La salud

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"Yo soy un convencido que en nuestro país no existe conciencia de que salud con educación son los dos hechos más trascendentes que tenemos por delante."

René Favaloro

Conferencia de Clausura del XIX Congreso Nacional de Cardiología organizado por la Federación Argentina de Cardiología, en la Ciudad de Mendoza y brindada por el Dr. René Favaloro el día 20 de junio del 2000.
(Nota: ésta fue la última exposición pública del Dr. René Favaloro).

Nos alejamos ahora del tema impositivo, para tratar otros temas como la salud. El actual sistema deberá sufrir un cambio abrupto. Las obras sociales, además de permitir la libre elección entre ellas, deberán permitir asociarse o no, de acuerdo a lo enunciado precedentemente, y también tendrían que competir con el sistema de salud estatal.

Este último funcionará de la siguiente manera, por un lado como una obra social más, sosteniéndose con el aporte de sus afiliados, como centros de atención recibiendo órdenes de otras Obras sociales, o pacientes particulares, y por último atendiendo pacientes del estado, o sea como hospital público.

Para poder funcionar de esta manera, los servicios prestados, deben cumplir en primer lugar, con los mínimos de prestaciones, exigidos para las obras sociales, (los cuales deberán fijarse, por el ministerio de salud, acorde a la medicina moderna, y la calidad de vida deseada para pacientes de un país desarrollado plenamente), y en segundo lugar estar a la altura, y de ser posible, más adelantados aún que los centros de más alta complejidad privados.

Las obras sociales deberán garantizar a sus afiliados, la atención, aportes mediante, una vez alcanzada la edad jubilatória, y además, y sin mediar aportes, la atención durante seis meses posteriores al despido, no a la renuncia (o proporción de acuerdo a los mínimos de antigüedad exigidos) igualmente el estado.

Toda persona que no cuente con ninguna cobertura, y que haya trabajado alguna vez, contará con la obra social estatal, hasta encontrar un nuevo empleo, estos son los únicos pacientes que el estado atenderá en forma gratuita. Pero deberán responder a todas las entrevistas laborales a que sean citados, quedando registro de los motivos de su no incorporación y perdiendo el beneficio al rechazar un trabajo. Al igual que las obras sociales normales, el beneficiario contará con cobertura para su familia, siempre que esta no posea alguna otra.

¿Por qué no cuentan con cobertura social las personas que nunca han trabajado? Porque, si son menores, discapacitados o estudian, cuentan con la obra social de sus padres, y si no, se considerara primer trabajo, la residencia previa a la obtención de la matrícula (tema que trataremos mas adelante). Estas medidas apuntan a combatir el empleo en negro, ya que el empleado, para poder acceder al sistema de salud, deberá estar, o haber estado trabajando y registrado, por otro lado incentiva el estudio, puesto que el mismo asegura cobertura social e inserción en el mercado laboral. Para hacerlo realmente eficaz, es necesario combinarlo con un eficiente sistema de becas.

El sistema estatal, podrá igualmente funcionar como una prepaga, para aquellas personas que no trabajen en relación de dependencia y quieran acogerse a sus beneficios.

Como hemos visto, de esta forma, al hacerse cargo las obras sociales, de los pasivos, desaparecerá gradualmente el P. A. M. I., institución sumamente desprestigiada, y altamente ineficiente. Sin embargo, debemos asegurarnos, que mientras siga teniendo afiliados, ya que su desaparición será gradual, los actuales beneficiarios sean atendidos como se merecen, por eso, se irá reduciendo al mínimo la estructura, y proporcionalmente a la disminución de los afiliados. Además, funcionará como un anexo del sistema de salud estatal y no como un organismo independiente. Es decir, los afiliados del P. A. M. I. pasarán a ser afiliados de la obra social del estado, con los mismos beneficios que un empleado en actividad, sólo que la diferencia de aportes, la cubrirá el estado.

Igualmente, en ambas categorías de afiliados, activos o pasivos, existirán diferencias en los aportes, según los niveles de ingreso, para solucionar esto, a la vez que se fijen los estándares de salud, se fijará el valor de estas coberturas y se procederá de la siguiente manera: cuando el aporte sea igual a la alícuota fijada, por el prestador, para la totalidad del grupo familiar, irá directamente a la cuenta del mismo, cuando sea mayor, el excedente se destinará a un fondo solidario, destinado a cubrir el faltante en los casos en que la tasa aplicada sobre las remuneraciones sea menor a la cuota establecida. Si luego de realizada la totalidad de las compensaciones, existiera un excedente en el fondo, este deberá permanecer allí, para casos en que sea insuficiente, cuando así ocurra y no haya fondos acumulados en el mismo, será el estado quien aporte la diferencia, recuperándola cuando exista superávit.

Los hospitales del estado, que serán tecnológicamente de última generación se integrarán a los regionales, provinciales y municipales, completando una red de cobertura, que no permita que nadie quede sin atención. Sería propicio, determinar los niveles de complejidad que cada centro deberá tener, así por ejemplo, destinar los municipales, a la prevención y seguimiento de pacientes, los provinciales, a enfermedades de baja complejidad y los regionales a los enfermos crónicos y de media complejidad, quedando los establecimientos federales, para las enfermedades de alta complejidad.

La mejor inversión que se puede hacer en salud es la prevención, y esto debe ser el principal objetivo del estado, debemos caminar a un país sano, no de pacientes bien atendidos.

Como parte integrante del sistema desalud, se deben fortalecer los centros de investigación, para producir más ymejores vacunas, medicamentos y tecnología médica en general.

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