El día en que su vida se detuvo "Recordando el pasado de Tomioka"

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Eran las 10 de la mañana hora justa en la que Tomioka iba a tomar su desayuno, ya hace 1 año  se estaba viendo con un estudiante para tomar el almuerzo, y hace un poco mas de eso había entrado a trabajar como profesor provisional y rector de la escuela. 

HACE UN AÑO A LAS AFUERAS DE LA ESCUELA

camino unos pasos intentando buscar alguna manera de dispersare, no sabia como iniciar conversación con los demás profesores así que solo prefería irse a un lugar tranquilo donde pudiera pasar el rato sin ser interrumpido por ruidosos estudiantes corriendo o gritando alrededor de los salones. alejado del ultimo salón de la escuela había un pequeño espacio que correspondía a un club, casi no tenia miembros por lo que estaba un poco desatendido, según Tomioka el club conformado por el mínimo de personas cinco donde cuatro de ellas eran mujeres y uno solo era chico; chicos del cuadro de honor que solo necesitaban de un club para llenar puntos curriculares fueron astutos y prefirieron unirse al único club que tiene una actividad por semana donde no es necesario que asista todo el grupo, la escuela constaba de un mecanismo de regado donde las plantas eran roseadas todos los días lo único que tenían que hacer ellos era plantar y esperar con suerte a que florecieran estas. No creyó conveniente pedir entrada a ellos, ya que al ser un espacio exclusivo nadie mas podía entrar a menos que no sea el director de la institución. en fin entro abriendo la puerta donde casualmente no había ningún candado, por un momento observo las plantas parecía que alguien había estado con anterioridad ahí pues la tierra parecía movida, no noto ninguna pisada pero si lodo esparcido en el terreno lo primero que le vino a su cabeza fue el que un anima se allá metido estando abierto el portón y por estar escarbando sacara tanta tierra. se sentó en un masetero pequeño de concreto y saco su almuerzo una caja de bento con algunos onigiris, salchichas, arroz y unas cuantas verduras almuerzo que  había preparado su madre pero no parecía ser vergonzoso para el.

Mientras comía escucho pisadas que se dirijan a el subió su cabeza para ver de quien eran efectivamente aquel lodo había indicado que alguien estaba dentro de ese lugar, no estaba solo. Era un chico alto incluso mas alto que el pero igualmente delgado le sorprendía que un alumno de unos 16 o 17 años a lo mucho tuviera complexión tan desarrollada su cabello era muy alborotado de un color naranja pálido, tenia unas botas negras de plástico, en sus manos lo que parecían ser guantes de tela, con una mano cargaba una pala pequeña para hacer agujeros en las macetas y de la otra  una cubeta que parecía tener tierra de los maseteros de enfrente ¿había pasado alrededor de la escuela cargando esa cubeta? ¿como se había dado cuenta? la verdad es que Tomioka era demasiado observador y las macetas de la entrada de la escuela por presentación tenían piedras del mismo color de las paredes del instituto, azules y blanco adornaban haciendo figuras para mayor presentación en la estancia. 

-¿Qué quieres?-.

pregunto, su tono de voz era algo grave y un poco penetrante o así  era como lo describía Giyuu  ya que al escucharlo podía sentir un poco de miedo se le hizo raro que un estudiante menor que el le hablara así ¿Se había topado con un bulling? como sea que fuera era rector ahí así que no tenia de que preocuparse el era la autoridad. aquel chico alto que parecía infundir miedo en Giyuu se acerco a el hasta que su pecho quedo justo en frente de la cara del rector, Giyuu solo trago saliva mientras veía su pecho, levanto la mirada para verlo cuando se topo justamente con la cara del muchacho frente la suya y este no parecía para nada contento.

-¿Quien te dio permiso de entrar?-.

-EHHH no deberías de hablarme así-.

Al principio lo miraba directo a su rostro al observando así las facciones del menor sus ojos negros que parecían darle un aura pesada al entorno y esa cicatriz que tenia en su cara  ayudaba a que la presencia del menor se volviera un poco imponente instintivamente bajo su tono de voz y dijo mirando directo al suelo.

Inocencia ilegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora