3. ¿ Quién dice que los principes victorianos no existen?

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— ¿ Vuelvo a repetir...Qué hacías con Castiel?.- Enfrenté de Sucrette se encontraban 3 chicas. La de en medio, la rubia, a su izquierda la occidental y al otro lado una castaña. No tardo nada en identificarlas. Eran las chicas que le habló Ken antes de irse. ¿ Y quién es Castiel? La ojos violetas se quedó pensando sin acordarse de quien podría ser.
  -— No se de que me hablas ni me importa. Devuelvele el dinero a mi amigo Ken.- Extendió el brazo mirandolas fijamente a los ojos.
  -— Si te refieres al pardillo con gafas ya nos hemos gastado el dinero, aunque tampoco te lo daría.- Chasqueo la lengua para luego apartarse el pelo coquetamente.- Te advierto de algo....No te acerques nunca más a Castiel y a Nathaniel ¿ Entiendes?.- Sin dejarle protestar las tres " princesas" pasaron de largo no sin antes empujarla.
La castaña se quedó sola en aquel inmenso pasillo. Se fueron tan rápido que se quedo con la palabra en la boca. Suspiró amargamente y fue directamente a por sus cosas en su casillero. Para ser su primer día de clase a conseguido más enemigos que amigos, cosa que pensó que era imposible. Cuando estuvo apunto de irse divisó una puerta debajo de la escalera. Con curiosidad la chica se acercó a la puerta y con cautela comprovó si se abría. La manilla giró lentamente hasta dejar un hueco en la puerta. Miró a su alrededor comprovando que no hubiese nadie y asomó la cabeza por el hueco. Había unas escaleras que llevaban a un sótano por lo que parecía, pero estaba tan oscuro que no se veía nada. Entró al sótano y con cuidado bajó. Con la mano izquierda se guiaba por las paredes en busca de algun interruptor o lámpara. Mientras paseaba por la sala se tropezó con una silla. Y antes de caer al suelo apoyó la mano, que antes estaba libre, en la mesa. Cuando pasó las mano por encima sólo tocaba papeles, bolis, estuches... Con suerte la chica encontró una lámpara en la esquina de la mesa y la encendió. Rápidamente se dejó ver una amplia habitación llena de cajas, objetos esparcidos por el suelo... Pero también la utilizaban de estudio ya que la mesa estaba llena de letras y partituras. Debajo de la escalera vio la silueta de una silla y cuando fue a recogerla se encontró con un chico. Había un chico peliplata dormido. Vestía con ropa un poco, bastante, llamativa. Su dedujo que se trataba de estilo victoriano. Sucrette dejó la mochila en el suelo y meció su hombro.- Etto...Perdone...-  La chica siguió el balanceó hasta que su acompañante abrió los ojos por completo. Tenía un ojo de cada color; naranja y verde. Se quedó estupefacta mirandolo. Era muy extraño y con esas pintas lo demostraba más. Pero a la vez tenía un aura que hacía querer conocerle y no dejar de mirarle. El chico bostezo y después de pasar las manos por la cara clavó la mirada en ella.
 -— ¿ Quién es usted, señorita?.- Con una voz dulce y grave el peliplata se levantó y se acercó a la mesa. Su se dio cuenta que dejó caer algo y lo recogió, era una libreta.
  -— ¿S-señorita? M-me llamo Sucrette, encantada.- Titubeó un poco por su cumplido. Le recordó un poco a un príncipe victoriano. Lo tenía todo; belleza, amabilidad, respeto, voz melodíosa...
  -— Lo mismo digo. Yo soy Lysandro.- Se acercó a Su para depositar un beso en su fina mano. Le quemaba la piel donde rozó sus labios.  ¿ Me lo parece a mi o aparte de conseguir enemigos también a conocido chicos interesantes?.Lysandro aprovechó y le quitó la libreta de las manos a Su ,mientras esta se tambaleaba toda sonrojada y balbuceaba cosas extrañas.- Seguro es un sueño y en verdad todo esto no ha ocurrido.- Cerró los ojos, se dio dos cachetadas en la cara y luego los abrió. El chico la miró curioso y esbozó una pequeña sonrisa.- No debería hacerse daño señorita. Me parece graciosa tu forma de actuar. Es interesante.-  La castaña se volteó nerviosa y alterada de mostrar sus tonterias a flote, pero se tranquilizó que le piropeaba como si nada.- ¿ Porque siempre la fastidio delante de los chicos guapos? Acaso estoy maldita o qué? Kami-sama ( Dios) eres malvado.- Lloriqueó exageradamente para si. El otro no se enteraba de nada pero se divertía con ella.- Me alegra haberla conocido Sucrette. Hasta la próxima.- Le revolvió el pelo sonriendo amablemente y subió por las escaleras.- Gracias por encontrar mi libreta se me olvidó decirtelo.-
Su se acariciaba el pelo con la cara roja mientras miraba como se alejaba .- Parece ser que tiene peor cabeza que yo jeje.- Río para sus adentros con una gota estilo anime en la frente. Recogió su mochila y se fue hasta su casa. Como ya era muy tarde después de cenar con su tía fue directamente a dormir. Pero como le costaba conciliar el sueño solía coger el ordenador un poco antes de dormir. De golpe su móvil empezó a sonar. No solía recibir llamadas a no ser que su tía o sus padres le llamaban para algo urgente. Descartó la idea que fuera de sus padres ya que estarian muy ocupados para llamarla y más a las tantas de la noche. Confundida y extrañada por la llamada cogió el teléfono.- ¿Diga quién es?
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Y aquí el capítulo 3 porfiin (?)
Muchas gracias por vuestros comentarios me habéis ayudado mucho (ahora tendré más cuidado a la hora de poner los nombres)
Y aunque sea algo atrasado buenas novidades y feliz año nuevo ^.^

Harem con los chicos de Corazón de MelonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora