Thirsty For You [Y.M.]

•Seis

Ya había iniciado mis clases, no fue tan agotador como pensé que sería, conocí a Hoseok y Jungkook quienes eran mis compañeros de baile y de otros cursos más que teníamos en común.

Ya eran pasada las seis. Estaba subiendo las escaleras cuando Suran me llamó y jaló de mis brazos.

-Jiminie ven, ven- me llevó hasta un espacio que todavía no había visto, abrió la puerta-espero que te guste.

La mitad del gimnasio estaba de otro color y lleno de espejos y barandillas y en una esquina había una radio y una banqueta.

-...-estaba sin palabras.

-Se que no es el mejor estudio de baile pero se ve bonito-unas pequeñas lágrimas se escaparon de mis ojos y no aguante más las ganas y abrace fuertemente a mi hermana repitiendo 'gracias' mientras que ella decía que no era nada-¿porque no lo estrenas?

Asentí.

-Ire a traer mi celular para poner la música-dije saliendo del lugar y regresando con mi celular con la playlist donde estaban las canciones que me sabía a la perfección.

-Yoongi también quiere ver- dijo Suran mientras Yoongi ingresaba al gimnasio después de mi.

Bueno solo me verán dos personas, ya debería acostumbrarme a ser visto bailando.

-Suran, escoge una-le entregué mi celular con un notable sonrojo.

Fuí hacia atrás esperando que la pista de la música sonara, cuando empezó adult ceremony con Suran y Yoongi sentados en la máquina de pesas. Cerré los ojos.

Mi cuerpo empezó a moverse con facilidad, deslizándose hacia abajo con los brazos enmedio de mis muslos y luego volvió a subir para luego tener ambos brazos adelante con las muñecas una sobre la otra girando lentamente mi cuello.

La música siguió sonando y mi cuerpo ahora estaba en automático hasta que abrí los ojos y Suran empezó a soltar silbidos graciosos.

-¿Qué tal... lo hice?- empecé a tomar grandes bocanadas de aire intentando recuperar el aliento.

-Estuvo perfecto-Suran fue corriendo a abrazarme-Yoongi di algo, tú también te quedaste concentrado viendo a Jiminie-vi a Yoongi y el solo movió la cabeza como si estuviera asintiendo con aprobación.

-Gracias-ahora estaba muy sonrojado y con la cabeza gacha. El teléfono celular de mi hermana empezó a sonar.

-Disculpen, saldré un rato a contestar-suran salió y solo se escucho un suave murmullo de afuera, me moví hasta la banca de pesas y recogí mi celular para poner pausa a la reproducción automática.

-Lo hiciste bien-escuche a mis espaldas, y cuando voltee Yoongi me sonrió y salió del lugar.

-Jiminie, mañana voy a salir y Jisoo va a acompañarme-la castaña volvió a entrar-perdon por eso, le diré a Yoongi que te lleve hasta el paradero más cercano para que tomes el autobús hasta la universidad.

-No hay problema hermana-le sonreí, haciendo que ella dejará de estar tan tensa.

Había regresado a mi estudio y me senté frente al escritorio donde todavia estaba el libro que Jimin seguía leyendo, en los últimos días se me había hecho normal ver a Jimin en este espacio leyendo o durmiendo después de que Seulgi le entregó la llave, a veces llegaba de la empresa y lo encontraba durmiendo en el sillón con el libro en la cara o en el suelo.
Se escucharon dos toques en la puerta de caoba.

-Yoonie, ¿puedo pasar?

-Pasa Suran.

-¿Podrías mañana llevar a Jimin al paradero? Jisoo no podrá, él me acompañará a la prueba de vestuario y sesión de fotos que debo supervisar.

-No hay problema, mañana solo debo ir en la noche a la empresa, tendré el día libre.

-Gracias Yoonie, ire a dormir-besó mis labios- no te quedes hasta muy tarde- la puerta se escucho cerrarse y yo apoyé mi espalda en el respaldar de la silla.

Suran era una persona demasiado buena para alguien como yo, lo supe desde que la conocí, desde que nos volvimos amigos en el colegio y luego cuando nuestros padres anunciaron que nos íbamos a casar. Aquello no resultó ser un problema para nosotros, nos llevábamos bien, nos queríamos a pesar de ser tan distintos. Pero había algo que no podía hacer con ella, no podía acostarme con Suran, no porque ella no me gustara, era más bien porque no quería ensuciarla, ella merecía hacerlo con un verdadero hombre no alguien como yo. Cuando le dije que no estaba preparado para eso el día de la luna de miel ella no se molestó ni nada, solo puso varias películas y pidió golosinas para pasar la noche de esa manera. Suran era lo más valioso que tenía.

Saqué mi teléfono del bolsillo y marque al número que sabía que siempre me iba a contestar. Sonó dos veces y una suave voz me saludo.

-Mañana iré a tu departamento a las seis-detras de la línea se escucho un "te estaré esperando" y corté.

Terminé de revisar los contratos y el progreso de la infraestructura de un nuevo edificio, salí del lugar para entrar a la habitación que compartía con mi esposa, y la vi tan tranquila durmiendo que tuve miedo de despertarla cuando me echaba a su lado.

-Buenas noches- susurré apagando la lámpara que estaba en la mesita de noche y cerré los ojos esperando que el sueño llegara a mí.

Todavia no me muero, perdonen la tardanza uu

Danny Rouse