"¡Ugh! ¡Es tan molesta, Plagg! Marinette puso los ojos en blanco y tomó un sorbo de té negro. “Ella pone una voz falsa y dulce y todos caen a sus pies. No sabía que todos mis compañeros de clase eran tan ... crédulos. A riesgo de sonar como Chloe, creo que toda esta situación es ridícula ".
Plagg la estaba visitando, tal como lo hacía todos los jueves por la tarde. Al principio, ella había estado preocupada de que ocurriera un akuma y Chat no pudiera transformarse, pero el kwami le había asegurado que Chat estaba muy cerca y que podía correr hacia él. Además, que se aburrió de su mente en la mochila de su dueño.
Se llevaba muy bien con Plagg, casi demasiado bien. Era como si fueran dos guisantes en una vaina. Por mucho que amaba a Tikki, la gato negro kwami la entendía mejor y tenía la misma línea de pensamiento que ella. Cuando le preguntó por qué no había sido emparejada con él (en parte en broma), el Maestro Fu respondió que el resultado habría sido "demasiado caótico".
"Bueno, tus compañeros de clase son estúpidos". El pequeño dios de la destrucción masticó su queso. “Mira, coletas, sé que has pensado en hacer algo, y estoy de acuerdo. Entonces, ¿por qué no vamos tú y yo a su departamento y encontramos algo de suciedad en ella?
Marinette sonrió, mientras Tikki se palpó la cara. “Podríamos ir cuando ella no esté allí. Pero ... Adrien dijo que deberíamos tomar el camino alto.
“A la mierda Adrien. Esa amiga tuya necesita crecer una columna, Mari.
"Tienes razón". Estaba contenta de que alguien compartiera su opinión, incluso si no lo había dicho en voz alta antes. "Entonces, pasarás por la puerta y-"
"¡Chicos!" Tikki la interrumpió. "¿Eres consciente de que sería una violación?"
“Sí, lo sé. ¿Tu punto? Plagg y Marinette hablaron al unísono y se echaron a reír.
Cuando golpearon el puño, la kwami roja puso los ojos en blanco. "Podrían arrestarte".
“Relájate, cubo de azúcar. No hay forma de que puedan arrestarme. Y si no me arrestan, tampoco dejaré que Marinette vaya a la cárcel ”.
"¡Monta o muere, Plagg!"
Tikki suspiro. "A veces, desearía que nunca se hubieran conocido".
Antes de que ninguno de los dos pudiera responder, sonó una alarma en su teléfono. Significaba que Plagg tenía que irse.
"Aw, hombre!" Se quejó Plagg. "Hora de irse. Pero planearemos este atraco el próximo jueves, princesa.
"Estoy deseando que llegue". Antes de que él pasara por su claraboya, ella gritó. "Fondue la próxima vez?"
"¡Seguro!"
Adrien miró a su kwami con una ceja levantada. "No creas que soy ajeno al hecho de que siempre te escapas mientras estoy en la práctica de esgrima".
El kwami se encogió de hombros. "¿Entonces?"
"¿Fuiste tú?"
"Eso es para mí saber".
"Vamos, Plagg".
"Digamos que es una princesa encantadora".
Adrien jadeó, casi ahogándose en el aire. "Marinette ?!"
