Si cuando llegaron, el gremio estaba totalmente en silencio, ahora parecía que alguien se hubiese muerto por el mutismo que habitaba en él. Todos se dieron cuenta de que la relación entre ellos había cambiado abismalmente, pero nadie notó cómo Lucy se aferraba al cuello de Gajeel como si de un salvavidas se tratase. Lo único que notaron fue el brutal gruñido del Dragon Slayer, a todos les recorrió un escalofrío desde que lo escucharon, varios tuvieron que cubrirse los oídos por la intensidad del mismo.
¿Qué había ocurrido?
Cada uno esperaba impaciente por la respuesta, pero ninguno de los tres parecía querer responder la incógnita.
—No pasó nada—Respondió, finalmente, Lucy después de lo que parecía haber sido horas de larga espera. Había alzado la voz, pero aún se escondía tras la espalda del Dragon Slayer. Claro, el maestro no le creyó ni un poco—Solo un pervertido demasiado desagradable para mi gusto—Ahora, eso fue más creíble.
—¿Ah, sí? Entonces... ¿Por qué no me cuentan más sobre él? Veo que te ha dejado algo incómoda y eso no lo permitiré. Nadie daña a mis hijos y se queda impune después de eso—El maestro todavía tenia sus dudas, pero la seguridad de ellos era lo primero.
—Eso no será necesario...
El maestro se extrañó ante la respuesta de su hija, iba a preguntar el por qué pero ella se le adelantó.
—Gajeel ya se encargó de él. Dudo que me vuelva a molestar—Ahí fue el único momento en el cual Lucy hizo contacto visual con el maestro. En su mirada podías notar el alivio y la gratitud. Ahora estaba completamente seguro en que hizo bien al mandarlos a esa misión. Ya le preguntaría luego a Lily sobre los detalles.
—Siendo ese el caso...—Dijo el maestro misteriosamente mientras se paraba encima de la barra—¡Fiesta!
Nadie lo pensó dos veces para comenzar a beber y festejar. Si bien no necesitaban una excusa para hacer una fiesta, ahora que la tenían... Bueno... Mucho mejor.
Al ver eso, a Lily le bajó una gota por la sien mientras se preguntaba si hizo bien en unirse a ese gremio de locos, Gajeel dejó ir la tensión en su cuerpo y fue a sentarse en una mesa, teniendo siempre en cuenta que su compañera estuviese cómoda. Lucy le agradeció el gesto, a lo que él simplemente acarició con ternura su rostro. Todo esto fue observado por los pequeños ojos de la Dragon Slayer del viento quien, con suma rapidez, fue donde el Dragon Slayer de fuego y le mostró, disimuladamente, el actuar de los recién llegados.
Natsu no podía creer lo que sus ojos veían. Tanta devoción en esos rojizos ojos, y tanto cariño devuelto en esos achocolatados... ¿Era en serio? Gajeel actuaba tan dulce con la maga que se le hacía inaudito. La trataba de tal manera con Lucy que ya no podía negarlo. Aquella caricia se lo confirmó todo. Fue hecha con tanta delicadeza y amor que negarlo sería estúpido de su parte. Gajeel había elegido a la rubia como su pareja.
Y, por lo que sus verdes ojos veían... A Lucy no le desagradaba la idea.
—¡Natsu! ¿No es genial? ¡Gajeel y Lucy se reconciliaron!—Su novia, Lisanna, se le acercó con una gran sonrisa. Ella también era muy amiga de la rubia y estaba muy agradecida con ella por haberle ayudado con Natsu.
—Sí... Eso es genial... —Lo dijo con tan poco ánimo que a la alvina se le hizo extraño. ¿No que debería estar feliz por ellos? Estaban de fiesta por eso. Notó, en ese momento que cierta niña de pelo azulado estaba al lado de su novio y esta también estaba algo ida. Como sino pudieran terminar de entender algo.
—Natsu, Wendy... ¿Les pasa algo?—Les pasó varias veces la mano frente a sus rostros pero estos seguían ensimismados. Ok, esto ya la estaba preocupando. Los observó más de cerca y se dio cuenta de que ambos estaban mirando en la misma dirección, esto la extrañó aún más pero decidió mirar para saber lo que los tenía así, pero no vio nada fuera de lo normal. Simplemente a Lucy sentada al lado de Gajeel con Lily en las piernas de la rubia, quien disfrutaba de las caricias de ella en su pelaje. Nada fuera de lo normal. En serio, no entendía nada—Natsu, Wendy...—Aún sin respuesta. Bufó, cansada de la situación y se alejó murmurando—Dragon Slayers... Ya se entenderán ellos...
Mientras Wendy y Natsu seguían tratando de acoplar la nueva información en sus cabezas... Gajeel le preguntaba a Lucy si había algo que quisiera en esos momentos.
—Hmn...—Se quedó pensándolo unos momentos. Debería comer algo, después de todo no había tenido mucho apetito después que eso pasara, pero... No tenía ánimos de comer—Una batida de vainilla estaría bien—Le respondió con una sonrisa.
El azabache asintió y se quedó pensando unos segundos antes de levantarse e irse por el pedido, dejando a la rubia con una incógnita de qué era lo que sucedía. Tenía horas pensando en eso, sentía que estaba metida en algo, y no sabía qué era. Lily se quedó observando todo con una sonrisa, esto estaba yendo mejor de lo que pensaba.
Gajeel volvió a los pocos minutos con lo pedido... Y algo más.
Puso la bandeja en la mesa y se la ofreció a Lucy, esta se quedó mirándola un rato, luego miró al mago frente a ella, a la bandeja y a Gajeel otra vez. Y así se la pasó unos segundos más.
—¿Qué es todo esto?—Finalmente preguntó.
—Comida.
A Lucy le bajó una gota por la sien ante tal respuesta—Eso lo sé... Pero no era necesaria tanta...
La gota aumentó de tamaño al volver su vista hacia la bandeja. En la bandeja que Gajeel le había traído, había un regimiento. Tostadas con varias mermeladas en ellas, galletas, panqueques, huevos fritos, jugo de naranja, batida de chocolate, de vainilla, manzanas, uvas, peras, mangos, pastel de fresas... Y más.
Se comenzaba a preguntar de dónde sacó tantas cosas en tan poco tiempo.
Cuando levantó la mirada y la suya chocó con la de Gajeel, no pudo evitar preguntarse qué hizo. El azabache tenía el ceño fruncido. ¿Estaba enojado con ella? ¡Pero si no había hecho nada!
—¿Creíste que no me daría cuenta de que casi no has comido desde aquella noche? A penas y pruebas bocado—Sus ojos se estrecharon. La estaba regañando. Bajó su cabeza, arrepentida y triste. No quería eso. Quería que Gajeel la mimara. No tenía idea de dónde había comenzado a sacar tales pensamientos, pero se dejaría llevar por los mismos. No le desagradaban. Al sentir una mano acariciando su pelo, subió la mirada y se encontró con la dulce del Dragon Slayer—Me preocupo por ti, pequeña. Si puedo evitar que enfermes o te sientas mal, no dudaré en actuar, y si ibas por ese camino, a penas tocando la comida, caerías enferma y no quiero que eso pase, ¿entiendes?
—S-Sí...—Lucy se enterneció por la sincera preocupación del otro. La calidez que sintió en el tren, camino a la misión, no se comparaba con la que estaba sintiendo en estos momentos.
Gajeel sonrió en respuesta y pasó delicadamente su mano por las mejillas sonrojadas de la maga de espíritus celestiales. Oh, cuánto le encantaba ser el causante de sus sonrojos—Entonces come, o ¿prefieres que te la de yo?—Cuestionó divertido mientras observaba que el sonrojo aumentaba en intensidad.
—¡Eres un idiota!—Le gritó para luego llevarse a la boca una tostada y masticarla con furia. El sonrojo todavía llenando su rostro.
Gajeel no pudo más que darle la razón en sus pensamientos.
«Sí, un idiota que te ama»
Pero eso, ella no lo sabía.
Aún.
Y mientras eso no ocurriera, él la seguiría observando en silencio.
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¿¡En serio!? ¡¡¡Gajeel!!! GaLu ♥♥♥
Fanfiction¿Quién diría que de una discusión y una misión llegaríamos a esto?