Matrimonio de Conveniencia

6º Sentimientos

6º Sentimientos

Fitzwilliam tuvo que hacer un gran esfuerzo por no dejarse caer sobre su esposa tras llegar al éxtasis, apoyado sobre sus antebrazos, intentando normalizar su respiración, perdía detalle de su sonrojada mujer, que sudorosa se mantenía abrazada a él con los ojos cerrados.

Sabiendo que debía moverse, le dio un pequeño bes en los labios y se tumbó junto a ella, abrazándola con fuerza hacia él, no queriendo que se apartara de su lado.

-¿Estás bien? ¿Te he hecho daño?- Ella negó con suavidad, acurrucándose en sus brazos- ¿Segura?

-Estoy bien.

-Si me sobrepaso, me lo dirás, ¿verdad?- Preguntó de nuevo, haciendo que ella se girara hacia él, un poco desconcertada- Llevábamos tantos días sin estar juntos que no he podido refrenarme, sobretodo después de lo sucedido con Caroline, y ahora que lo estoy pensando, he sido muy brusco, y no he pensado en tu condición.

-¿Lo dices por el embarazo?- Él asintió- Estoy perfectamente, te lo aseguro, además- Besó su nariz de manera juguetona- Te necesitaba con urgencia, si me hubieras dicho que no podíamos yacer juntos, no sé que habría pasado.

-Aun así, permíteme que te lo pregunte de vez en cuando, necesito estar seguro de que todo va bien.

-Te lo permito- Le sonrió acariciando su mejilla- Me encanta que seas tan atento.

-Pero solo contigo.

-Más te vale- Rio relajada para después cerrar los ojos y acomodarse a su lado- Estoy cansada, últimamente me fatigo mucho.

-Quizá sea por el embarazo- Dijo pensativo- Mañana, después de desayunar, haré llamar al doctor, quiero que te revise y comrpruebe que todo está bien, solo así me quedaré tranquilo.

-Como quieras- Los dos se acomodaron para dormir y cerraron los ojos, exaustos tras aquel encuentro.

Cerca de la medianoche, Darcy empezó a sentir mientras dormía algo extraño, algo que nunca antes había sentido, estaba dormido, pero las sensaciones que tenía eran tan reales que lo llevaban al borde de la locura. En su mente, su Lizzy lo acariciaba a lo largo de su miembro, sin descanso, excitándolo.

Estaba disfrutando de aquel sueño como de pocos lo había hecho, hasta que notó una humedad en la punta, la notó tan real que se sobresaltó, despertando de golpe e incorporándose levemente. Al hacerlo, esa excitación aumentó, pues Elizabeth estaba tumbada de costado, a su lado, pero del revés, acariciando su miembro con sus manos y, lo que más lo excitó, chupándolo con ansia.

-Elizabeth... ¿Qué haces?...- Preguntó entrecortadamente sin impedirle continuar.

-Pues verás, me he despertado con unas ganas terribles de volver a hacer el amor contigo, pero estabas durmiendo tan apaciblemente que me ha sabido mal despertarte- Le explicó mientras continuaba acariciándolo con las manos- Entonces he pensado que podría jugar un poco y quitarme esta necesidad sin despertarte- Le dio un leve beso a la punta del miembro de su marido- Y cuando he empezado a acariciarte y se ha levantado tanto, no he podido evitarlo- Continuó dando un pequeño lametón en toda su extesión- Quería probarte- Y sin más se lo introdujo en la boca todo lo que pudo y empezó a succionar.

Darcy, al sentirla de aquella manera, sintió que iba a enloquecer, y sintió la necesidad de corresponderla, así que cogió la cintura de su esposa y con un hábil movimiento la subió sobre su rostro, quedando su intimidad a la altura de su boca.

En otro momento habría comenzado con delicadeza, jugueteando con sus dedos para prepararla, pero no podía, estaba demasiado excitado como para eso, así que con un hambre voraz levantó su rostro al tiempo que sus manos bajaban la cintura de Elizabeth, haciendo que su lengua entrara de pleno en su abertura.