Thirsty For You [Y.M.]

•Dieciséis

Mi cuerpo por alguna razón se encontraba rígido, como si no me pudiera mover con anta libertad, fui abriendo mis ojos intentando enfocar ya que empezaba a ver algo borroso. Cuando mi vista logró acostumbrarse pude observar una cabellera castaña enmarañada, unas manos sostener las mías con algo de presión y un cuerpo sentado encima de mi muslos. Mi cuerpo se estremeció, no entendía que estaba sucediendo, me sentía como si me estuvieran sometiendo.

-Veo que aun no despiertas-su reconocible voz aguda me descolocó al igual que sus manos en mi entrepierna-de haré despertar pequeño, su cuerpo se fue deslizando encima mío hasta quedar sentado en el bulto que se había formado en mi pantalón de pijama.

Intenté hablar, reclamar algo pero de mi boca no salía ni una sola palabra.

-Deberia jugar un poco-el menor empezó a besar mi cuello y lamerlo dejando un rastro húmedo de saliva por mi mandíbula-o quizás tu quieras jugar conmigo-sus caderas se movían de manera armónica y con gracia como solo un bailarín lo podría hacer, el castaño levantó su rostro y lo pude apreciar a la perfección, su frente sudada, sus mejillas rojas, sus cabellos desordenados y pegados a su frente, su respiración agitada.

Quizás me arrepienta de esto luego pero no ahora. Llevé mis manos a su cadera, sosteniendolo y haciendo que el menor llevara mi ritmo. Por su cuenta se quitó la playera que llevaba, dejándome ver su abdomen marcado, sus Razos con musculatura, su cintura algo estrecha, sus pezones de un tono caramelo, tan apetecible. Intenté levantar mi cuerpo pero al parecer era una tarea imposible así que acerqué su cuerpo al mío hasta que esté quedará apoyado en mi pecho. Con mi mano derecha bajé del elástico el short deportivo que traía dejando expuesto su tersa piel que parecía acariciada levemente por el sol.

Introduje un dedo en su entrada mientras que con el meñique de está daba caricias a su perineo haciendo que el menor se ahogara en gemidos mientras se sostenía de mi camisa. Aumente de a poco mis dedos hasta dejarlo dilitado, no quería lastimarlo, por alguna razón no deseaba tratarlo mal, por alguna razón me incitaba a cuidarlo. Al parecer lo único que podía mover eran mis brazos, bajé un poco mi pantalón dejando libre mi miembro, ahora erecto.

Acomodé mi miembro entre sus nalgas y con la punta fui adentrando me en él...

-¡Señor Min! Despierte señor Min.

-¡Mierda! ¿Porque jodidos me despiertas Jisoo?-le grité al hombre que estaba a un lado de la cama.

-El desayuno está listo, pero como Seulgi escuchó ruidos raros en la habitación como si estuvieran ahorcando a alguien me mandó a revisar, creo que así fue mejor , ya que Seulgi no te vio en ese estado- apunto con su mano en dirección a mi entrepierna la cual estaba abultada.

-Dile que bajaré y la próxima no entren en esta habitación asi este ocurriendo un maldito terremoto - en definitiva había despertado de mal humor.

El Chófer asintió y salió de la habitación como alma que lleva al diablo.

Intenté levantarme de la cama y moverme pero era complicado y ahora entendía porqué. Me encontraba con las piernas enredadas entre estas, además de que mi espalda se encontraba algo adolorida por el golpe que me di ayer al resbalar en el baño y golpearme la espalda en el lavamanos.

Me desenredé de las sábanas y salí en dirección al cuarto de baño a lavarme la cara y cuando me miré en el espejo traía una cara de mierda, unas ojeras se hacían visibles, un rastro de baba desde la comisura de mis labios hasta la mandíbula. Me lave la cara y salí de la habitación aún con la pijama encima, no tenía ganas de hacer algo.

En el primer piso la mesa estaba puesta y ahí ya se encontraba sentado Jimin, solo habían dos platos servidos.

-¿Suran?- pregunté al no verla.

-Volvió a salir -habló Seulgi- Su amiga Yeri vino a buscarla en su auto y ambas salieron creo que compraran los vestidos para la fiesta de la empresa de su padre- asenti, lo había olvidado por completo.

-¿Habrá una fiesta? -habló alegre Jimin y yo no pude evitar que mi mente se cubriera de pensamientos obsenos de él.

-Si-dije escuetamente.

-Hoy te levantaste con el pie izquierdo-se rió de su propio chiste- nunca fuí a una de esas fiestas refinadas de empresas-un suspiro melancólico salió de sus labios.

-No le creo Joven Jimin- Dijo Seulgi acercándose a servir más jugo en el vaso de Jimin mientras el se metía un trozo de huevos revueltos en su boca.

-Mis padres no me dejaban ir, siempre me dejaban en casa, decían que no tenía lo suficiente para acompañarlos y presentarme en lugares como esos.

-Tus padres son pura mierda- dije sin pensarlo y enseguida Jimin se rió.

-Como tu eres el CEO, se supone irás ¿Verdad?

-Lamentablemente si, aunque si por mi fuera preferiría quedarme leyendo en el estudio-realmente no tenía ganas de verle el rostro a mi padre.

-¿Puedo ir con ustedes?-puso cara de cachorrito-sabes que si le digo a mi hermana ella me dejará ir, es mejor que digas que sí, nos abortamos tiempo.

-¿Tienes algún traje?-pregunté de una vez por todas, ya sabía quién había ganado está "pelea"

-Eso significa que si iré-asenti y de pronto sentí unos brazos rodearme muy fuerte, solté un gruñido-lo siento, de seguro se te rompió una costilla por lo viejito que estas.

-Seria mejor que cerraras la boca, pensaba llevarte a comprar un estúpido traje pero como solo me insultas...

-Esta bien, perdón por romper tu debil costilla adulto jóven- y se volvió a reír.

-Enserio deberías callarte.

-Nadie puede callarme, quizás y deberías intentarlo.

Y lo intentaría, no ahora, pero lo haría.

Ahora siento que actualizo muy rápido XD, me están secando la energía uwu

Deanle mucho amor, ya casi llegamos a 500 leídas, me emociono 💖

Danny Rouse