¿¡En serio!? ¡¡¡Gajeel!!! GaLu ♥♥♥

Un Poco Más Cerca De Ti.

Solo días habían pasado desde aquella misión de la que nadie sabía nada, ya que, al momento de querer investigar, los gruñidos del Dragon Slayer de hierro los ahuyentaba, y tanto la rubia como el azabache se habían vuelto mucho más unidos.

En el gremio todos aún pensaban que eso era un sueño.

¡Y es que todo parecía irreal tan irreal!

Querían que todo volviera a la normalidad cuanto antes.

La rutina era la siguiente: Lucy despertaba, se aseaba, se preparaba para ir al gremio y justo al momento de salir, ya estaban Gajeel y Lily esperando por ella para llegar juntos. Solían parar a desayunar a un pequeño local antes de llegar al ruidoso gremio, era un espacio solo para ellos. El azabache lo había encontrado y quiso mostrárselo a la maga, desde entonces no desayunan en otro lugar. Para Lucy era especial ya que fue el primer lugar donde la llevó Gajeel, era... un tanto romántico y cada vez que pensaba eso se sonrojaba y Lily no paraba de preguntarle qué le pasaba para estar así e insinuarle cosas que ese gato ni siquiera debería saber.

Gajeel, como todo buen Dragon Slayer en cortejo (cosa que la maga no sabía y que el azabache no tenía pensado contarle por el momento), le hacía saber a su pareja elegida, con sus acciones, que siempre quería estar con ella, además de que cumplía cada capricho de su parte. Si la rubia quería una batida, él se la llevaba; si la rubia quería dar un paseo, él la acompañaba y si la rubia no quería hacer nada, pues ellos se acomodaban bajo la sombra de un árbol en el parque de Magnolia a disfrutar del silencio y de la compañía que le ofrecía el otro.

Y todo eso se formó en menos de una semana.

La paranoia del gremio estaba fundamentada.

Ahora ellos tres estaban saliendo del pequeño local luego de haber desayunado. Para dejar completamente el lugar tenían que bajar unos pequeños escalones de mármol y el azabache, una vez abajo, dice...

POV. Gajeel.

— ¿Necesita la señorita ayuda para bajar? — suavemente extiendo mi mano para ver cómo el rojo cubre la cara de mi rubia, sin embargo, eso no evita que tome mi mano y sonría de la manera más deslumbrante que he visto.

— Por supuesto, con sumo placer acepto su ofrecimiento, joven — responde como toda la dama que es y baja los escalones con mi ayuda.

Lily solo puede mirar la escena y pensar que la mejor decisión que tomó el maestro fue mandarlos a esa misión, pero los resultados fueron mucho mejores de los que él esperaba.

«Se guuuusssstaaaaannn» fueron los pensamientos de Lily, algo que los magos no tenían ni idea.

Fin POV. Gajeel.

Una vez que la rubia bajase los escalones el Dragon Slayer soltó su mano y ambos empezaron a caminar hacia el gremio, pero de inmediato los dos sintieron un frío donde antes estaba la mano del contrario, no obstante, ninguno dijo nada al respecto. Lily solo observó la situación y negó, queriendo golpearse la frente al instante por la poca disposición de estos dos bobos a hablar de la situación.

«A esos dos todavía les falta mucho camino por recorrer». Pero sin darle más cabida a esos pensamientos dio un salto para colocarse en la cabellera rubia y que no lo dejaran olvidado como ya había pasado en ocasiones y es que esos dos, cuando estaban juntos, se metían en su burbuja y no había ningún tipo de poder que penetrase en ella. Todo esto fue comprobado una vez cuando Natsu se pasó horas gritándole a la maga algo y esta nada de prestarle atención por estar hablando con Gajeel. Natsu juró que se vengaría del azabache por el robo de su mejor amiga, lo mismo pasaba con el mago de hierro, una vez, Levi se le acercó para que le ayudase con algunos libros que tenía que llevar a la biblioteca del gremio y este nada de responderle por estar viendo a la rubia. La enana se fue muy disgustada porque la habían ignorado.