Capítulo II

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Me levanté de mi pupitre y caminé hacia mi amiga. (Que casualmente se sienta junto a ti.)

No era más que una escusa. (Para acercarme más a ti.)

Un par de segundos pasaron y fui de vuelta a mi lugar…

Pero tú me detuviste.

Te rogué que me soltaras, pero tú no me escuchaste.

La maestra me reprendió.

Y tú sonreíste.

Luego me soltaste.

Y fui a sentarme a mi lugar.

¿Para qué? me pregunté. ¿Para qué lo hiciste?

Sin embargo, debió ser:

¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?

De mi, para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora