Capitulo 15

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El lunes en la escuela los alumnos y maestros ya se han enterado de la noticia, y en el casillero de la chica muchos amigos y compañeros han dejado las flores, fotos y cartas de despedida.

Un pequeño altar hacia la chica que fue presa del asesino del pueblo.

A veces creía que te querían más cuando las personas sabían que ya no te volverían a ver, cuando morías, la muerte volvía a las personas un poco hipócritas.

La noticia que dieron las autoridades fue que había tomado de más y resbaló al ir muy cerca del lago, se golpeó la cabeza al caer, quedando inconsciente y ahogándose.

En la cafetería a la hora del almuerzo nuestra mesa se mantuvo silenciosa, hasta Carol quien siempre estaba hablando de algo estaba callada.

—Bueno... — dijo Tomas a mi lado— Creo que... debo decir que es algo que no me esperaba.

Nadie en nuestra mesa le contesto.

Supongo que la muerte es algo que nunca te esperas.

Mer no me había hablado en todo el día, trataba de evitarme y parecía que estaba molesta por algo y por eso decidí hablar con ella al final del día, pero cada vez que quería acercarme a ella salía running huyendo de mí y por eso cuando se acabaron las clases y terminé de guardar mis cosas en mi casillero vi a Mer del otro lado y me decidí qué sería el mejor momento de hablar, pero cuando estaba en camino hacia su casillero Tomas se cruzó en mi camino.

—Hey— me dijo a modo de saludo— quería preguntarte algo importante y es que todo el día lo he pensado y por fin me decidí, así que aquí voy.

—¿Qué cosa?

—El miércoles mi familia ofrecerá una comida para algunos amigos y quería saber si te gustaría acompañarme... como mi novia.

—¿Qué? —sus palabras me sorprendieron por completo.

¿En verdad me estaba pidiendo ser su novia?

Oh no puedo creerlo.

—Sé que aún nos estamos conociendo, y tenemos poco de ser amigos pero en verdad me gustas, tienes algo que me atrae mucho y sé que todo va muy rápido pero te dije que esto era serio y quiero que conozcas a mis padres, así que... — me invitó a hablar.

De pronto sentí la boca seca y la mente en blanco. Me agradaba mucho Tomas, era un estupendo chico, amable y considerado pero no quería si quería ser su novia, sé que había dicho cuando llegué, un novio me ayudaría con mis demonios internos, pero ahora que lo tengo frente a mí... no creo que pueda.

—La comida será al atardecer y prometo no dejarte sola, si eso es lo que preocupa, estar rodeada de desconocidos y gente extraña, estaré a tu lado en todo momento y en cuanto mis padres, ellos son estupendos, les vas a encantar.

Vi como Mer caminaba por el pasillo hacia la salida, si quería alcanzarla debía ir tras ella ahora.

—Claro— le conteste— Me gustaría ir. — ya pensaría en alguna excusa para no asistir a la comida.

Ya luego buscaría una forma para hablar con él y aclarar las cosas.

—Genial— me dio una gran sonrisa y me dio un beso en la mejilla— Ese día nos ponemos de acuerdo, tal vez pase por ti a tu casa.

—Bien.

Le dije por último y salí corriendo tras Mer y cuando la alcance ella parecía molesta.

—Debemos hablar.


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Estábamos en un parque cerca de nuestras casas y ambas estábamos sentadas en un par de columpios sin hablar, llevábamos así varios minutos, solo mirando a la nada y esperando a que alguna de nosotros hablara primero.

Notas Ocultas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora