4

515 30 0
                                    

Tom gritaba empezando a  llorar.

- Duele. Duele.

- Es normal omega te tiene que doler. Eras virgen. Yo te estoy sacando tu virginidad soy tu primer y único alfa. Te llenare la panza de hijos. Me llamo Armando.

- Ay ay duele duele – Gritaba Tom – Basta por favor.

- Tranquilo omega no te tienes que preocupar.

- Dejeme – Tom lloraba – Le doy lo que quiera pero basta. Ay ay ay. Yo no quiero. No quiero.

- Shhh mi omega. Lo que quiero es esto. Te lo hare todos los días. Pasaras tu vida teniendo sexo, embarazado, tomando mi semen y criando nuestros hijos.

- No quiero tener sus hijos alfa del demonio.

- Dentro de unos meses tendras mis hijos. - Le dijo el alfa enojado pegandole.

El flujo de los omegas inmediatamente lubrico la zona hasta su cuerpo se ponia en su contra. El miembro empezó a entrar facilmente. Armando se movia con buen ritmo mientras lo sostenia del cuello y la cintura.

Ese miembro entraba con pasmosa facilidad en su interior.

"Ya no soy virgen" pensó Tom aterrado mientras su hermoso cuerpo era terriblemente sacudido



Los otros alfas fuera de esa casa azul escuchaban los gritos del omega.

"- Ay ay duele duele. Basta por favor.

- Tranquilo omega no te tienes que preocupar.

- Dejeme. Le doy lo que quiera pero basta. Ay ay ay. Yo no quiero. No quiero.

- Shhhh mi omega – Le decía Armando. – Lo que quiero es esto. Te lo hare todos los días. Pasaras tu vida teniendo sexo, embarazado, tomando mi semen  y criando nuestros hijos".

- Una violación no debe ser fácil.

- No lo es pero el alfa se tiene que adueñar del omega.

- Yo quisiera tener un omega que me ame.

- Ustedes son muy jóvenes. – Dijo el custodio anciano - En el futuro veremos a ese omega amando a su alfa.

- Que se quede embarazado bueno pero después de una violación no creo que lo pueda amar.

- La mordida hace que pierdan su voluntad.

Despues empezó a llover entraron a la casa vieron al alfa encima del omega las piernas de este flexionadas la cola levantada el miembro del alfa entraba y salía del omega con violencia. El alfa lo sostenia de la cintura y del cuello como si fuera su dueño. 

La cara de Armando era de goce supremo.

Eres mio. Solo mio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora