,sus ojos eran lo que más intimidaban a todos.
Unos ojos totalmente negros con las pupilas doradas.

Aquel hombre, a pesar de poseer una baja estatura , era capaz de intimidar como si fuera respirar.

Ese hombre era la Unión Europea, UE para la gente de Europa.

—Señores, quiero darles la bienvenida a esta reunión de la ONU a ciertos países que seguro ya conocen . — Esbozó una sonrisa dejando ver sus afilados dientes que a más de uno le dio un escalofrío.

Estados Unidos tragó salida nervioso al ver salir a Estonia.

Eran los hijos de la URSS.

Salían en fila , desde el más pequeño al más mayor en cuanto a edad.

Estados Unidos se tensó al ver a Ucrania ;el cual llevaba un pin de la UE.Después de Ucrania va Bielorrusia y Rusia.

Todos notaron la presencia de Bielorrusia y Rusia. Bielorrusia lucía una sonrisa que podía iluminar la habitación, y Rusia, bueno.

Miraba el suelo, lo único que se podía apreciar era sus  labios, los cuales poseían un pircying.
No era para nada aquel niño que vio Estados Unidos cuando la Segunda Guerra Mundial inicio.

Canadá se giró a ver a su hermano mayor. Miraba a otro lado, intentando no darle importancia al asunto.

—¿Estás bien hermano?

—Cállate un mes Canadá, no te interesa. — Dijo el de gafas de sol mirando al suelo. El de hoja roja se había acostumbrado a la actitud fuerte de su hermano pero sabía que cuando reaccionaba así lo mejor era dejarlo solo.

Rusia se sentó en una esquina, teniendo como única compañera a Bielorrusia.

—Muchas gracias por venir chicos. —Esbozó una sonrisa sincera el de piel azul. Después de aquellas palabras se levantó Rusia, sorprendiendo a más de uno.

—Como representante de mis hermanos, quiero dar las gracias por invitarnos. Esperamos no ser ningún problema. — Dijo con una voz firme.

Casi todo el mundo conoció a Rusia cuando este era un niño, escuchar una voz fina y dulce a la de ahora, que era una voz apagada y grave fue una gran sorpresa.

Y la reunión empezó. Seguía la discusión entre los dos familiares, los ronquidos de Chile y los murmuros de Japón.

Canadá se giró a ver a todos los chicos de la desintegrada URSS. Junto miradas con más de uno, por ejemplo con Kazajistán y Lituania;los cuales le saludaron con la mano.
Miro a Ucrania y a Bielorrusia, ambos se estaban susurrando mientras Rusia solo escuchaba.

Después se giró a ver a su hermano. Parecía estar peleándose con Australia y Nueva Zelanda.

Mal, todo mal.

Iba a ser larga la reunión.

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Rusia buscaba a Georgia, tenía que irse con ella y con Bielorrusia.

—¡Hey! Can I talk with you? — Dijo una voz femenina que provenía de atrás suyo.

Era Francia.

Asintió para irse en un lugar apartados de todos.

—¿Qué desea Señorita Francia? — Preguntó el del gorro de invierno.
Se oyó una pequeña risa de la francesa.

—Basta de formalidades Rusia. Te conozco desde que eras pequeño. — Sonrió de forma espontánea. Si algo que adoraba Francia era los niños, así que uno se puede imaginar la cantidad de hijos que ha tenido.

—Deseo saber si los rumores son cierto... Si piensas reconciliarse con Estados Unidos. — Cuestiono mientras miraba a los demás países desde la puerta.

—Tengo prohibido pisar suelo estadounidense y su hijo posiblemente se negaría a venir a mi país.

—¿Por qué piensas eso querido?

—Hace mucho frío, y una persona como él no  soportaría esas temperaturas. Además... — Fue interrumpido por la de boina .

—Rusia, Estados Unidos no es mi hijo, lo primero. —Susurró.La francesa estaba en lo cierto, el norteamericano con gafas de sol no era su hijo.

—Segundo,erais de mundos distintos. Lo érais Rusia.—Dijo para tocarle el hombro al mayor en altura.

—Piénsalo Rusia. No ganarás nada con esta batalla. — Dijo con una sonrisa que parecía no daba el mensaje de tranquilizar.

Si no de intimidar.

Se dio cuenta de bastantes cosas el pequeño ruso.

Primero que debía pensar si deseaba abrirse al resto de países.

Y lo segundo, que la Unión Europea tiene madre, aunque Alemania lo había negado.

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Usas sandalias en la nieve.

A mediados de Julio aún siento el frío.

Somos opuestos en todos los sentidos.

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