Eres mio. Solo mio.

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Tom llego a la celda en el sotano. Tenia muchos interrogantes y miedos pero trataria de calmarse.

Los guardias lo dejaron pasar a la celda bastante amplia. Su compañero de celda estaba en la cama tipo cucheta  llorando.

- Preparense para dormir - Dijeron los guardias.

Tom se acosto en la cama de abajo. Hubiera preferido la de arriba pero estaba ese imbecil. Saco de su manga un atado de cigarrillo que llevaba un encendedor saco un cigarrillo y empezo a fumar.

Apagaron las luces. Tom recordaba a su marido Armando.

" - Un omega se puede operar pero sufre infecciones y mueren al poco tiempo".

- No era cierto hijo de puta. - Dijo llorando.

"El Director dijo que nos llevarian a una granja. ¿Como sera eso? ¿Nos maltrataran?"

Escuchaba como lloraba el otro omega. "Sabra algo que yo no".

- Callate carajo deja dormir. - Le grito.

- Bueno Tom. - Dijo el otro con una voz parecida a la suya pero mas fina le sonaba conocida.

"¡Sabe quien soy¡" - Penso atormentado.

Recordaba la vida con Armando era siempre tener que estar embarazado no podia estudiar, no podia cantar ni tocar guitarra en las fiestas porque no quedaba bien que el omega del lider haga eso. 

Los dejaban leer pero eran libros especiales que hablaban de la conveniencia de portarse bien, como la biblia catolica, otro libro era las cosas que agradaban a los alfas y otro libro sobre las cosas que molestaban a los alfas. 

Nadie se preocupaba por su salud ni por su espiritu. Ellos tenian que obedecer. Una vez le dijo al hermano medico de su alfa que las mujeres betas no pueden tener tantos hijos sin sufrir las consecuencias como debilitamiento oseo por descalsificacion.

"- No te preocupes por eso.

- ¿Si no me preocupo yo quien? - Le grito.

Cuando Armando se entero le pego y lo dejo mudo todo el embarazo. 

- Para que aprendas a no gritarle a un alfa".

- Hijo de puta - Lloro. - Yo era mas alto a los quince años.

- ¿Tom?

- ¿Quien eres? ¿Como sabes mi nombre?

- Soy Billy.

- ¿Que Billy?

- Tu hermano. - La voz se parecia a la de el.

- No te metas con mi hermano.

- Soy yo. - El otro rio -Tu hermano Billy.

- Tengo que verte. - Salio de la cama y con el encendedor alumbro la cara del otro.

Los cabellos pelirrojos y los labios grandes y rojizos. Esas diferencias hacian que dudara pero los ojos eran los de Billy.

- Billy - Murmuro angustiado.

Ambos se abrazaron en la oscuridad.