El príncipe encantado (AkaFuri)

Dos Príncipes...

Que a pesar de ser juntados cada verano con el objetivo de enamorarse, no podían llevarse bien...

Pasaban los años y cada vez se odiaban más, Akashi consideraba a Furihata un simple patito feo, molesto, que ni a sol ni sombra los dejaba tranquilos.

El tiempo pasaba y Kouki cada vez se volvía más bello, por lo que Akashi comenzaba a celarlo, sin que éste se diera cuenta.

Pasaron nuevamente los años, el momento en que se comprometería había llegado, sin embargo... Ambos se negaban a aceptarlo.

Pero, al verse solos en una habitación, Kouki sólo pudo sentir como sus rodilla temblaban al ver a Akashi, por otro lado, Akashi sólo pensaba en como el príncipe Furihata había pasado de ser un patito feo a ser un hermoso cisne.

En el reino del principe Akashi se celebró una fiesta en honor al compromiso, ambos bailaban olvidándose por completo de lo que sucedía a su alrededor, al punto de pensar en que la persona que tenían en frente era el amor de su vida, y sellando esa promesa de quererse, se besaron.

- Organicen el matrimonio! - Exclamó el príncipe Akashi.

Todo el mundo se regocijaba de felicidad al escuchar el anuncio.

Sin embargo, Kouki se veía inquieto.

- Esperen - Exclamó.

- ¿Qué sucede? - Preguntó extrañado el príncipe varón. - Eres precioso, eres todo lo que quiero.

- Gracias, pero ¿Qué más? - Preguntó el principe Furihata.

- ¿Qué más? - Preguntó sin entender el príncipe Akashi.

- ¿Es la belleza para ti lo único que importa? - El príncipe doncel se veía claramente afectado por el silencio de su amado.

- ¿Sei? ¿Qué más? - Pregunta su madre desde atrás, por otro lado, el rey miraba decepcionado a su hijo por causar esta situación.

- Yo... ¿Qué quieres que diga? -

Los semblante de los reyes cayeron, sabían que todo el esfuerzo de años se había derrumbado. Mientras que el príncipe Furihata se veía profundamente decepcionado.

Al otro día, el rey y su hijo doncel se dirijieron a su hogar, la despedida fue dura para ambos príncipes.

Por el lado de Akashi, se encontraba totalmente conmocionado por lo sucedido, además uno de los ayudantes del castillo lo reprendió por no ser capaz de dar una respuesta a la pregunta del príncipe, ¿Es la belleza lo único que importa? Akashi admite que fue un idiota al no responder, pero sabe que solo puede hacer una cosa, probarle su amor a Kouki.

En otro lugar, ya alejado del reino Akashi, el carruaje donde viajaban Kouki y su padre fue interceptado por cierto hechicero resentido.

El rey sale del carruaje al sentirlo detenerse, no deja salir a su hijo al ver que se trataba de Nash.

En el momento en que el hechicero ve salir al rey se transforma en un enorme monstruo.

Mientras que, en el castillo, Akashi está jugando ajedrez con su amigo Sakurai, llega uno de los guardias reales de Furihata y da la lamentable noticia.

- Nos ha atacado un gran animal...

- Kouki - Dice el principe, para luego salir corriendo en su búsqueda.