1. ¡Bienvenida a sweet amoris, Su!

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-Mmm.... ¡No quiero entrar! - Gritó con todas sus fuerzas cuando su tía se fue, después de dejarla frente al instituto. Estaba parada junto a la puerta y no tenía ningunas ganas de entrar. Por lo que se limito a refunfuñar furiosa y accedió al interior de su hogar.

Flashbackpv. Su

--Cariño, tenemos que irnos a hacer un viaje de negocios así que te quedaras con tu tía. Portate bien, te queremos.- Mi madre me besó en la mejilla y luego mi padre.

Finalmente se despidieron y se largaron con el coche. A mis padres le surgieron un trabajo urgente y se tienen que ir durante unos meses, o años, eso no lo se. Me han dejado con mi tía. A pesar de su edad siempre ha intentado que le considere una amiga que un familiar y lo logró. No tengo ningún inconveniente en vivir un tiempo con ella, pero cambiar de colegio me aterra.

Para que os situéis un poco en mi situación me presentaré: soy Sucrette -pero me apodan Su-; soy algo tímida, salvo que me enfaden, ahí es cuando podéis ver mi lado más "sociable" si así preferís llamarlo, y otaku. Sí, como ya habréis imaginado, soy amante de los mangas, animes y videojuegos; llamadme friki si queréis.

En mi antiguo instituto tarde en conseguir amigos que me apreciaran tal y como soy, hasta un chico me quería. No quería sonar presuntuosa ni nada de eso pero gustar a alguien ya es mucho. No soy la gran cosa, pero creo que tampoco soy fea. Soy castaña con el cabello largo, liso y ojos color violetas. Soy relativamente alta comparada con las chicas de mi edad y mi vestimenta... Bueno destaco mucho por ello, ya que visto con ropa negra, extravagante y aveces puedo ir como una baby doll.

Era el primer día de instituto y yo seguía en cama imaginando mis cosas hasta que el despertador interrumpió mis pensamientos. Me levanté, me duché rápidamente, me vestí con una falda fucsia con los bordes en negro, una camiseta de tirantes negra y unas botas hasta las rodillas de cordones.

Después de asegurarme de que estaba preparada, bajé a desayunar. Mi tía ya había preparado la comida: un vaso de leche y tortitas con sirope de chocolate. "El chocolate nunca puede faltar ni en el desayuno ni la merienda y si también hay helado mejor que mejor" de pequeña me invente este lema y desde entonces sigo con el.

-¿ Preparada para tu primer día de instituto?.- Mi tía sonaba muy entusiasmada como si fuera ella la que iría al instituto y no yo.

Al contrario, yo estaba deprimida con solo mirarme se podía saber lo que pensaba.

--No.-dijo la joven y arrastró la última vocal dando un mayor énfasis a lo que pretendía-. Prefiero mil veces tirarme por la ventana de mi habitación antes que ir a esa cárcel.- Le sonreí con un deje de ironía en la voz y seguí comiendo.

Ella suspiro e imitó la misma acción que yo. Después del desayuno sacó su coche y arrancó. el viaje empezó muy silencioso, demasiado para mi gusto, mi tía solía hablar hasta por los codos y aquel silencio me incómodo. Por fin se digno a hablar:

--No estés tan deprimida el instituto no está tan mal, ya me gustaría a mi volver a aquellos tiempos. Además, a lo mejor consigues hasta novio.- Al escuchar las últimas palabras mi rostro se volvió rojo. Al darse cuenta se echó a reír.- ¿ Como era el chico que al que le gustabas antes?.

-¿Hablas de Ken? Pues.. Es un chico bajito, de cabello castaño y lleva gafas. Siempre estaba detrás mía, me perseguía a cualquier sitio que iba y me avergonzaba delante de todos . Pero por lo demás es muy cariñoso y no le importaba como era, así que pienso que no era un mal chico pero no me atraía como algo más.-

"Nunca llegué a pensar que era molesto ni nada, al contrario, era uno de mis mejores amigos y me ponía mal que se burlaran de él, aunque podía ponerse demasiado acosador para mi gusto. La gente no le comprendía y muchas veces le vi llorar, pero solo yo lo se. Era tan parecido a mí que sin dudarlo le ofrecí mi amistad cosa que le alegro bastante, creo que desde entonces se enamoro de mí. No quería herir sus sentimientos pero tampoco ilusionarle. El ultimo día que iba a estar en esa ciudad y insti le deje claro que que solo lo quería como amigos... Me preguntó como estará."

-Ya veo... Así que solo erais amigos... que pena. Bueno ya hemos llegado, que te lo pases bien cariño.- Mi tía me guiñó el ojo dándome ánimos y bajé del coche. Estaba tan sumida en mis pensamientos que, si hubiera sabido que estábamos tan cerca, le hubiese reprochado más.
Fin pv

Su caminaba por los pasillos sin saber donde ir, era más grande de lo que se imaginaba. No tenia idea de donde podía estar el despacho del director y tampoco mandaron a nadie a recibirla. Ya cansada de dar vueltas tontamente volvió al punto de partida decidida de abrir puerta a puerta. Cuando estaba apunto de abrir la que estaba a su derecha, esta se abrió repentinamente tirándola al suelo. El sujeto preocupado por la salud de la chica la ayudó a pararse. Ella tenia la mirada borrosa desde su caída y cuando ya estuvo de pie le vio. Era un chico alto, rubio de ojos color ámbar. Por un momento se quedo sin aliento. ¿ Sera posible que haya muerto y este ángel venga a llevarme con él? Fue el único pensamiento que tuvo desde que sus miradas se cruzaron.

-- ¿Estás bien? L-lo siento mucho, yo...- El chico miró a Su bastante arrepentido. Solo se acordaba de abrir la puerta, escuchar un gran golpe y ver a una chica tirada en el suelo. Y para empeorarlo todo ni siquiera la conocía. Iba a salir a buscar a la nueva y si era ella seguro lo odiara por su bonita " bienvenida". Sus ojos se cruzaron por un instante y se quedo petrificado al ver unos ojos color violetas. Eran los más bonitos que había visto y su mirada lo expresaba todo. Solo una mirada y te hacia viajar a la profundidad de sus ojos.

--¿ Eres un ángel que me llevara al cielo?- La castaña tenia una sonrisa tonta y estaba tan convencida de que todo era un sueño que se lanzó a abrazarle. Al sentir aquel repentino acercamiento el rubio se despertó de sus pensamientos y le miró confundido.

-- ¿ Ángel? Creo que estas un poco mareada. Soy Nathaniel, el delegado de clase. - Se separo de Su, dejándola súper avergonzada. Su primer día y ya había soltado tonterías delante del primer chico guapo que ve. Agachó la cabeza toda sonrojada y pockeó los dedos.

-- Y-yo soy Sucrette, pero puedes llamarme Su.- La ojos violetas le sonrió un poco dejando atrás la vergüenza.- L-lo siento mucho yo no quería decir eso...- Cogió al chico de la camisa para luego agitarlo, lloraba cómicamente y del nerviosismo parecía una loca.

-- No pasa nada ¿ Pero puedes soltarme? Que me estoy mareando.- La cara de Nathaniel paso de blanco a amarilla y Sucrette le soltó casi tirándole al suelo. El rubio se ordenó la ropa un poco para luego mirarla con una gota estilo anime en la frente.- Venía a darte la bienvenida, la directora me dijo que me ocupara de ti ya que esta bastante ocupada. Puedes hablar conmigo para cuando tengas cualquier problema. ¡ Bienvenida a Sweet Amoris, Su! - Nathaniel amablemente mientras le cogía de la mano y la llevaba a la sala de delegados. Durante el rato de su papeleo no dejo de mirarle ni un segundo. Era la primera vez que le decían palabras tan amables, y más después del torpe incidente. Cuando hubieron acabado Nathaniel se ofreció a acompañar a Su a conocer su nuevo instituto, pero un chico interrumpió la charla tirándose encima de ella, abrazándola.- ¡Suu, cuanto tiempo sin verte!.- Los dos acabaron en el suelo pero lo que más sorprendió a la chica fue de quien se trataba el abrazo.- ¿ Ken, qué haces aquí?....

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Este es el primer capitulo de CdM wiiii xD

Siempre quise hacer un fic y bueno pues por fin me decidí a hacerlo. Será un harem así que habrá escenas con todos los chicos, con todos :3 y si va bien e e fic pensare de hacer fanfic de parejas independientes, pero eso en un futuro, muy lejano creo...

Att: Hikaru Tsugi

Harem con los chicos de Corazón de MelonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora