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Maia se despertó abruptamente por las ganas de vomitar que la atosigaron, se levantó con brusquedad de la cama y corrió hacia el baño, agradeció cuando llegó a devolver el líquido de todo lo que había ingerido la noche anterior. Demasiadas copas. Se detuvo frente al espejo antes de abrir la canilla pero frunció el ceño cuando se dio cuenta de que...esa no era su canilla. Miro alrededor notando una máquina de afeitar, toallones blancos, y los azulejos negros, ese definitivamente no era su baño, junto agua en su mano para meterla en su boca y enjuagarse, cerró la canilla y salió con el alma del diablo.
Se quedó pagada en la puerta del baño cuando notó la espalda de Evans, casparreo la garganta y el hombre se dio vuelta, la castaña pudo apreciar que había dejado una bandeja de desayuno en la mesita de luz —¿Está es tu casa? ¿Qué demonios hago aquí?— pregunto atropelladamente, Chris hizo una mueca para luego deslizar sus ojos por su cuerpo, Maia bajo su mirada notando que estaba solo en ropa interior negra y una remera gris que claramente no era de ella. Se esforzó por recordar y los acontecimientos de anoche le llegaron como una ráfaga —¡Ay por dios no!— se quejó antes de cubrir su cuerpo con la puerta —¿Puedes darme mi ropa por favor?— pidió histérica. Chris río irónico antes de tomar el vestido y alcanzarselo, se detuvo en la puerta
—¿Si sabes que no necesitas hacer esto, verdad? Primero, por que ya te vi, y segundo por que yo podría haber salido de la habitación — explicó, Maia rodó los ojos antes de tomar el vestido y cerrar la puerta con brusquedad.
Tomo una gran respiración mientras se sacaba la remera y se colocaba el vestido peino su cabello como mejor pudo antes de poner la remera en el cesto de ropa que había en el baño, su mirada paso por el cesto de la basura notando lo que había allí —Ayyy, en serio paso — se lamentó en voz baja.
Había tenido relaciones con Chris Evans, LA PERSONA QUE JURABA ODIAR.
Salió del baño notando que Chris estaba sentado en la cama cambiando los canales del televisor pero no le tomo importancia, busco su cartera y empezó a guardar sus cosas, celular... corpiño —¿Dónde vas? — pregunto el hombre —Prepare el desayuno— dijo señalando la bandeja.
Maia lo observó como si tuviese dos cabezas —No me importa, me voy a mi casa — murmuró cerrando la cartera y caminando hacia la puerta, Chris se paró delante de ella
—¿Maia estás bien? ¿Por que actúas así?— preguntó preocupado.
Maia le observó sería —Lo que pasó anoche fue un error, un terrible error — dijo —Voy a decir que me excita cuando te pones en modo no-novio celoso — reconoció —Pero esto está mal, solo teníamos una tensión sexual y la resolvimos, eso es todo —exclamo antes de pasar por su lado abandonando la habitación
—¿Segura que la resolvimos?— pregunto Chris en un grito, solo recibió como respuesta un portazo de la puerta de entrada.
