El príncipe encantado (AkaFuri)

Pero no podían estar juntos...

Ya que la reina quería que el príncipe varón se casara pronto..

Por lo que ésta decidió realizar un baile a la noche siguiente, donde asistirian las princesas más bellas de los distintos reinos.

Mientras tanto, el príncipe Akashi se encontraba en la biblioteca intentando descubrir a qué se refería el rey con el gran animal.

Teniendo al fin éxito, se promete a sí mismo encontrar al príncipe Kōki. Sale con rapidez encontrándose con su madre que lo único que le pide es que vuelva al día siguiente en la noche.

Por otro lado, se encontraba el pequeño príncipe convertido en cisne, mientras el pequeño halconcito intentaba que respondiera a sus dudas.

- Entonces, a la luz del día ¿Eres un cisne? - Preguntaba confundido el halcón.

- Sí y si quiero ser humano al anochecer debo estar en el lago - Explicaba tristemente Furihata.

- Entonces, ¡Podríamos volar a tu príncipe y traerlo hacia el lago! - Decía con entusiasmo Kazunari - Así, sale la luna, te conviertes en principe y ¡Viven felices para siempre! - Dice tomando al sapito de lentes como si fuese a besarlo.

- ¿Cómo lo encontraré? - Preguntó angustiado el bello cisne.

- ¿No sabes dónde está? - Preguntó el halcón soltando de golpe al sapito.

- Apuesto a qué él si sabe - Dice la perezosa tortuga apuntando a la torre donde vivía Nash.

- Es una buena idea, solo vas y le dices al hechicero si tiene un mapa porque quieres marcharte - Dice con ironía el sapo de lentes.

Kōki y Takao se miran con entusiasmo - ¡UN MAPA!

- Vamos por ese mapa - Dice Kōki totalmente decidido.

Las dos aves volaron en busca de un mapa en las partes altas de la torre, hasta que el príncipe lo encontró.

- Este es el plan, Kōki vigilará mientras nosotros vamos por el mapa - Ordenó Takao.

El pequeño sapo se negaba a arriesgar su vida, sin embargo, el halcón y la tortuga lo arrastraron con ellos al castillo.

- ¡Moriré, estoy en una misión imposible con una tortuga inútil! - Gritaba Midorima.

Con el ruido que generaban, el secuas de Nash caminaba hacia ellos, por lo que Furihata tuvo que comenzar a distraerlo tocando las diferentes ventanas que habían.

Cuando Kazunari iba a entregarle el mapa a Kōki apareció el feo secuas de Nash impidiendole el paso.

Los tres animales se juntaron y planearon un pase como si de un partido de fútbol americano se tratase.

Finalmente, lograron escapar y encontrar en el mapa el reino del Príncipe Seijurō.

Por otra parte, el príncipe Akashi le mostraba a su amigo Sakurai su teoría sobre el gran animal.

Luego de explicar su teoría, se encaminan al bosque en busca del príncipe más pequeño.

Volviendo con el principe castaño, junto al halcón se encontraban preparados para despegar e ir en busca del príncipe pelirrojo.

El príncipe varón se encontraba muy tenso en el bosque, atento a cualquier ruido que pusiese generarse. En ese momento Kazunari y Kōki estaban volando sobre el pelirrojo, sin embargo no lo sabían hasta que escucharon el grito de Sakurai llamando a su amigo.

Kōki sin poder evitarlo voló con rapidez hacia su amado, que al escuchar el ruido generado, le disparó una flecha sin pensarlo.

Takao alcanzó a reaccionar a tiempo y lo salvó de una muerte segura. Akashi, enfadado por haber fallado comenzó a seguir a las dos aves.

- Funcionó, nos está siguiendo - Decía feliz pero cansado el halcón.

Siguieron volando hacia el lago con el pelirrojo siguiéndolos muy de cerca.

Finalmente llegaron al lago, justo a tiempo para la transformación del castaño.

El príncipe varón se vio cegado por una fuerte luz dorada. Cuando ésta cesó pudo ver a su amado príncipe.

Soltó el arco y las flechas y corrió hacia su bello castaño. Para besarlo con todo el amor que sentía.

- No sabes cuando te extrañé - Dijo Kōki.

- Nadie me creía, pero lo sabía, sabía que estabas vivo - Decía el príncipe Akashi totalmente embelesado.

- No puedes quedarte - Dice el más pequeño con tristeza.

- ¿Qué? No te volveré a dejar.

- Escúchame Sei - Dice el príncipe Kōki, pero fue interrumpido.

- Kōki - Se escuchaba a lo lejos.

- ¿Quién es? ¿Qué pasa? - Pregunta desesperado Akashi.

- Es él - Dice Kōki temblando.

- ¿Quién? - Pregunta Akashi tomando sus manos.

- Quién me tiene bajo un hechizo -

- ¿Quién es? - Vuelve a preguntar el pelirrojo.

- ¡Kōki! - Vuelven a gritar.

- Deja que venga, déjame asesinarlo - Dice el pelirrojo escondiendo detrás de él al príncipe doncel.

- ¡No! Es muy poderoso, debes irte - Decía desesperado y angustiado el castaño, temía por su amado.

- Entonces te llevaré conmigo - Dice Akashi tomando los brazos de su novio.

- Pero me convertiré, por favor confía en mi y vete - Decía el castaño guiandolo a la salida.

- Debe haber manera de romper el hechizo - Decía mientras se dejaba guiar.

- Debes jurarme amor eterno - Decía el castaño.

- Lo haré.

- Pero debes probarlo frente al mundo - Dice el príncipe doncel dejando confundido al pelirrojo.

- ¿Cómo?

- No lo sé.

- ¿Kōki? - Preguntó Nash nuevamente.

- Vete - Dice el príncipe castaño.

- El baile - Susurra Akashi - Ven al castillo mañana por la noche - Dice para luego lanzarle el collar que encontró cuando desapareció y después irse.

En es momento apareció el temible hechicero.

- ¿No oias que te llamaba? - Preguntó acercándose al príncipe.

- Yo...

- Escuche voces... - Dijo poniendo nervioso al chico.

- Eh pues, yo... Estaba pensando y he decidido ser tu esposo...

¿KHÉ? Pensaban sus tres amigos, que lo miraban impactados.

- Seré un buen rey, usaré buena ropa y me cortaré el pelo - Decía Nash mientras se arrodillaba - Me has hecho tan feliz, Kōki. A propósito, ¿No sabes de quién es esto? - Dice mostrando el arco del principe Akashi - ¿Pensaste que podías engañar al gran Nash Gold? - Decía mientras se reía y lanzaba al lago el arco.

- ¡Nunca seré tuyo, maldito monstruo! ¡Me casaré con el príncipe Seijurō y no podrás detenerme!

- Odio decirte esto Kōki, pero, no podrás ir al baile mañana - Dice el malvado hechicero quitándole el collar que su amado le había regresado.

- Si quieres detenerme, tendrás que matarme... - Dice el príncipe totalmente decidido.

- Has olvidado algo importante, mañana en la noche... No habrá luz de luna... - Dice Nash para luego marcharse.