Thirsty For You [Y.M.]

•Doce

A mí costado se encontraba mi hermana y yo la sostenía de su brazo mientras ella observaba la chocante escena delante de nosotros.

Yoongi estaba con una tipa de cabello negro y largo en la cama matrimonial que él compartía con mi hermana. Los gemidos y jadeos se intensificaron, de igual manera los chasquidos y besos húmedos entre ellos junto al rechinar de la cama.

La chica yacía con el pecho en la cama y la cara entre las almohadas mientras el mayor repartía besos por todo su cuerpo repitiéndo que la quería y la deseaba. Mi hermana empezó a sollozar y gritar, derrumbándose en el suelo; yo intentaba sostenerla del brazo pero de pronto yo ya no me hallaba a su lado sino que ahora entre mis manos en forma de puño se sentía una suave seda y ya no los suaves brazos de mi hermana; detrás de mí se escuchaban gruñidos acompañados de toques violentos por mi cuerpo y el constante repiqueteo de la cama. Lágrimas escurrían de mis ojos y me voltee, encontrándome con el rostro de mi cuñado distorsionado en una mueca cínica mientras arremetía contra mi.

-Mierda- me levanté de golpe sintiendo mis ojos húmedos por el llanto y un leve mareo por el repentino movimiento.

De pronto me sentí asqueado. Por aquel sueño que resultaba ser una jodida pesadilla, lo más seguro es que fuera el resultado de darle tantas vueltas al asunto de la noche anterior.

-¿Jimin, sucede algo?- habló mi hermana desde la puerta de la habitación.

-oh, ¿a qué hora llegaste Noona?-intente cambiar de tema y al parecer funcionó.

-Llegué hace poco y cuando estaba subiendo te escuché gritar y me preocupé- se acercó hasta sentarse al pie de la cama-Yoongi ya me contó lo que sucedió- se veía muy triste y con sus ánimos bajos, yo temí lo peor-lamento lo ocurrido con tu tobillo ya le grité a Yoongi por no cuidarte mejor- sus labios formaron un puchero que hizo a sus ojos cerrarse- yo deseaba tanto que me enseñarás a bailar, la última vez que lo hice fue en mi boda y Yoongi se rió a cada rato por las heridas que iba dejando en sus pies de tanto pídelo y resbalarme sin gracia- su cara mostró una molestia bastante fingida que daba gracia.

-Prometo enseñarte ni bien me recupere-le sonreí, estiré mi mano hasta alcanzar mi teléfono celular que estaba en la mesita de noche y le mandé un mensaje a mis amigos para que vinieran hoy terminando las clases y deje adjunto mi ubicación en maps para que ellos lograrán venir, después de menos de un minuto Hoseok y Jungkook respondieron con una afirmativa- tengo dos amigos que incluso lo hacen mejor que yo ¿que te parece si en lo que yo me recupero les digo que te enseñen?

-De maravilla, hay mucho espacio en el gimnasio- su sonrisa gentil se tornó coqueta- de paso observó como se mueven, no todos los días veré a dos jovencitos mover el cuerpo.

-Estas casada ¿Lo recuerdas?- lo dije riendo- no les vayas a hacer ojitos.

-¿Yo? Para nada- me miró con falsa inocencia-no está para nada mal observar a la juventud hacer lo suyo.