In my dreams

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Disclamer: Ni Marvel, ni Disney, ni Anastasia el musical me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no reconozcan.

(Este es un AU donde no pasaron ni Civil War, ni Infinity War ni Endgame y Bucky no mató a los Stark).

Diálogos en cursiva son flashback y en negritas son diálogos en ruso.

Flashback

Los gemidos de Natalia inundaban la habitación mientras el Soldado del invierno la penetraba bruscamente. No tenían tiempo de ser delicados el uno con el otro, pues se estaban exponiendo demasiado al estar juntos. El amorío que compartían estaba creciendo y hacia que su relación fuera cada vez más difícil porque pronto comprometerían a Natalia con el Guardián Rojo, Alexei Shostakov. El pensamiento de que eso pudiera pasar, hizo que James se acercara al cuello de la pelirroja y lo mordiera con fuerza, llenándola de marcas que se asemejaban a las de sus pechos. Si Shostakov se la llevaría, mínimo quería que supiera que había sido amada antes por otro hombre y que él solo podría poseerla. Se corrió dentro de ella con un gruñido y colapsó en el seno de Natalia, quien solo atinó a acariciarle el largo cabello.

— Mataré a Shostakov — gruñó James.

— No puedes hacerlo, Yasha... es demasiado arriesgado.

— Arriesgado para mi es seguir viviendo sin ti. Pretendiendo que estoy de acuerdo con como te pasea Madame B como la futura esposa del Guardián Rojo.

— No es precisamente mi voluntad.

— Vámonos de aquí.

— Sabes que no puedo, Yasha.

— Odio esto — bufó James.

— ¿Seguro? — Natalia sonrió de lado, besando su cuello y tratando de distraerlo cuando el radio localizador de James sonó. La pareja se dejó caer en el camastro, frustrados.

— Tengo que irme, kisha.

— No volverás hoy — bufó la chica, haciendo un puchero que la hacia ver menor de lo que era.

— No lo creo. Seguramente me mandarán a una nueva misión.

— Me aterra esta situación — Natalia apretó los puños, avergonzada de hablar de sus sentimientos, pero la mano de James en su mentón le dio fuerza para continuar — Me aterra la idea de que algún día no volverás.

— Siempre volveré a ti, mi Natalia — susurró el hombre en sus labios antes de salir de allí.

El Soldado del Invierno se fue de la Sala Roja y partió a Minsk, en Bielorrusia. Había sido llamado por H.Y.D.R.A. y seguramente sería sometido a otro experimento o manipulación mental. Resignado, tomó el tren transiberiano y durante ese trayecto, ocultó bajo gruesas capas de tela, se permitió soñar. Desde que estaba con Natalia, las programaciones surtían menos efecto y lentamente comenzaba a recordar más cosas del presente en el que estaba viviendo, aunque no podía estirar su mente lo suficientemente lejos para llegar a su infancia o siquiera al inicio de su vida adulta. En vez de preocuparse por eso, se distraía imaginando un mundo en el que pudiera escapar con Natalia, sabía que estaba mal todo lo que hacían, porque ella era una niña, aunque tenía el alma y la voluntad tan rota como si hubiera vivido mil vidas; pero se consolaba pensando que podría sacarla de ese infierno y liberarla de sus cadenas.

Cuando llegó a Bielorrusia, despejó sus pensamiento y caminó a paso firme para llegar al Museo Literario Yanka Kupala, donde H.Y.D.R.A. tenia una de sus bases mayores para coordinar las actividades de la organización en la Europa oriental y parte de Asia. Una vez que entró y dió la contraseña adecuada, James fue conducido hasta la sala de congelación, donde otra vez lo someterían a reprogramación. A estas alturas, el Soldado del Invierno ya había notado que cuando lo mandaban a América era cuando más manipulaban su mente.

Anastasya // BUCKYNAT/WINTERWIDOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora