Capítulo 22

5.1K 635 24
                                    

Salieron con el amanecer. Hoseok seguía adormilado, y el movimiento del carruaje le provocaba más mareos de los que ya sufría todas las mañanas. Llevaba la cabeza apoyada en el hombro de Seokjin y sus manos estaban entrelazadas.

Ellos no estaban bien, Hoseok lo sabía más que nadie. Su matrimonio no tenía ni pies ni cabeza, y desde un comienzo sólo se basó en su atracción sexual. Para Hoseok, eso era lo único que parecía funcionar como debía. Y ahora él estaba embarazado. No podía culpar a Seokjin por ello, claramente ambos habían sido partícipes de aquello, pero nunca había deseado llevar un hijo suyo en el vientre. Iba a acabar con su vida, realmente tenía la intención de hacerlo, porque no deseaba seguir viviendo así. Y no es que el mayor fuera un tirano, ni mucho menos. Era un buen hombre si llegabas a conocerlo. Pero él nunca había deseado esa vida.

¿Quién era él acaso? ¿Un vientre para llevar los hijos de un poderoso alfa? Ése no era Hoseok. Él era un joven seguro y decidido que daría la vida por su familia.

Su familia...

—¿Cómo te encuentras?

—Estoy mareado —confesó.

—No tardaremos mucho.

—¿A dónde vamos?

Seokjin suspiró y bajó la mirada hacia su vientre. Aún no se notaba demasiado, sólo un muy pequeño bulto.

—Llegaremos pronto —casi susurró.

Hoseok resopló, pero apretó la mano de Seokjin con aún más fuerza.

—Si sientes que vas a vomitar, sólo dímelo.

—Bien.

—Cuando lleguemos me aseguraré de que tomes un té para calmar las nauseas.

—Eso sería perfecto.

Había algo que lastimaba a Hoseok más de lo que su "encierro" lo hacía. Ellos funcionaban, cada día conocía y entendía más a Seokjin. Se atrevería a decir que estaba comenzando a quererlo, pero no deseaba admitirlo. Porque eso significaría admitir su derrota.

—Será una niña —soltó Hoseok de golpe.

—¿Eh? —Seokjin parecía bastante confundido.

—El bebé, será una niña.

—¿Por qué tan seguro?

—A mi vientre no le agradan las pretensiones de un mundo dirigido por hombres alfas.

Seokjin rió despacio.

—Bien, que sea como a tu vientre mejor le parezca.

...

El viaje duró gran parte de la mañana, tanto que cuando llegaron a su destino, el sol brillaba fuertemente sobre sus cabezas. Hoseok estaba sinceramente confundido. Estaban en su ciudad natal.

—¿Por qué estamos aquí?

Seokjin arqueó una ceja hacia él.

—¿A qué te refieres?

—¿Por qué? Es una pregunta sencilla como para responderse con otra pregunta —lo retó.

—Confía en mí.

Esta vez fue Hoseok el que arqueó una ceja.

—La última vez que te confié mi persona, terminé así —dijo, señalando su vientre.

Hoseok sí quería al bebé en su vientre. Quizá no había llegado en un momento excelente, ni el otro padre era el amor de su vida, pero Hoseok podía vivir con ello. Por lo menos ahora que su bebé ya estaba allí, ya existía. Debía vivir con ello, porque no pensaba dejar a su hija sola en el mundo.

His [Adaptación Namgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora