ㅡPrólogoㅡ

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Desde antes de la creación de la vida humana, existían seres cuyo nombre asignado fue el de "ángeles". Éstos eran seres de luz, con alas majestuosas y transparentes que nacían desde sus omóplatos, su piel era lechosa y sus cabellos eran blancos como la nieve al igual que sus ojos.

Poseían una gran fuerza y devoción por su Dios, pues éstos sólo servían para ser fieles sirvientes de sus mandados.

Todo comenzó, con el exilio de Lucifer en dónde se crearon dos bandos: el bien y el mal. Por mucho tiempo el mal no tuvo aliados, pues era mucho más cómodo aquel paraíso que todo lo que pedía te lo era dado.

Con el pasar de los siglos aquel ser todopoderoso, Dios, originó la vida y con ella la vida humana, todos a su imagen y semejanza. Ahí comenzó la era del mal.

Depravación, guerras, destrucción.

Y así, Los ángeles, seres de de predominante pureza, conocidos por su exquisita belleza y fortaleza, fueron adaptando acciones de los humanos a sus vidas y cada alma blanca se convertía en una gris hasta llegar a un negro en su totalidad.

La pureza que emanaba estos seres ya no existía en su mayoría, estaba siendo reemplazada por terrible rebeldía. Ángeles jóvenes que sólo querían disfrutar de sus inmortales vidas tal y como veían a los humanos hacer.

Deseaban pecar.

Aquel ser todopoderoso entendía ese estado de rebeldía pero los siguientes al mando tomaron cartas en el asunto envolviendo la mente de su señor, eran demonios con alas blancas.

El paraíso se convirtió en un lugar muy demandante y lleno de reglas, nada era como antes. Los Ángeles pecaminosos eran desterrados de ese paraíso para vivir la agonía y dolor en el tierra, en lo que concierne a ellos,  algo peor que el infierno. Condenados a vivir sin fin, seres inmortales que verían morir a quienes les habían tomado cariño, siendo así su peor sufrimiento.

El primer ángel caído ㅡdespués de Luciferㅡ fue Leyla, que aunque ser escurridiza y curiosa, era la mejor desempeñando su función como fiel sirviente de su señor. Era una de las pocas devotas que quedaban dentro de tanta rebeldía que se mostraba en cada pasillo del paraíso.

Sin embargo, era la candidata perfecta para caer en la depravación. Las cartas jugaron y sentenciaron su destino.

"Una injusticia que ella jamás perdonará."

ㅡEllos querían que fuera la mala, entonces los complací ¿verdad, Gabriel? ㅡsu filosa mirada dorada parecía traspasar el cuerpo del susodicho, quién la miró horrorizadoㅡ. Después de todo, incluso Dios querrá al Diablo en su equipo.

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The Immortal Guardian | CANCELADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora