Suena bastante normal ser estudiante y ser pésima en matemáticas ¿Verdad? Pero que hacer cuando tú profesora es joven y hermosa, provocando que con una sonrisa te mueva el mundo. Este es el caso de Jennie Kim una estudiante universitaria de 22 años...
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Rosé, Lisa, Joy y Yeri intentaban animar a Jisoo, quien desde que vio a Jennie en coma no tenía ganas de absolutamente nada que no sea Jennie. Habían pasado tres días en el que no sabían si ella se iba a recuperar o no.
-Jennie... Amiga... Hola...- Lisa estaba con Jennie hablándole mientras sus lágrimas caían.- Enserio no puedo creer que esto este pasando... Aun recuerdo cuando llegaste a mi vida... Eras muy miedosa, nos unió el bullying que nos hacían...- Largo una pequeña risa.- Pero... Ahora me arrepiento de no haber estado contigo cuando todo esto paso... Pero deseo de verdad que te recuperes...
De los ojos de Jennie comenzaron a caer lágrimas que Lisa noto inmediatamente.
-Jennie por favor si logras escuchar todo lo que estoy diciéndote... Despierta... Jisoo, Yo... Y todas las demás te necesitamos con nosotras...
La rubia acercó un poco su mano a la de Jennie y está la sostuvo lo que provocó que la rubia diera un grito de emoción que en la parte de afuera llamó la atención de Jisoo y Rosé quienes sin importar nada entraron a la habitación.
-¡JENNIE ESTA SOSTENIENDO MI MANO!- La rubia comenzó a limpiarse las lágrimas de felicidad realmente era feliz de que aquello pasase.
-Jen... Mi amor...- Jisoo se acercó a la castaña y comenzó a hablarle.- Por favor... Abre tus ojos... Di algo... Te necesito conmigo... Sin ti yo no puedo vivir...- Acarició su frente.
En ese momento un doctor entro a la habitación y procedió a sacar a las tres chicas de la habitación ya que no podían entrar en por el momento, al ver que Jennie comenzó a responder a algunas cosas con movimiento procedió a hacer todo lo posible por qué está despierte.
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Eran las 5:30am había una fuerte tormenta en la ciudad, Jisoo veía como la lluvia caía por las ventanas del lugar, se sentía demasiado triste, recordaba todas esas veces en la que estaba con Jennie y eran felices juntas.
-Te amo Kim Jisoo.- Exclamó una feliz Jennie mientras abrazaba a la pelinegra y caminaban de la mano sin importarle nada.
-Y yo a ti Jen...- Respondió la contraria con una sonrisa y beso los labios de la menor quien gustosamente correspondió a eso.
Esa había sido su primera salida como pareja oficial, sin duda un lindo recuerdo.
-¡JISOO!- Rosé con una sonrisa y agitada corrió hacia ella.
-¡JENNIE ACABA DE DESPERTAR!- Dijo esta mientras seguía agitada.
La pelinegra sentía como su mundo nuevamente volvía a ser color rosa, como todo su dolor se iba, rápidamente se fue corriendo hacia las escaleras para subir al otro piso en donde estaba la habitación de Jennie.
Sin hacer caso a nadie con toda su fuerza empujó la puerta de la habitación y entro.
Ahí estaba Jennie con sus ojitos abiertos débilmente mientras aún tenía el oxígeno puesto.
-J..J-isoo...- Pronunció débilmente la castaña mientras la miraba y sus lágrimas caían lentamente.
-Ya estoy contigo mi bebé, no voy a separarme de ti...- Jisoo rápidamente se acercó a la castaña y sostuvo su mano.
-Te amo...- Jennie sonrio.- E-estoy b-bie-n... Voy a vivir...
Jisoo sin duda por la emoción comenzó a llorar mientras asentía y agarraba la mano de su novia y futura esposa.
-No van a volver a separarnos nunca mas...- La pelinegra le saco la máscara de oxígeno a la castaña y se acercó.- Nunca más...
Dicho esto unió sus labios con los de la castaña y la beso con mucho amor a lo que Jennie aún sin fuerzas intento seguir el ritmo del beso.
