Suena bastante normal ser estudiante y ser pésima en matemáticas ¿Verdad? Pero que hacer cuando tú profesora es joven y hermosa, provocando que con una sonrisa te mueva el mundo. Este es el caso de Jennie Kim una estudiante universitaria de 22 años...
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La castaña no tenía noción del tiempo, no sabía ni cómo había llegado casa. Luego de tener una tarde relajante de sexo con su mommy se fue a tomar a un bar con Lisa y Yeri, todo aquello se descontroló al parecer Yeri casi cae en un coma etílico al igual que ella y Lisa, no fue buena idea mezclar vodka con Tequila, sentía que su hígado había explotado
Aquella chica de cabello castaño no sabía cómo había llegado a su casa, estaba tan borracha que se apenas entro a la habitación cayó al suelo y se terminó durmiendo ahí.
Despertó por los rayos de sol en su cara, sonrió al ver que estaba en la cama, a su lado había una nota de Jisoo.
"Bebé, será mejor que no vayas a la universidad hoy estás demasiado borracha así que descansa bien. Te prepare una rica sopa así te vas recuperando y luego copias todo lo que hicieron hoy ¿bien? Te amo mi niña hermosa, más tarde te veo <3"
-Kim Jisoo usted es la mujer a la que más amo con toda mi vida.- Sonrió Jennie y procedió a besar la carta mientras se levantaba de la cama y se desvestía para entrar a la ducha para que de una vez se le pase la borrachera.
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La castaña se encontraba haciendo ejercicio, en la tele. Hasta que el teléfono que estaba cerca de la escalera comenzó a sonar, la chica rápidamente bajó el volumen de la televisión y corrió para atender la llamada.
-¿Si diga?- Hablo la castaña, no sabía quien le estaba llamando.
-Buenas ¿señorita Kim Jennie?- Hablo una voz masculina de un hombre mayor.
-Si, soy yo ¿con quien habló?- Pregunto.
-Soy el jefe de policía, queremos avisarle que trate de mantenerse siempre con alguien o armada, lamentablemente informamos que está mañana, la señorita Bae Joohyun se ha escapado de la cárcel.- Hablo este.
Jennie sin decir ni una palabra cortó la llamada, se quedó en la misma posición totalmente helada, no podía creer que la policía era tan tonta como para dejar escapar a aquella mujer que le hizo la vida imposible. Si algo sentía era miedo y aún faltaban dos horas para que Jisoo y Rosé llegaran estaba totalmente sola en la casa, además Lisa se había quedado a dormir en la casa de Yeri y tal vez aún siga en coma por las copas que tomaron ayer.
Se dió la vuelta, y abrió sus ojos grandes al ver a la distancia a Joohyun observándola.
-Oh querida Jennie nos volvemos a ver.- Hablo con una sonrisa maniaca aquella mujer.
La castaña rápidamente tomo en teléfono para llamar a la policía, sintió un pinchazo en su cuello, lentamente vio y tenia una geringa clavada.
-Buenas noches Jendukie.- Sonrió la mayor y le inyectó todo aquel liquido que tenía la geringa
La castaña sintio más liviano su cuerpo, poco a poco termino en el suelo.
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-¡Jennie amor ya llegué!- Hablo la pelinegra entrando a casa.- ¡Rose fue a buscar a Lisa no tarda en llegar!- La pelinegra sintió intriga al no recibir respuesta de su pareja.- ¿Jennie?- Entro al comedor pero no la vio.
Comenzó a buscar por todos los lugares de la casa, hasta incluso en el patio pero no la encontro.
-¿Jennie donde estas?- Se preguntaba.
Su celular comenzó a vibrar, vio un número desconocido y muy raro.
-¿Hola?- Hablo confundida.
-Querida Kim Jisoo ¿Me extrañaste maldita zorra?- Se escuchó la voz de Joohyun.
-No... Joohyun...
-La mismísima, mira de seguro estás buscando como perra en celo a tu querida putita.- Largo en celo.- La tengo aquí conmigo, créeme que le haré lo que yo quiera por qué estoy loca de remate, puedo matarla si se me da la regalada gana.- Se reía.
-¡Por favor Joohyun basta!- La pelinegra larga a varias lágrimas.
-Hasta luego Kim Jisoo, suerte con tu búsqueda.- Dicho esto cortó la llamada no sin antes hacer gritar a Jennie por ayuda.
Jisoo dejo caer su teléfono al suelo y luego ella se tiró de rodillas mientras lloraba, no podía creer que todo aquello estuviera pasando.