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Capítulo 21: El beso

•POV Camila•

El día anterior habían pasado 2 horas después de que había aceptado salir con Alex, me fui a mi casa y me puse a escribir todo lo que sentía. Me sentía desolada, deshecha, triste, la verdad es que mi corazón se sentía roto. Y si, es cierto, se puede decir que salgo con alguien pero aún estaba enamorada de Juli y simplemente la extrañaba, extrañaba estar cerca de ella, la sensación de sus labios contra los míos, y saber que le gustaba alguien más , que andaba con alguien más me dolía, y mucho que digamos.

Así que simplemente decidí escribirle y ver si podíamos hacer algo juntas:

- Hola Juli ¿cómo estás?
Bien Cami ¿y tú?
Todo bien
Oye, quería saber si te gustaría salir a comer algo conmigo
Claro Cami, solo hay un problema, le dije a mi novio que saldríamos hoy

No hay problema, puedes invitarlo si es que quieres, yo llevo al mío para presentártelo

¿Ya tienes novio Cami? Wow, me gustaría conocerlo

Entonces nos vemos hoy, ¿en el "green light"?

Claro, te esperamos allá

Se desconectó y antes de hacerlo le llamé a Alex para avisarle, dijo que le encantaría conocerla.

Esa noche a eso de las "7:00" nos reunimos en el green light los cuatro, la tensión entre Pablo y Alex estuvo muy presente, tanto que llegó a ser natural, Juli y yo nos la pasamos hablando como si fuera un día cualquiera, sin recordar que el día anterior la había visto besarse con Pablo, al menos no lo recordé en el momento. Dieron las 11:00 de la noche en lo que nos la pasamos hablando, Pablo le ofreció a Alex llevarlo a su casa, lo cual me pareció muy descortés de su parte, ¿quien llevaría a Juli? Ella no tenía carro así que le ofrecí llevarla, a lo cual ella me contestó que no habría nadie en su apartamento ya que Makis se había ido de cita con su novia, Natalia, y había dejado sus llaves adentro de la casa, así que le ofrecí que se quedara en mi lugar, a lo cual ella dijo que si.
El trayecto a mi casa fue muy rápido entre tantas cosas que veníamos platicando.
Llegamos a mi casa, le abrí la puerta Juli y caminamos a la entrada.

-Disculpa todo el reguero qué hay- dije cuando entramos, fijándome en que se me había olvidado guardar las copias de los poemas y mis libretas.

-No te preocupes, mi compañera lo tiene igual- Claro, se me había olvidado que tiene roomate

-Es cierto, tienes compañera de cuarto no? Se me olvidaba, ¿gustas sentarte?-

-Claro, muchas gracias-

-¿Quieres algo de comer o tomar?-

-Así estoy bien bebé, muchas gracias- dijo dando golpecitos a un lugar a su lado indicándome que me siente ahí. 
Me senté y comenzamos a hablar, empecé a conocer muchas más cosas sobre ella, sobre qué le encanta bailar, los comics, cantar, que su sueño siempre fue cantar, lo cual hizo que su carrera escogida fuera cantante, todo esto que me contaba con el paso del tiempo hacia que la viera como la persona más perfecta del mundo, me encantaba como de iluminaban sus ojos cuando hablaba de eso.
De hecho, todo iba perfecto hasta que llegó esta pregunta:

-Cami, ¿te puedo preguntar algo?-

-Claro mi Juli, dime-

-¿por qué cortaste con Makis?-  se le veía un poco de preocupación en su rostro cuando hizo esta pregunta -Perdón si te incomodé, no necesitas contestar-

-No, no me molesta- dije, y empecé a contarle la historia.
Conforme más le contaba las cosas, más se acercaba a mi. Un par de lagrimas se asomaron por mis ojos al terminar de contarlo, las cuales Juli limpio con su mano.

-Bebé, no te mereces que te hayan echo eso, tú eres una persona increíble, no puedo ver porque te hizo eso- dijo y me abrazo.

Quedamos bastante rato así, hasta que Juli me soltó y yo agaché mi cabeza.

-Bebé, no agaches esa cabeza hermosa, que no te veo-

Levante mi cabeza, encontrándome con unos ojos divinos, los cuales me cautivaron desde el primer momento.
Nos quedamos mirando por otro rato más, hasta que Juli me agarro del mentón.

-Bebé, ¿puedo darte un beso?-

-Juli... ¿no tienes novio?-

-Si ¿y?-

-Nada, ya bésame- en ese momento la distancia se hizo nula, sabía que estaba mal, pero era lo que yo quería, lo que las dos queríamos.
Sus labios me provocaban tanto pero sabía que no podía ir más allá que esto.  Me separé y volteé a ver el reloj que había en mi pared .

-Juli, ya es tarde, deberíamos dormir-

-Claro Cami, ¿donde me puedo acostar?-

- Ven conmigo, dormiremos las dos en mi cama-

Subimos y le preste una piyama a Juli, y me puse la piyama, nos acostamos, me recargue en el pecho de Juli.
Sabía que no era mía, pero no podía evitar estar cerca de ella. La amaba y lo sabía.

Solo era una noche, y no tendría nada de malo.

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¿Quieren otro capítulo?