La nueva Argentina

Reforma impositiva y gasto público

"... disminuir el impuesto en cuanto sea posible. En ningún punto la teoría económica ha recibido una confirmación más victoriosa de la experiencia de todos los países, que en la regla que prefiere muchos pocos a pocos muchos."

Juan Bautista Alberdi

Obras Completas de Juan Bautista Alberdi

(Buenos Aires, La Tribuna Nacional, 1886)

Tomo IV

Lo primero a lo que tenemos que apuntar es a una reforma política y estructural del estado. En tal sentido, mi propuesta es un estado chico pero altamente eficiente. Para ello debemos reemplazar, personal por capacitación, y tecnología. Como no podemos darnos el lujo de generar mayor desempleo, la propuesta es conservar la planta permanente de personal, pero no renovarlos, y mientras, los empleados de mayor antigüedad, y por consiguiente experiencia, se encargan de manejar los organismos del estado, rediseñar el mismo, en todo, como si fuera una empresa, diseñar las herramientas y procedimientos más adecuados para realizar las tareas de la manera más eficiente y económica posible, y a la vez capacitando a los empleados más nuevos, de esta forma iremos gradualmente mejorando la eficacia a la vez que reduciendo los costos sin sacrificar empleos.

No es el objetivo de este trabajo mostrar los puntos donde reducir costos, pero basta mirar, al resto del mundo, para saber que las estructuras del estado, son sensiblemente menores y mucho más eficientes. Y los trabajos de rediseño, serán los encargados de mostrar qué organismos deben subsistir, cuales no, cuales deberán surgir, y en todos los casos la estructura que deberán tener para lograr el máximo de eficiencia al menor costo.

En cuanto a los funcionarios políticos, el planteo es muy distinto. Partimos de la base que la política tiene que estar al servicio del pueblo, y no de los intereses individuales del político, y mucho menos, el pueblo al servicio de las estructuras políticas, por ello entre otras cosas, es necesario que el estado deje de aportar fondos a la política.

Con esta premisa, propongo, democratizar nuestras instituciones al máximo. Por ejemplo, eliminar listas sábanas, logrando así que cada uno sepa a quien vote, además permitir la participación de independientes en las elecciones generales, es decir, la participación de quien no tiene una estructura partidaria detrás, permitiendo ocupar cargos a personas de gran capacidad, pero que no han dedicado sus vidas a la política. Para garantizar igualdad de oportunidades, creo, que el camino adecuado, es que no sea el estado, sino los afiliados, quienes sostengan la política partidaria, por ello propongo eliminar los subsidios que el estado entrega, en función de los votos obtenidos, ya que esto lo único que hace es profundizar las diferencias entre los partidos chicos y grandes, debido a que estos últimos, al obtener mayores ganancias, crecerán siempre más, y las campañas cada vez más basan los resultados obtenidos, en las posibilidades económicas y no en el debate de ideas, contribuyendo de esta manera a la muerte de las ideologías.

También, se encuentra en mi línea de pensamiento, reducir el número de diputados y senadores, sensiblemente, ya que al final estos terminan votando como bloque, reduciendo las posturas en las cámaras, lo que hace irrelevante el número de individuos que las componga. Como alternativa, y uniendo ambas propuestas, creo que sería beneficioso, un menor número de congresales, pero con mayor representatividad de ideologías, lo que se lograría con la participación de independientes y la eliminación de las lista sábanas.

Propongo, en consonancia con la nueva organización territorial, que existan dos senadores por región y dos diputados por provincia y dos por la Capital Federal.

En igual sentido sugiero, que cualquier funcionario, no pueda ocupar más de tres cargos electivos y/o políticos, en cualquier nivel, poder y estamento del estado, a lo largo de su vida. Y que cada vez que acceda a una elección, además de discursos ofrezca al electorado, al menos tres proyectos de ley, durante su campaña, por lo que el elector, podrá ver las intenciones del político. Por supuesto que, en caso de acceder al cargo, estos proyectos serán obligatoriamente tratados.