Paper Heart | Seventeen (JiHan)

Parte 8

Jihoon era ese tipo de personas que si miras de lejos te hace pensar que es la criatura más dulce y hermosa del mundo, con esa sonrisa traviesa y mirada juguetona, pero cuando se sentaba frente a un piano o estaba sentado con uno de sus tantos libros de partituras el mundo simplemente cambiaba su visión: Jihoon parecía lejano, inalcanzable.

Jeonghan siempre miraba a Jihoon cuando éste se metía en sus libros  de música,  parecía ido, en otro mundo, cerraba sus ojos y resoplaba cuando su vista se sentía cansada, cuando ya se sentía agotado decidiría que estar frente al piano de la escuela era un mejor plan para poder arreglar alguna que otra composición.

—Hyung. Llevas mucho tiempo mirándome. ¿Por qué?

El mayor de los dos sonrió, bajó su mirada algo apenado para luego escribir un par de palabras en su libreta.

"Pareces de otro mundo"

Leyó luego Jihoon. Levantó su vista de aquel escrito para mirar al remitente de esas palabras, aun sin cambiar su gesto, a pesar de que sus palabras lo hicieron sentir confundido. 

— ¿Cómo debo tomarme esas palabras, hyung? —Preguntó con tono calmado.

Jeonghan sonrió y tomó su libreta de vuelta para volver a escribir.

"Como un cumplido"

Jihoon sonrió. Bajó su mirada, volviendo a mirar su libro hasta que el toque de su amigo le avisó de que requería de su atención y entonces se percató de que le había escrito algo nuevamente.

"Tienes ese algo que encanta a las personas que te miran mientras te concentras en tu música."

El menor de los dos sintió sus mejillas arder por la vergüenza. Volvió su mirada hasta sus manos que tocaban el gran instrumento, podía sentir el calor de sus mejillas y el latir rápido de su corazón a causa de las palabras ajenas. 

—Ok, no sigas. Me estás avergonzando, hyung. 

Jeonghan siguió contemplando al menor, sonrió amplio, ver a un Jihoon sonrojado era una proeza que solo Seungcheol podía conseguir.

Bajó su mirada a sus propias manos para luego suspirar y volver a lo suyo.

Observó una de sus hoja en blanco y comenzó, el dibujo salió solo, tenía una buena inspiración frente a él tocando, miró a su amigo un par de veces para detallar su rostro, la postura de sus dedos, como se balanceaba su cuerpo mientras lo hacía, fue uno a uno, detalle por detalle y se lamentó el no haber traído consigo su caja con lápices de colores.

—Espero no me estés dibujando, hyung.

Las palabras dichas por el menor lo exaltaron, miró hacia el frente viendo a Jihoon ahí, parado, de brazos cruzado y frunciendo el ceño.

¿Cuándo había dejado de tocar?

....

Corto pero bonito. Este borrador lleva mucho tiempo guardado. No hice mucho cambio, pero pensé que era mejor subirlo a dejar que adquiera polvo y se sigan olvidando de que el escrito aun existe. 

De mi para tú.