Cap 21: Amanecer

222 13 2
                                    

Halloween- 23:00

¡Mierda! Nayara tienes que tener más cuidado. Me cago en la puta. Esa monstruosidad casi me muerde. El frío recorre mi cuerpo cada paso que doy. No debí haberme alejado del grupo, ahora estoy otra puta vez sóla. Por suerte Elizabeth está conmigo. De no haber sido por ella y su martillo esa zorra, asi es ya que esa cosa era una jodida mujer, me hubiera matado. Todavía no sé que coño ha pasado, simplemente fue todo tan confuso y rápido.

-¡Espera! Hay que volver con los demás. Necesitan ayuda- Me grita esa estúpida desconociendo que nunca ayudo. Soy una jodida hija de puta, y que pasa

-No es asunto mío preciosa. Yo aprecio mi vida

-¿Por qué eres tan mala? No te necesito. Yo misma iré a buscar ayuda. Vuelve a tu vida de mierda

-¿Te digo algo de tu novio?- Le digo mientras se aleja en medio de la extensa y densa niebla con las manos en las orejas evitando escucharlo- Espero que seas buena en la cama porque tiene una buena polla para jugar con ella

Me alejo y regreso al pueblo pero le veo frente mi cara. Riéndose con un rostro inexistente, De repente me señala a un lugar. ¿Debo ir? Algo en mis entrañas me empuja a ir y lo hago. Tras varios pasos llego al puto cementerio. Siempre he odiado lo tétrico, me da miedo, nauseas y repugnancia. Pienso que nadie debería pensar en la muerte, las esperanzas son lo último que se deben perder.

Un tintineante faro alumbra mi cabellera color miel, la cual me da un aspecto divertido y elegante. En esta niebla paso desapercibida con el color oliva que poseo. Unos gritos se escuchan de fondo que vienen de un chico de la fiesta, con el cual me acosté hará unos 3 meses, una de esas cosas le muerde profundamente la cara. Que puto daño debe de hacer.

Sangre. La sangre cubre este puto lugar que me transmite malas vibraciones. Ninguno de esos... zombies quedan por aquí. Probablemente hayan huído en busca de carne. En un extremo puedo ver el cuerpo de una niña sin vida. Puto asco tía. En el otro encuentro a David llorando profundamente

-¿Qué te pasa?- Le digo tras acercarme y sentarme junto a él

-Es la primera vez que mato a alguien. No... no es la primera

.Shiii Esa cosa ya estaba muerta. Tranquilo

-No lo entiendes. Fue culpa mía. Yo la maté

-¿De qué coño hablas?

-Yo causé la muerte de mi madre. Yo jugué con ese espíritu y él me la arrebató

-Todos tenemos oscuros pasados. No hace falta lamentarse- Le digo mientras le observo atentamente. Entonces le cojo la mano

-¿Esto también lo causaste tú?

-Sí... Soy brujo

-Meses atrás me hubiera reído pero han pasado tantas cosas tan extrañas que nada me parece imposible-Silencio incómodo

La lluvia cae por todas partes, algo muy común últimamente. Un trueno cae cerca de nosotros y alerta a esas criaturas... ¿Qué puede ir peor?

Una gran estatua de un puto ángel será la encargada de protegernos. Subimos rápidamente a la cima para poder contar decenas de esas cosas.

-Esta culpa me estaba matando. Puedes confiar en mi- dice intentando no mirar a abajo

-Hay algo que nadie sabe... Tuve una hermana pequeña. Tendría unos 6 añitos cuando la atropellaron. Ella vio a mi madre destrozarse y sus últimas palabras fueron: No te estreses. Vive la vida... No soy una puta, si no de distinta manera de pensar. ¿Piensas que soy una guarra?

Leyenda Urbana: En lo profundo del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora