PREFACIO

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Toda historia de amor mantiene en la memoria ese instante fugaz en el
que dos almas se cruzan por casualidad y sus corazones dan un vuelco repentino.

Lorena Franco

Jamás conocí a alguien que intentara quedarse en mi vida hasta que lo conocí a él

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Jamás conocí a alguien que intentara quedarse en mi vida hasta que lo conocí a él. Era extraño que se esforzara tanto por ser parte de ella, y eso me causaba pavor, porque si había algo a lo que le temía, era precisamente a que se fuera; como los años que se van volando y no podemos detener. Miedo a que se marchara luego de haber provocado estragos y una verdadera revolución en el universo de mis emociones, ese era mi mayor miedo. Porque solo una vez nos cruzamos con alguien que te hace sentir que eres un universo lleno de misterios que vale la pena descubrir, aunque la existencia se te escape de las manos explorando hasta el último rincón.

Sentada junto a él, con mi cabeza recostada en su hombro y la suya recostada en la mía, con mi brazo entrelazado al suyo, sin palabras de por medio, solo el sonido del bosque y las aves procurando hacer de aquello el más mágico de los recuerdos.

—Es mejor de lo que pude imaginarme —dije, cavilando en mis pensamientos.

Él parecía disfrutar del momento tanto como yo. Tenía la sensación de que guardaba con sigiloso cuidado cada detalle de aquel encuentro nuestro. Yo sabía que valía la pena correr el riesgo; sabía que no encontraría, ni buscando en otras vidas, a alguien semejante a él.

—Te quiero —dijo, y la preciosa laguna llamada Apoyo se movió de tal manera, como si concordara con un silencioso "sí" al escucharlo, y mi respiración se entrecortó.

Era uno de esos días en los que suplicas a Dios que se detenga el tiempo.

—También te quiero —respondí en un murmullo; mi voz tembló. Al oírme, el volcán Masaya despertó de su sueño y dio un retumbo feroz.

Al leer tantas historias de amor, creí con todo mi corazón que no eran más que eso: "historias"; sin embargo, ahora presenciaba una real. Nosotros dos la vivíamos en carne propia. Recordé mi primera decepción amorosa, lo mucho que dolió, pero si para poder llegar al día de hoy tuve que llorar, entonces, sin titubear, volvería a aquellos días para disfrutar del presente que tenemos en este instante.

"La CHICA DE LA MALA SUERTE" es el resultado de las historias de amor desastrosas que vivieron mis amigos, las calles de Nicaragua fueron testigo, formando el escenario perfecto; Fue un año difícil y parecía que todos tenían una especie de maldici...

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"La CHICA DE LA MALA SUERTE" es el resultado de las historias de amor desastrosas que vivieron mis amigos, las calles de Nicaragua fueron testigo, formando el escenario perfecto; Fue un año difícil y parecía que todos tenían una especie de maldición, la mala racha del amor perseguía sin dar tregua dejando a cada uno fuera de la jugada una y otra vez.

Al fin y al cabo, las risas fueron el remedio ideal para sanar las heridas y entender que, si pudiéramos regresar el tiempo, no cambiaríamos nada de las situaciones vividas, dejaríamos cada recuerdo tal y como sucedió, aunque fue duro descubrir que pueden romperte tanto hasta dejarte en pedazos. ¿Qué si dolió? ¡Por supuesto! Hasta lo más profundo del alma fue quebrantada, los huesos se rompieron junto al corazón, pero aprendimos una valiosa lección.

¡Puedes levantarte y resurgir de las cenizas!

The Unlucky girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora