Suena bastante normal ser estudiante y ser pésima en matemáticas ¿Verdad? Pero que hacer cuando tú profesora es joven y hermosa, provocando que con una sonrisa te mueva el mundo. Este es el caso de Jennie Kim una estudiante universitaria de 22 años...
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-Despierta princesa...
Aquella castaña lentamente abrió sus ojos y se sentía tan aliviada, miro a su lado y ahi Jisoo estaba sentada mientras sostenía su mano y acariciaba su rostro.
-Mmm...- Se estiraba en la camilla.- ¿Que pasó?- Pregunto algo desorientada.
-Te quedaste dormida anoche.- Sonrió la pelinegra.
Jennie vio que estaba en una habitación para ella sola y ya no tenía ninguna máquina conectada a su cuerpo ni ninguna aguja.- ¿Ya me puedo ir amor...?- Veía a su pareja.
-Todavía no amor, vas a estar en observación por algunos días más y recién podremos irnos.- Jisoo beso su frente.
-Quiero tomar aire fresco... Ya me cansé de estar acostada...- Se sentó en la camilla.
-Bueno... Supongo que si podremos hacer eso... Pero las enfermeras dijeron que la fuerza de tus piernas aún es muy sensible por lo que...- La mayor se levantó de la silla y camino hacia la esquina mientras empujaba la silla de ruedas.- Me toca llevarte.- Le sonrio.
Jennie solo lanzó una pequeña risa ante aquello y extendió sus brazos a su pareja quien la abrazó y le dió un beso tierno en sus labios.
-Me alegra tanto que estés conmigo princesa.- Le sonrió mientras le dió un beso rápido en sus labios.
-Y yo me siento feliz de que seas tú la dueña de mi corazón...- Se aferró a su cuerpo.- No me he quitado el anillo de compromiso por nada del mundo.- Se lo mostraba.
-Yo tampoco.- Jisoo entrelazó su mano con la de la chica.
Con cuidado la cargo en sus fuertes brazos y la sentó en la silla de ruedas.
-Iremos al patio del hospital ya que lastimosamente no tenemos permiso de salir de aquí.- Comenzó a empujar la silla y salieron de la habitación.
Jennie veía todo a su alrededor, nunca había estado internada en un hospital o almenos ella no lo recordaba y era algo extraño, al llegar al patio habian algunos juegos infantiles en donde varios niños entre 3 y 5 años jugaban y reían.
-Que lindos...- Hablo la castaña con una sonrisa mientras los veía jugar.
-Todo es risa hasta que se enteran que necesitan una inyección...- Jisoo lanzó un comentario random.
-¿Que?- Pregunto Jennie algo confundida.
-Nada, lo siento.- Jisoo se dió un pequeño golpe en la cabeza.
La menor solo reía mientras Jisoo se sentaba en una banca del patio y se ponía a charlar con Jennie.
-¿Puedo decirte algo?- Hablo Jennie aún mirando a los niños jugar y veía como uno que otro era llevado por sus padres de la mano.
-Si, claro.- Jisoo respondió.
-Bueno... Se que es temprano para pensar en eso pero realmente es algo que me gustaría cumplir.- Tomo la mano de Jisoo y la miró con una sonrisa.- Me gustaría mucho que cuando nos casemos... Tengamos un bebé.-
-¿Tu crees que a mí ni me gustaría?- Beso su mano.- Anhelo tener un niño a tu lado.
-¿Enserio?- Sus ojos se iluminaron.-
-Si... Sería muy feliz de poder cuidarlo a tu lado mi amor...
Jennie beso los labios de Jisoo de forma tierna sin importar quienes la estuvieran viendo.
-¡Ay que leeeendoooo!- Se escuchó el sonido de una cámara.-
Ambas chicas se separon y vieron en la dirección de esa voz, era Lisa quien tenía una cámara, había fotografiado aquel beso y estaba en compañía de Yeri quien en sus manos tenía una caja que estaba decorada.
-¡Las diosas de la puteria siempre unidas!- Hablaron ambas chicas al mismo tiempo mientras se acercaban a Jennie y la llenaban de besos y abrazos llenos de mucho cariño.
-Bueno ya, malditas empalagosas.- Jennie trataba de separarlas.
-¡Ay si fuera Jisoo la que te da cariño de seguro hasta te desvistes! Qué injusta eres con nosotras, vámonos Yeri aquí no nos quieren.- La tailandesa estaba apunto de agarrar la mano de su amiga para proceder a irse.
-Que lindo es ver que todo volvió a la normalidad.- Suspiro Jisoo mientras largaba una risa.- Bueno chicas, cuiden a Jennie... Tengo mucho sueño iré por un café, por favor... No hagan nada loco...
-¡Ve! Nosotras la cuidamos...- Lisa la despidió, veía como la pelinegra poco a poco se alejaba.- ¡TRAGOS CON VODKAAAAAAAAA!
-¿Que?- Yeri veía a la rubia.
-Mira.- De su chaqueta saco la botella de alcohol.
-¡¿Que mierda!?- Jennie la veía.- ¡Guarda eso estúpida!
-¿En que momento lo metiste ahí?- Yeri también la veía confundida.- Estoy segura que estuve todo el tiempo contigo...
-Hay cosas que no se deben mencionar.- Lisa reía.- ¡Hora de festejar por qué Jennie está viva y dentro de algunos días volverá a ser cogida bestialmente por el mujeron que tiene de novia!
Jennie y Yeri se taparon la cara mientras sentían como la mirada de todos estaban sobre ellas culpa de Lisa quien tenía una gran sonrisa en su rostro.