¿A quien Amas? (Completa)

A quien amaba...

Estaba helado, Sakura comenzó a llorar. Ahora se daba cuenta de lo mucho que amaba a ese hombre y de lo mucho que le necesitaba. No quería perderle por nada del mundo. Pasaban las horas y la joven notaba como comenzaba a calentarse el cuerpo de su ex-maestro. Al amanecer, Kakashi por fin habría su único ojo visible. 

 -Sakura.... ¿Que...?- No pudo decir nada más. Los labios de la joven se posaron encima de los suyos. Kakashi notaba como se ruborizaba y más cuando noto los pechos desnudos de la joven encima de su piel desnuda. 

-Kakashi, ¿podrás caminar?-

 -¿Eh?...sí- respondió confundido. No recordaba nada, solo que estaba muy mal herido y se había refugiado en la cueva. 

-Bien cierra el ojo mientras me visto. Como no lo hagas y vea que me espías te arrepentirás. -En cuanto Sakura terminó de vestirse partieron. Tenían que ir muy despacio, pero a la joven le daba igual. 

-¿Qué hacías tú en la cueva?- 

-Estaba preocupada por ti y Yae me dijo que te viniese a buscar, que ella se encargaría de vigilar al baboso del Rey. Y eso es todo, mejor que no hables demasiado, porque mañana a primera hora tenemos que marcharnos otra vez-

Kakashi dejo escapar una pequeña risita, pero no dijo nada más. Para cuando llegaron a su destino ya comenzaba a caer la tarde. Encontraron a Yae esperando fuera de la sala donde se estaba ofreciendo la conferencia.

 -Vaya, has salido un poco magullado Kakash

i- Pues la verdad es que sí. Je, Je

- Bueno si vosotros ya habéis regresado, con vuestro permiso me marcho. Ten Kakashi esto ira bien para tus heridas.

- Gracias por todo- dijeron Kakashi y Sakura a la vez.

 -Descuidad. Hasta la próxima.- Con estas palabras Yae desapareció de su vista. Siguieron haciendo guardia hasta bien entrada la noche. Cuando por fin se pudieron retirar a sus habitaciones Sakura quitó las vendas de Kakashi y aplico el ungüento que les había dado Yae.

 -Yae... es muy maja

- Sí...- En el ojo de Kakashi se pudo ver una mirada muy tierna. Sakura sintió una punzada de dolor en el pecho. Pero no se rendiría.

 -No me extraña que te hayas enamorado de ella

- No es de ella de quién estoy enamorado. -En ese momento Kakashi le miraba muy fijamente a los ojos.- Bien Sakura, si ya has acabado me gustaría poder dormir estoy hecho polvo.- El ojo de Kakashi se curvo en forma de sonrisa.

-Tranquilo, hasta mañana pues- Cuando Sakura entró en su habitación tenía la cabeza como un bombo. ¿Qué había querido decir esa mirada? A lo mejor él estaba... No eso era imposible. Por otro lado ¿Qué narices había hecho es mañana? ''Dios mío le he besado. Esa noche fue muy larga para Sakura, que casi no había podido pegar ojo en toda la noche, y no digamos el camino de regreso al reino del agua. 

Por fin llegó la noche y se podrían ir a dormir. Sakura se notaba muy cansada. Esa noche Kakashi y ella dormirían en habitaciones separadas. Pero al igual que la noche anterior Sakura no podía pegar ojo. ''Tengo que intentar dormir''. 

En ese instante alguien llamó a la puerta, Sakura se levanto para ver de quién se trataba. Allí plantado en la puerta estaba Kakashi. A Sakura se le detuvo el corazón para después comenzar a latir de tal manera que parecía que se le iba a salir del pecho. El maestro no iba vestido como de costumbre. Llevaba una ancha camiseta blanca y unos pantalones negros (la mascara si que la llevaba puesta).