Prólogo

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Un día de primavera cualquiera, un chico de ojos azules, pelo castaño, de no más 10 años de edad, sentado en las afuera de su casa mirando el cielo sin nada más que hacer.

- "Tendrá algún sentido mirar el cielo" -

-  "Por que es están tranquilo observarlo" -

Esas eran los pensamientos que siempre sé pasaban por la cabeza del muchacho, hasta que alguien lo saca de sus repetitivas preguntás.

Un chico alto, de ojos color miel qué eran difíciles dejar de mirar, exacto el pequeño no saca la mirada de esos ojos que lo tenían completamente en la luna

- Hola!, ¿Que tal? -   saludo amablemente el muchacho

-.....-

- Ésto....¿Estás bien?- estiro la mano hacia el pequeño

-.....- toma la mano del muchacho sin decir ninguna palabra

- Oye me estás asustando, ¿estás bien? - lo levanta sin ninguna dificultad

- Si...-

- Wow, pensé por un momento de que eras mudo o sordo o algo por el estilo - se acerca para mirarlo mejor

- Eres raro....- sube las cejas en duda

- Oye!, Eso debería decirlo yo! - dijo haciendo un pequeño berrinche infantil

- Jejeejejjeje - empezó a sacar algunas carcajadas

- le mira a los ojo - ¿Por que miras tantos mis ojos? - dijo en un tono dudoso

El pequeño muerto de vergüenza, no dijo nada, pero se podía notar como sus mejillas de un color de piel bastante pálida pasaban a hacer de un color carmesí, muy notorio, el al parecer que es mayor solo soltó unas cuantas risitas por la cara del pequeño, ambos estuvieron conversado por un buen tiempo.

Hasta que enfrenten de la casa donde estaba charlando, se abre la puerta, una mujer que con solo estar 10kilometros de distancia se sentía su tristeza, su cara mostraba lo que era tener cero ganas de estar viva, sus ojos mostraban lo que era no tener cordura, sin sentimientos, sin nada que la haga Humana, el mayor se dio cuenta al instante de esos ojos que les dio un temor horrible.

Este giro la cabeza para observar al menor para ver si se había dado cuenta de lo que pasaba, el mayor quedó atónito con lo que vió, el chico con el que recién estaba hablando con tanta felicidad, con tantas risas, con los vergonzoso que parecía el menor, se dio cuenta que este había perdido todo brilló de sus ojos de color azules, perdido ese tono de vida que transmitía, ahora solo eran como ver dos charcos de pintura tirada en el suelo secos, no tenía expresión alguna, sus ojos solo miraban a la mujer que estaba en la puerta esos ojos sin vida.

- Niño, entra a casa - dijo la señora sin mero esfuerzo

El chico no dijo nada, sólo empezó a caminar hacia la casa con la cabeza baja, dónde se podía notar que susurraba algo, ¿que sería?, el mayor no entendía que pasaba, ¿debía decir algo?, tenía miedo, pero no quería, no entendía bien la situación, en eso mientras miraba como el chico se alejaba, se dió cuenta qué en todo lo que había hablado con el, nunca le había, preguntado su nombré.

- ¡OYE! - Este gritó lo más fuerte que pudo para llamar la atención de el pequeño, que al parecer sí resultó

-...- este solo lo miro dudoso sin saber que pasaba

- AUN NO ME DICES TÚ NOMBRÉ - Gritaba desde lo lejos para que el menor lo escuchará

- en verdad eres muy raro - dijo esté en con una voz baja

El menor se acercó hasta esté, hasta llegar al frente de el, dando la cara, tan cerca, demasiado cerca.

- Hans, ese es mi nombre - mostrando una cara de felicidad no muy convincente antes él

El mayor parecía que lo que veía era irreal, una sonrisa tan extraña, unos ojos tan vacíos por dentro, no tenían ninguna Pizca de humanidad.

- Mi nombre es Erick , Amigó-

- ¿Amigó? - dijo esté sin entender completamente al mayor

- Exacto, bueno!, Nos vemos en otro momento! - dijo esté mientras se iba dejando al menor sin palabras

Hans sin decir nada, se quedó pensando de la situación que recientemente había tenido, acaso había escuchado bien?, ¿amigos?, Solamente habían hablado unos 20 minutos y este ya lo consideraba su amigo?, no sabía que hacer, solo escuchaba como su madre le gritaba que entrara a casa, todo se había apagado a su alrededor, lo único que veía era como una luz que acompañaba a Erick se alejaba, en fin todos sus sentimientos se revolvian como una ensalada rusa.

¿mejores amigos? (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora