CAPÍTULO. 8

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El pitido de la máquina que revisaba los latidos constantes de la chica peliroja, quien aún permanecía inerte en el mismo lugar de siempre.

Abril aún se encontraba en el lugar de su infancia, ahí siempre mirándolo sin dejar de apreciar lo hermosos recuerdos que tenía sobre ese lugar, a lo que se escuchaban como el pitido de la máquina que resivia sus latidos, ella las escuchaba como simples aves que cantaban sobre los árboles que ahora tenían un tono distinto, era como si fuera verano y todo era tan hermoso justo como ella lo recordaba solo que faltaba algo que no sabía que era pero lo nesesitaba.

Abril: —se miraba al pequeño estanque veía sus últimos recuerdos con su padre— porque tuviste que irte me has dejado sola cuando mas te nesesite, si tan solo me uviera dado cuenta antes...

Observa con lágrimas en los ojos esos últimos momentos con la última familia que le quedaba, o eso pensaba ella ese trágico día en el que perdió a su padre. 

Al elevar la vista, nuves cubrieron el cielo empezó a llover. Los árboles perdían sus hojas que aunque llovía terminaron secas, caían asta impactar contra el suelo quebrandose.

Abril: desearía a ver podido despedirme, ¿porque siento que esto es mi culpa?.

El agua ahora cambiaba de recuerdo uno tras otro, era una tortura cada recuerdo dolía más que el anterior, mostrando a una pequeña abril, y a un joven Kirby teniendo los mejores momentos que un padre podría tener con su hija, horas de diversión y juegos, que con dolor los recordaba perfectamente.

Abril: eh intentado ser fuerte, pero intentarlo no es igual que serlo y no lo soy, no soy fuerte, simplemente no puedo. Si tuviera la oportunidad de terminar con esto lo aria. Porque ya no puedo papá, tengo fuerzas para seguir. Lo siento.

Se acercó al estanque, undio la cabeza en esta asta estar completamente dentro, no sentía el agua ni la falta de oxígeno, todo se sentía igual, igual que afuera. El estar ahí era como flotar en ondas de agua cristalina, puedes verlas pero no tocarlas ni sentirlas.

Si solo fuera real, tal vez, sólo tal vez sentiria felicidad al sentir que el aire se va de su cuerpo y con ella su vida.

Pero que pasó para que la culpa invadiera su mente, hacerla llegar asta el punto de quererse quitar la vida.

[Un mes antes]

Abril, despierta. Mi pequeña es hora de despertar.

Dicen que asta las desiciones más pequeñas pueden cambiar tu destino o los que te rodean.

buenos días, papá —sonrio mientras levantaba la vista para ver mejor.

—baja el desayuno está listo—le devolvió la sonrisa y se fue.

El día transcurio normal igual que todos los demás días pero habia algo que no estaba bien, era un presentimiento tan grande que no podía evitar pasarlo de largo.

Ya en la guarida solo se limitó a conversar un poco con sus amigos, pero no podía dejar de pensar en algo que la agobiaba, pero desconocía el que de tanto tormento.

—Abril... —dijo captado la atención de la chica— ¿estas bien? has estado distraída en el entrenamiento, y casi todo el día.

—ah? ah... si, a pues sólo estaba pensando, no te preocupes leo estoy bien. Solo el ambiente se siente algo pesado es todo.

—tal ves no sea nada peliroja relajate un poco —dejo Jones sentado al otro lado de la sala.

—si, tal vez no sea nada, veré si donnie nesesita algo de ayuda en el laboratorio, así me distraiga un poco—camino aún distraída al lugar ya antes dicho.

SOLO EN SUEÑOS «•Apritello•» APROXIMADAMENTE BORRADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora