Palabras finales

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"Siendo el crédito del Estado el recurso más positivo de que pueda disponer en esta época anormal y extraordinaria por ser de creación y formación, será preciso que los gobiernos argentinos sean muy ciegos para que desconozcan que faltar a sus deberes en el pago de los intereses de la deuda, es lo mismo que envenenar el único pan de su alimento, y suicidarse; es algo más desastroso que faltar al honor, es condenarse a la bancarrota y al hambre."

Juan Bautista Alberdi

Obras Completas de Juan Bautista Alberdi

(Buenos Aires, La Tribuna Nacional, 1886)

Tomo IV

Soy un convencido que el estado moderno debe aumentar su recaudación, no mediante el incremento de las alícuotas o la creación de nuevos tributos, sino, por el contrario, por su simplificación y reducción, contribuyendo a transformar en rentables, cada vez más actividades, obteniendo el incremento de la recaudación por el aumento del número de contribuyentes y de su base tributaria, gracias al crecimiento del nivel de actividad.

Complementado con una organización estatal reducida y altamente eficiente, que garantice una optima utilización de los recursos. Tampoco se trata de gastar menos, sino de gastar mejor.

Todo el plan propuesto esta basado en algunos pilares básicos que son la igualdad de oportunidades, la eficiencia, la descentralización y el premio al esfuerzo.

Un ejemplo claro de estos pilares, se establece, en la intención de lograr autofinanciamiento en las tres principales áreas de injerencia del estado, educación, salud y seguridad, deberes inalienables del estado. Autofinanciamiento a obtener mediante la eficiencia y optimización de resultados.

Un avance en tal sentido, lo constituye la eliminación del Ministerio de Economía, y con él, de una economía centralizada, siendo reemplazado por un manejo económico por áreas y regiones.

Prácticamente todo el tiempo me he referido a reformas, a nivel del estado nacional, sin embargo son imprescindibles, reformas similares, en el mismo sentido, en todos los niveles del estado, de nada nos sirve optimizar el estado nacional, si las nuevas regiones, las provincias y municipios siguen siendo ineficientes, costosas e improductivas.

Seguramente, una de las mayores críticas a este trabajo, será respecto de su estructuración y redacción. En cuanto a la redacción, además de nos ser mi especialidad, no le he puesto demasiado énfasis, ya que creo que las cuestiones de fondo son las verdaderamente importantes. Con respecto a la estructura, cada tema está tan íntimamente ligado con los demás que me resulta sumamente complejo subdividirlo, también creo que es menester apreciar la idea de la necesidad de una política integral, un plan de gobierno, con coherencia en sus medidas y que abarque todas las áreas, en lugar de medidas aisladas que sólo apunten a solucionar un problema, no sólo dejando de lado el resto, sino también, algunas veces agravando otros o generando nuevos inconvenientes.

Otra de las críticas, seguramente una de las más fuertes, será la insensibilidad, a la hora de tratar los problemas sociales. Estoy profundamente convencido de que es tiempo, que los políticos argentinos, abandonen la batalla electoral y se pongan a trabajar para construir un futuro mejor; sin que les importe los costos políticos que deberán pagar por ello.

Es mi pensamiento, a la hora de elegir, que es mejor, un costo presente, con un futuro mejor, que un presente, mas aliviado con un futuro decadente.

De nada sirve aplacar la crisis actual, si no nos aseguramos que no vuelva a ocurrir, y esto solo es posible a través de reformas estructurales. Aunque éstas sean lentas en cuanto a resultados, y nos obliguen a sobrellevar, todavía más tiempo la situación actual.

En las actuales condiciones, es impensable una solución definitiva, si no es a través de una profunda renovación de la clase política.

En este caso, precisamente, resulta inimaginable, que la dirigencia, tanto política como sindical, en primer lugar, advierta, y manifieste con su voto, la necesidad de una reforma constitucional, en el hipotético caso que así lo hiciera, queda mucho por delante, tendría que convocar a una convención constituyente, en la cual actúen personas que lleven adelante la reforma adecuada a las necesidades del pueblo, y no los intereses particulares. Después el Congreso deberá aprobar leyes que incluso los perjudican, desde el punto de vista personal, claro está, el poder ejecutivo promulgarla, y los jueces aplicarlas. Es un largo camino, que dudo, la actual clase dirigente esté dispuesta a transitar.

Aún después, de todo esto, será necesario, que las reformas, alcancen a las regiones, provincias y municipios.

Sólo veo dos caminos posibles, para poner en práctica una reforma de esta magnitud. Uno, a través de un gobierno autoritario, que disuelva el congreso, y luego lleve a cabo todas las reformas y medidas necesarias. Sin embargo, a lo largo del tiempo, aún después de realizar elecciones, la legitimidad de las medidas adoptadas sería puesta en duda. La alternativa, constituir un partido nuevo, con personas nuevas, que luego de un gesto de grandeza, muy reclamado por el pueblo, puesto de manifiesto por los integrantes de los tres poderes y en los tres niveles del estado, mediante las respectivas renuncias a sus cargos, acceda al gobierno, practique las reformas y convoque nuevamente a elecciones. A menos claro, que sin renuncias de por medio, un contundente triunfo en las urnas, le conceda la posibilidad de hacerlo.

La única manera de poner en marcha al país, es reconstruyendo la confianza en las instituciones democráticas, esto como fuente de orden interno, estabilidad política y económica, y un marco jurídico que brinde seguridad.

Esto sólo es posible, si se tiene políticos en los que la gente confíe, cosa que creo, únicamente, se dará, si surgen nuevos nombres, que puedan ser ampliamente investigados sin que nada los empañe. Más allá de las ideas, creo que lo indispensable es que posean honestidad, capacidad, e ideologías claras, independiente de cual sea.

Esta crisis, este desgobierno, nos brinda la oportunidad única, de elegir el país que queremos, y comenzar a construirlo, pero no podemos esperar más tiempo.

Estas propuestas tocan puntos altamente sensibles y conflictivos, sólo pueden ser encarados por un gobierno fuerte, con un nivel de confianza muy alto, una gran solidez institucional y, por sobre todo, una gran vocación de servicio.

El poder ejecutivo tendrá que estar en manos de una persona dispuesta a darlo todo, a cambio, solo de críticas y oposición, por lo que sería altamente beneficioso, el respaldo de las instituciones, políticas, o sociales, o militares. Al menos un sector tiene que estar de acuerdo, para evitar el desorden, la anarquía.

Sólo nosotros mismos, podemos salvarnos de nosotros. Construyamos el futuro, juntos, es la única manera de asegurarnos, que sea beneficioso para todos.

Por supuesto que han quedado sin tratar una enorme cantidad de temas, y los que si se han tratado sólo presentan los pilares de cada idea siendo necesaria una explicación mucho más intensa y extensa de cada una de ellas, más esto sólo pretende ser la base para una discusión más profunda.

Nadie es más responsable de su destino que uno mismo, nadie es más responsable del destino de un país que su propio pueblo.

No dejes que esta clase dirigente que nos trajo hasta aquí, nos siga conduciendo, seamos nosotros quienes integremos esa nueva fuerza, capaz de triunfar en las urnas y acabar con la crisis. Perdamos el miedo y atrevámonos a actuar en política.

Edifiquemosla historia, contribuyamos a construir "...launión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a ladefensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad,para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo quequieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuentede toda razón y justicia..."

La nueva ArgentinaWhere stories live. Discover now