Rick and Morty [One Shots]

El monstruo bajo la cama

🎃 Historia de Terror Especial de Halloween 👻

Summer y Morty compartían habitación en la nueva casa que habían comprado sus padres, era algo angosta y pequeña, no había mucho espacio ni habitaciones, pero reducía el costo para pagar las cuentas.

Snowball, el perro de la familia no dejaba de tiritar y aullar. Se había rehusado a entrar a la casa y ladraba con fuerza hacía la puerta principal, como si quisiera decir algo.

Morty y su hermana estaban profundamente dormidos a pesar de los ruidos por fuera y los rechinidos de la casa.

La dueña antigua y única, era anciana que vivía en su soledad, alejada de todo y de todos, nadie sabia quien era ni como se llamaba, ni siquiera sabían como había muerto, pues de un día para otro las luces de la casa solo se apagaron y no volvieron a encenderse, y cuando revisaron no había nadie, como si nadie hubiera vivido allí.

La casa era muy vieja, la madera hacía ruidos al sentir un pequeño peso en sus tablones de madera, había polvo en muchas partes y el sótano... Era la peor parte de la casa.

Solo tenía un foco colgado en el medio, dejando en la oscuridad las esquinas y las paredes.

Era tan sucio que Morty pensaba que tal vez era imposible tratar de limpiarlo.

Había cosas viejas, ropas y desgastadas, qué pertenecían al dueño de la casa, originalmente.

Y lo qué mas aterrorizaba a Morty era un cofre, no habían podido abrirlo y no quería que lo hicieran.

Había una vibra pesada que se generaba entorno al cofre, no sabían que había dentro, solo sabían que pesaba mucho y era tan viejo como misma casa. Summer intentaba molestar a Morty con que probablemente había cosas de brujería, tal vez algún cadáver. Con el miedo que le tenía, no dudaba en que todo fuera cierto.

Era la cosa con más polvo en todo el sótano, tal vez en toda la casa.

El rechinido de la puerta abriendose, hizo a Morty removerse entre sus sabanas, más no despertarlo del todo.

Sintió como alguien tocaba su pierna por arriba de las cobijas, frunció el ceño intentando moverse, pero su pie estaba inmovilizado, como si le hubieran puesto una cadena y le impidiera moverse.

Abrió los ojos, intentando sentarse, pero fue en vano, su cuerpo no le respondía.

Miro el pasillo oscuro fuera de su habitación, casi leyendo su mente, se prendió una luz, dejando ver ese cofre viejo.

De su frente recorrían gotas de sudor frío, intentaba desesperadamente mover sus manos y pies, pero parecía que entre más esfuerzo hacía menos su cuerpo le respondía.

Ni siquiera se dio cuenta que el cofre estaba abierto.

Estaba vació.

Su cuerpo intento relajarse, falló. No aparto su vista del cofre, como si su vida dependiera de ello.

Sentía como algo lo observaba en algún punto de su oscura habitación, pero no podía girar la cabeza para buscarlo, solo se quedaba viendo el cofre, como si, cuando volteaba a otra parte, la cosa que estuviera en el cofre fuera a atacarlo.

Estaba seguro que el cofre estaba lleno de algo, no podía pesar tanto por si solo, pero eso no es lo que más se preguntaba, ¿quien lo había abierto?

Parpadeo solo un segundo y sintió como la movilidad en su cuerpo regresó. Para el había pasado una eternidad mirando el cofre, pero en realidad no habían pasado de los tres minutos.

Su cuerpo estaba en una posición diferente, como si hubiera estado soñando, se sentó recordando el cofre, miro con dirección hacía la puerta, que estaba abierta, incluso el cofre estaba ahí, en la misma posición.

Con cuidado, se levantó sin apartar la vista del cofre, tocando el borde de la cama de Summer, para después tocar su brazo y moverlo repetidas veces.

Ella se levantó con pereza, y sin que Morty dijera una palabra, ella ya había fijado su vista en el pasillo.

Se dieron una rápida mirada entre ellos y Morty se subió a la cama de Summer.

Miraban el cofre, hasta que la luz del pasillo se apago, Morty miro la hora, parecía que el reloj se había atascado, en las tres de la mañana, y luego se apago. La energía se había ido.

La luz de la luna se colgaba por la ventana, por suerte, dando a la puerta.

Todo era completo silencio, solo se oía la respiración de los dos... Hasta que oyeron los rechinidos.

No había nadie, pero el sonido de la madera grujiendo aproximándose empezó a alarmarlos, y entonces. Dejaron de ver el cofre.

Morty fue como un rayo hasta su cama, prácticamente saltó hacía ella. Las pisadas lentas se tornaron en pisadas rápidas, como si estuvieran corriendo. Summer se alejo de su cama pegándose a la pared.

Sintió como algo se removía bajo su suyo, era algo grande, tanto como para mover el colchón y sentir un bulto bajo la cama. Estaba temblando, inhalo y exhalo.

Morty se agacho para ver bajo su cama.