Suena bastante normal ser estudiante y ser pésima en matemáticas ¿Verdad? Pero que hacer cuando tú profesora es joven y hermosa, provocando que con una sonrisa te mueva el mundo. Este es el caso de Jennie Kim una estudiante universitaria de 22 años...
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-¡YERIII!- Grito Lisa al ver que Seulgi estaba sobre Yeri mientras tenía un cuchillo.
-¡LISA SERIA MEJOR QUE ME AYUDARAS!- Grito la chica intentando quitarse de encima a la pelinegra.
-¡DALE UN GOLPE EN LA VAGINAAAA!
-¡LISA!
-¡A LA VAGINA!
Yeri no podía ni moverse, Seulgi estaba realmente loca se notaba en su mirada que quería matarla a toda costa.
-¡Voy a disfrutar de matarte!- Sonreía macabramente la pelinegra
-A bueno te me cuidas.- Sonrió Yeri y con su pierna golpeó a Seulgi en donde Lisa le dijo que lo hiciera, logro sacarsela de encima.
-Estupida...- Seulgi tenía su mirada baja mientras se levantaba.- Eso no me dolió.- Levantó su vista y ahí demasiado cerca estaba Lisa junto a Yeri.
-¡PERO ESTO SI TE VA A DOLER!- Gritaron ambas chicas al mismo tiempo y la patearon haciendola caer en una silla la cual rompió.
-¡Van a lamentarlo!- Sonrió agarrando el cuchillo.
-¡A correr!- Gritaron nuevamente ambas y corrieron lo más rápido que pudieron a las habitaciones de arriba. Se encerraron en uno de los cuartos con seguro.
-Esta perra está loca.- Suspiro Lisa apoyada en la pared.
-¡Quiso matarme!- Grito Yeri mirando a Lisa.
-Oye cálmate.- Lisa se acercó a ella.- No es para tanto, solo quiso matarte no es la gran cosa.
-¡LISA!
En ese momento se escuchó a Seulgi afuera quien comenzó a golpear la puerta.
-Bueno Yeri... Sal así te lleva con Jennie y bueno... Te voy a extrañar querida.- La rubia comenzó a empujarla.
-¡Vamos las dos!- La agarro del brazo.
-No, yo tengo que rastrearte y de ese modo encontraremos a Jennie, por favor que te violen no es la gran cosa ya de seguro Joy contigo lo ha echo más de una vez.- La rubia cruzó sus brazos.
-Aveces eres muy idiota.- Yeri copio las acciones de la rubia.- Sería mejor que ambas salgamos, la tiremos al suelo y la retengamos hasta que lleguen nuestras mommy's
-Si... Eso era otra opción.- La rubia pensó unos momentos.
-¡Abran la puerta!- Grito Seulgi.- Juguemos malditas a pasivas.
-¿A que?- Lisa se apoyó cerca de la puerta.
-A que yo me las cojo.- Pateó la puerta.
-Mejor al revés.- Hablo riendo.
-¿Eh? ¡No estoy aqui para sus estupideces!- Iba a correr y empujar la puerta.
-¡AHORA YERI!- Grito Lisa al sentir que Seulgi se aproximaba.
Yeri rápidamente abrió la puerta a lo que Seulgi corriendo entro al cierto pero tropezó con el pie de la rubia cayendo al suelo con el cuchillo el cual se clavó en mano y esto le dió tiempo a que Lisa se subiera sobre ella bloqueando sus ataques y sacándole el cuchillo de la mano provocando que también su ropa se manejará de su sangre.
-¿No te enseño tu mamá que no es bueno correr con cuchillos?- Pregunto la rubia.- La niña se cortó la manito.
-¡AY PESAS MUCHO!- Grito la pelinegra intentando safarse.
La puerta de entrada se abrió bruscamente a lo que Rosé, Jisoo y Joy entraran rápidamente a la casa en dirección a los cuartos.
Al entrar entre todas agarraron a Seulgi y la ataron a la cama fuertemente para que así no se liberará.
-A Irene le encantará saber que tenemos ahora a su novia secuestrada.- Reía Rosé.
-Creo que el estafador resultó estafado.- Sonrió Lisa.- ¿Habia algo en la casa?
-No... Nada, solo estaba el celular por donde llegó la llamada.- Respondió Joy
-¡AHORA TU NOS DIRAS DONDE ESTA JENNIE!- Jisoo enojada se acercó a la chica.
-Pfff, como si así de fácil lo haría.- Sonrió.
Jisoo solo procedió a sonreír.
-Creeme... No te gustará conocer mi lado más sádico... Puedo torturarte de todas las formas posibles, creo que comenzaremos con mi favorita...- Sonrió.- La picada electrica.
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Jennie tenía sus ojos hinchados de tanto llorar, extrañaba a Jisoo. Al escuchar su voz sintio mucha seguridad pero al parecer está no se había dado cuenta de nada... Ni tampoco Rosé o Joy...
Jennie no estaba en ningún lugar abandonado o en ruinas o lejos del país o algo, estaba en el sótano secreto de la casa de Irene. Por esa razón había escuchado la voz del amor de su vista pero no podía hacer ruidos estaba totalmente atada a los alambres de púas, cualquier movimiento que hacía podría hacerle daño.
-¡Maldita sea! Agarraron a Seulgi...- Suspiro frustrada Irene.- Ahora podría matarte.- Agarro el mentón de Jennie mientras esta tenía su boca tapada con la cinta.- Voy a esperar un poco más...
Sin duda Jennie tenía miedo de morir ahí mismo, ya su cuerpo le dolía de tantas inyecciones que le ponía Irene todos los días y el alambre de púas lastimando sus muñecas y tobillos.