hola, el es Erick, el idiota de mi ex.

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La noche transcurría, y la  conversación entre el castaño camarero, iba de lo mejor, conseguí saber su nombre, se llamaba Edward, sexy nombre, para alguien sexy, '' contrólate'' me dije a mi misma, tenia 18 años , y si se encontraba trabajando en aquel bar, era porque su padre era el dueño, pero a él le gustaba ganarse su propio dinero, eso fue algo que me agrado de él.

Ya había dejado mis nervios a la basura, y de hecho los nervios se fueron cuando le hice saber mi nombre: Isabelle Adams, al parecer mis padres eran amigos de su familia, y el me conocía solo por nombre, ese chico me hacía sentir bien, en ese momento, tal vez si le contara de mi situación, quizás lo comprendiera y accediera, daba la impresión que no era un ambicionado.

Estaba a punto de contarle a lo que vine realmente, cuando a mis espaldas, una reconocible e inolvidable voz se hacía escuchar.

-Querida, eres más fácil que la tabla del 1.- Se burlo de mí, tomando asiento a un lado de mí.

Damas y caballeros, les presento, al caballeroso y buena gente de mi ex Erick, ''nótese mi sarcasmo''

Yo solo me dedicaba a ignorarlo, apostaba a que se encontraba borracho, pero siendo sincera, borracho o no, el seguía siendo el mismo idiota.

Edward poso su mirada en Erick para después posarla en mí, me preguntaba si  todo estaba bien con la mirada, y yo me limitaba a solo asentir con la cabeza.

-Camarero, aquí.-Grito alguien, quien esperaba ansioso una bebida, este lugar aun seguía sorprendiéndome.

-Vuelvo linda-. Dijo guiñándome y yo deje soltar un sí.

- Veo, que caíste muy bajo, un camarero, ¿es enserio?- reclamo, fingiéndose el decepcionado, mientras seguía bebiendo a un lado de mi.

Yo aun seguía ignorándolo, esperando el regreso de Edward, esperaba que no demorara tanto, quería ya irme de ese lugar, tenía la esperanza de que Sandy se acordara de que tenía una amiga aun, la cual, quería irse de aquí.

-Sabes, hoy te ves sexy izzy. -Un aliento alcohólico, demasiado alcohólico diría yo, se encontraba hablándome cerca de mi oído.

- Vete ya Erick, ¿por qué no vas con tu amiguita con la cual me engañaste por mucho tiempo? -Le dije ya irritada, si sobrio ya no lo soportaba, mucho menos borracho.

Intente irme, pero unas manos me agarraron por la cintura, atrayéndome hacia el.

- Sabes, yo no te he olvidado, y si recordamos los viejos tiempos.-Propuso seductoramente Erick, quien se encontraba atrás de mí, sujetándome aun.

- Yo contigo, ni a la esquina-dije intentándo separarme de él, pero el era más fuerte que yo, y no daba resultado de todos modos. – Solo déjame en paz-. Suplique.

- Sé que no me has olvidado, mmm rico aroma- dijo empezando a besar mi cuello.

- ¡Que te alejes!- insistí, tratando de salir de su agarre.

Unos segundos después, me sentí liberada, voltee y pude ver como Edward le daba un golpe en la cara a Erick, enviándolo directo al suelo. No sabía que hacer realmente, me había quedado helada mirando a Erick como aun seguía en el suelo gimiendo, pero se lo merecía, jamás pensé que llegaría a ese límite.

Con jadeos, y con lentitud, Erick logro levantarse, el Rubio con ojos celeste, solo me volteó a ver con cara de repugnancia y después se dirigió a Edward.

- Sabes, deberías pagar por mejor diversión, esta no vale la pena, hermano.

- Vete, porque creo que no necesitas de  mi ayuda para irte ¿o sí?- esto ultimo sonó mas como amenaza que como un comentario por parte de Edward.

Se busca esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora