Era 26 de noviembre, acababa de salir del instituto pero en esta ocasión en vez de seguir con la ruta normal hacia el apartamento tomé una direccíon diferente. Fuí a un lugar donde antiguamente estaba sumergido bajo un río, pero actualmente estaba vacío, sin nada de agua y se encontraba bajo un puente, era como una especie de tunel que estaba repleto de botellas de cristal rotas, preservativos usados, las paredes estaban decoradas con grafitis y había alguna que otra telaraña, pero aparte de eso, a mí me parecía un buen lugar para refugiarme del mundo durante unos instantes y sumergirme en mis pensamientos, más bién plasmarlos en papel, ya que me gustaba escribir poesías con el mero proposito de intentar desahogarme, aunque sabía que no serviría de nada contarle mis sentimientos a una hoja de papel, ya que no se puede convertir en persona, ni abrazarme, ni decirme que todo va a salir bién, pués en ese tiempo necesitaba más que nunca que alguien hiciera eso por mi. Debido a que mis poesías siempre las acababa perdiendo o quemando, por suerte esta la guardé, aunque está sin terminar porque olvidé continuarla. Supongo que algún día alguien leera esta historia, asique e decidido compartir con vosotros y vosotras la poesia que escribí aquel día.
Mi corazón se abre paso al borde del abismo hace bastante tiempo que ya no soy el mismo al sentirme vacío perdí toda esperanza y mi alma desgastada poco a poco se degrada. estoy entre sombras, en un mundo oscuro en el cual lentamente me marchito, es bastante duro, la gota de lágrima es lo que me representa no hay rayos de sol en estos días de tormenta. El agua de la lluvia, cae deprisa el perfume de la soledad se desliza por la brisa, siento una enorme inpotencia, que nada vale la pena pués la angustia consiguió amarrarme a esta cadena, la cual no me permite establecer ni vinculos ni lazos ya que la fría desesperación me acogió en su regazo. la tranquilidad será apoderada por el miedo por eso permeneceré como un prisionero de este maldito mundo, donde no puedo ver el cielo porque las nubes grises eclipsarán el sol de nuevo...
Ya llevaba un buén rato en aquel lugar, me entró hambre asique decidí volver al apartamento. De camino hacia allá tenía mi cabeza desbordada de pensamientos, sobretodo de las cosas que me pasaron ese día en el instituto. Resulta que ese día mientras iba al servicio a la hora del patio, antes de entrar se escuchaban unas risas que provenían de mis compañeros de clase, no quería encontarme con ellos, pués esperé detrás de una pared y escuché lo siguiente
- Jajaja, ¿has visto que pelos llevaba hoy el tonto ese? -sí jajajaj, está atontao perdido - ya ves, no sirve para nada, solo está en la clase para hacer bulto. -pues si, además es un chico tan solitario..¿lo querran sus padres? jajaja.
Salieron del cuarto de baño y yo seguía allí, detras de aquella pared, como suelo hacer siempre, estar escondido. Aunque no dijeron el nombre de la persona la cual se estaban burlando, sabía perfectamente que se referían a mí, no había otra persona en la clase que encajara en esos comentarios mejor que yo, si fuera una persona normal y feliz, al escuchar aquellas palabras me hubiera puesto a llorar como si no hubiera un mañana, pero ya estaba tan acostumbrado a ese tipo de cosas que no me sorprendían en absoluto..pero aun así..me sentía dañado, pués tengo sentimientos como todo el mundo.
La tarde transcurrió normal, como solía hacer siempre, pasaba olimpicamente de hacer las tareas y iba a coger el ordenador, ya era una costumbre que se había establecido en mi día a día. Se hizo denoche y después de cenar y de lavarme los dientes me acosté, cogí el movil y los auriculares y me quedé un buén rato despierto, pensando en lo que sucedió hoy mientras escuchaba música de forma aleatoria, pués estaba más pendiente de las palabras que dijeron los compañeros. Pasados tres cuartos de hora me empezaba a entrar el sueño, asique me quité los auriculares y los puse junto al movil en la mesita de noche, me acomodé en la cama, con la vista hacia el techo y cerré los ojos hasta quedarme dormido, en el sueño donde empezaría todo.
"Abro los ojos lentamente, me encuentro sentado en una silla vieja y gastada por el paso de los años, parecía una silla del Siglo XX. Me incorporo y observo que estoy situado en una habitacíon en la que no hay ventanas, solo una puerta que también está vieja y se encontraba bastante occidada. Me dispuse a salir de aquella habitación pues me sentía confuso dentro de ella, al salir, había un patio exterior un poco pequeño que también se encontraba en malas condiciones, ¿donde diablos estaba?. En el otro lado del patio había otra habitación, que siendo vista desde fuera, parecía pequeña, pero cuando entré me qedue impresionado con lo grande y espaciosa que era. En su interior había varios muebles como armarios, mesas, mas sillas...incluso tenía juguetes rotos muy parecidos a los que tube yo cuando era pequeño, pero en lo que realmente me fijé fue en que había un lavabo en mitad de la habitación, solamente un lavabo con su espejo. Me acerqué despacio hacia aquel espejo que me llamaba mucho la atención y al los pocos segundos me dí cuenta de que la imagen que estaba viendo era muy distinta a mí, mi reflejo tenía el cabello un poco más largo del que suelo llevar, la piel más pálida, el pijama lleno de manchas y de zonas desgarradas, como si fuera sido mordido por alguna mascota. Al observar aquello, de inmediato mi´re todas las zonas de mi pijama, incluso llegué a desvestirme para comprobarlo, pero estaba intacto, ¿que estaba pasando?. Miré otra vez a aquel espejo mugriento y el reflejo se veía igual, de repente en los ojos del reflejo empezó a salir sangre, como si llorara sangre, me toqué los ojos pero no tenía nada, al momento en que volví a mirar el espejo se ab´rió una grieta en el cristal, me asusté, asique decidí cerrar los ojos durante 20 segundos. Pasados esos segundos miré al espejo y estaba normal, suspiré y me di media vuelta para dirijirme hacia el pequeño patio exterior, pero justo antes de cruzar el umbral de la puerta escuché una voz bastante similar a la mía solo que un poco más grave, y me dijo: -Eh! Tu!, te estoy observando!...me quedé perplejo y estremecido al mismo tiempo, pero mi curiosidad en ese momento era maxima, y decidí a darme la vuelta.