CAPITULO 8 - Cigarrillos, suplicas y mordidas

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Capitulo 8

Cigarrillos, suplicas y mordidas

Había empacado lo necesario en una mochila, mi madre me había acompañado a la casa de Nash, podía sentir mi corazón querer salirse de mi pecho, llamé a Nash ella me dijo que me esperaba en la puerta de entrada, una vez entre y cerré el portón de fierro, pude divisar a lo lejos a Nash parada en la puerta de entrada emocionada, al verme corrió hacia mi, abalanzándose sobre mi, abrazándome.

Cuando entramos y nos dirigimos a la habitación de Nash, no había visto ningún rastro de Jason, al parecer Nash no estaba enterada de las amenazas de su hermano, y prefería que se mantuviera así. Me sentía un poco menos tensa una vez que tenía puesto mi pijama que constaba de un short y una camiseta algo ancha ambas de color rosado pálido, ate mis rizos en una cola de caballo adornada con un blanco moño en la parte superior.

Ambas recordamos lo sucedido, la noche de la fiesta, burlándonos de algunos acontecimientos, claro yo evite a los momentos que resultaba involucrado Jason, al igual que preferí no contarle lo sucedido la noche anterior en la que tuve que ir y recoger a mi hermana, charlamos de toda clase de cosas, del colegio, de algunos rumores, de nuestro padres, le conté que las cosas en mi casa no iban nada bien, ella me comento que sus padres nunca estaban en casa que solo tenía a Jason, quien la cuidaba, se me hizo un nudo en la garganta a escuchar su nombre le dije que también podía contar conmigo que tenía mi apoyo al igual que ella lo me dio su apoyo, para luego ponernos a mirar películas de terror ambas aferradas a enormes almohadas creyendo que eso nos protegería mientras nos burlábamos de nuestras reacciones.

En la segunda película la cual era una de comedia, Nash cayo rendida, con las comisuras de los labios manchadas de chocolate y rastros de palomitas, no pude evitar reírme de ella, la acomode en su cama, sentía mi boca amarga, estaba sedienta, luego de comer tantas golosinas quien no lo estaría.

sigilosamente baje a la cocina en busca de algo de tomar, me serví un vaso de jugo de naranja, y emprendí mi camino a las escalera cuando escuche unos poco audibles gritos mezclado con llanto, me detuve en medio de las escaleras la derecha me dirigía a la habitación de Nash y la izquierda a un destino desconocido el cual Jason me había prohibido subir, escuche como mi pequeña diosa interior decir

-pero el no esta aquí, cierto? Además esa mujer se escucha que necesita ayuda

Maldije a mi diosa interior por que tenía razón esa mujer estaba en peligro

Subí el primer escalón

Aun se escuchaba el llanto de esa mujer, pidiendo ayuda

Decidida subí los escalones llegué a un oscuro pasillo, apenas podía divisar donde se encontraban las cosas, las súplicas de la mujer
Se escuchaban cada vez mas cerca y divisé a unos cuantos metros una puerta pintada de café oscuro entreabierta al lado derecho del pasillo, definitivamente de ahí provenían los llantos de aquella pobre mujer, dudosa me acerqué lentamente a aquella puerta entreabierta cuando asome mi ojo derecho al estrecho espacio entre el marco de la puerta y la puerta, observe aquella espantosa escena.

Era una habitación la que constaba de una gigantesca cama de sabanas negras y almohadas blancas apoyada al lado izquierdo de la pared, un pequeño sillón de cuero negro quedaba en la misma dirección de la puerta y dos muebles a ambos lados de la cama

La escena constaba de una joven de piel morena arrodillada en el suelo, llorando sin control, con la mirada fija en el suelo, mientras que Jason la observaba con un animal indefenso, tenía una perversa y oscura mirada que hacia a mi cuerpo estremecer

-Por favor, no me hagas daño, te lo suplico, que es lo que quieres de mi?, te ofrecí dinero y lo rechazaste, ni siquiera te conozco por favor déjame ir - las mejillas de las joven se encontraban empapadas de lagrimas, se sorbió sus fluidos nasales y comenzó una vez mas con su suplica- Si me dejas ir prometo no levantar cargos en la Policía

Sin darme cuenta mis mejillas se encontraban algo mojadas debido a alguna lagrimas que se habían escapado

-Que es lo que quieres de mi?! - gritó ya harta de esa situación la joven no soporto mas y se quebró, se desplomó en el suelo

Como si esa fuera su señal, Jason la tomo del cuello con su mano y la hizo levantarse, haciendo que tuviera un perfecto ángulo de su cuello, como si se tratara de una pesadilla los colmillos de Jason aumentaron su tamaño para así clavárselos en el cuello de la joven, la joven produjo un grito gutural.

No pude evitar ahogar un gritito, la mirada de la joven se encontró con la mía.

De pronto Jason se quedó inmóvil, soltó a la joven bruscamente, volteándose hacia donde yo me encontraba oculta, asustada de mis manos resbalo el vaso de jugo de naranja, haciendo que este se quebrara en mil pedazos al impactar con el suelo

En un abrir y cerrar de ojos Jason empujó la puerta con una increíble fuerza, haciendo que yo cayera al suelo. Se veían furioso, y cuando se dio cuenta de quien se trataba su expresión cambio a sorpresa para rápidamente cambiar a su estado anterior, me levanto del suelo como si fuera una pluma, me puso a la altura de sus ojos y con los dientes apretado escupió

-que haces aquí?

-Nash... - fui lo único que pude murmurar incluso ni yo misma oí mi voz salir

-Te advertí que te alejaras - su mirada era fría sin escrúpulos, me soltó para así ocupar el antiguo lugar de la mujer, del bolsillo de su chaqueta saco unos cigarrillos y los encendió dando caladas para luego botar el humo, no sabia que podía sucederme ya había visto lo que le había hecho a la joven una vez mas me encontré con la mirada de la joven la cual reflejaba tristeza y pena, sentada en la esquina de la habitación mientras intentaba parar la sangre que salía de su cuello

Enfrente de mi se encontraba un espejo rectangular parado horizontalmente lo suficientemente alto para que incluso Jason se observará, observe mi imagen mis mejilla mojadas por las lagrimas, mi mirada mostraba tristeza, preocupación, cansancio pero no miedo, me encontré con la mirada de Jason puesta en mi no mostraba sentimiento alguno mas que ira

Me repetía una vez y otra vez en mi cabeza "no debiste salir de la habitación", "no debiste salir de la habitación" y como la joven había hecho antes comencé mi súplica

-Por favor, no me lastimes, prometo no decir nada, por favor... -Un sollozo escapo de mis labios, podía sentir las lágrimas correr sin control por mis mejillas, me encontraba de rodillas en el suelo

Ignorandome dio otra calada a su cigarrillo, observándome meticulosamente, se veía molesto.

Se acerco peligrosamente hacia mi, me tomo de mi ondulado cabello tirando de el hacía atrás, solté un grito

-Te lo advertí, te dije que no te metieras en donde no te incumbía - murmuro a unos centímetros de mi oído, dejando camino libre hacia mi cuello, sentí un escalofrío correr por mi cuerpo

Soltó mi cabello de un empujo haciendo que mi cuerpo se impulsará hacia delante, impactando con el frío piso de madera me quede ahí inmóvil

Escuche La puerta cerrarse de un golpe, me encontraba sola, tirada en el suelo abracé mis piernas con mis brazos, sabía que volvería y eso era lo que más me aterraba

Just one more biteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora