Capitulo 3

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CAPITULO 3

- ¿Louis? – preguntó el hombre fuera del auto. Harry se sobresaltó. Le sonrió a Louis, este parecía más bien a gusto con todo esto. Trató de bajarse de las piernas de él con dificultad. Una vez sentado en el asiento copiloto, Louis abrió la puerta.

- Ah... no es cierto... - dijo con una gran sonrisa. Bajó del auto y abrazó con fuerza al hombre que lo acababa de saludar. – joder... estás más grande. – le dijo. Y sí, ahora tenía dos tatuajes más y había hecho ejercicio.

- Siempre he sido así, imbecil. – se abrazaron. Harry miró desde adentro del auto. - ¿se puede saber que haces aquí?

- ¿Nadie me ha extrañado en Kingston acaso? – Louis río.

- Vale sí, sí...como sea... y...- trató de observar quién seguía en el auto. - ¿es un amigo? – se volvió hacia Louis, brindándole una mirada cómplice. Louis negó con la cabeza mientras reía. Si tan solo supiera que Harry era más que eso.

Louis abrió la puerta de la Ford. Harry se volteó a verlo.

- Te quiero presentar a alguien... - le susurró con una bonita sonrisa. Harry salió del auto de inmediato. Quería ser atento. Diferente. ¿Louis había tenido otros novios? Bueno, él quería demostrar que podía ser algo más que solo eso. Louis lo vio rodear el auto, dirigiéndose a los dos – El es Harry.

- Un gusto... - este le cogió la mano, besándosela. Vaya. Louis era un maestro realmente. Lo admiraba de ciertas maneras. Sabía elegir a los hombres. Y Harry no era la excepción.

- Mi novio. – aclaró Louis. Con una oleada de celos en su cuerpo. Pequeño, pero la había. – Él es Nolan, un amigo

- Un gusto también. – le dijo Harry, de pronto sintió los brazos de Louis abrazarle la cintura, se volteó a mirarlo.

- ¿Y se quedaran un tiempo aquí? – preguntó Nolan.

- Sí, eso planeamos...

- Pensé que no vendrías más.

- Harry quería conocer... - lo volvió a apretar contra su cuerpo, el le dedicó una sonrisa.

- Sí...pero... - Nolan sonrió. Incomodo. – ya sabes... lo último que pasó no fue muy bueno y...

Louis endureció la mandíbula. Sintió la mirada de Harry sobre sus ojos. Buscando una respuesta. Una pequeña palabra proveniente de sus labios que le explicara que había pasado. ¿Qué era lo que el no sabía? ¿Y por qué no lo sabía? Y al ver que no obtendría respuesta de parte de Louis, intentó preguntárselo a Nolan.

- ¿Qué fue lo que pasó? – le preguntó.

- ¡Louis! – un hombre rubio y alto se apareció por detrás. Tenía un enorme dragón en su brazo derecho, tatuado hace más de cinco años. Su favorito. - ¿Qué haces aquí niño?

- ¿Niño? – saludó Louis. Se volteó para abrazar a Sam. – ¡joder has envejecido!

- No, es el ejercicio... me tiene así... - mostró sus bíceps. – Wow... ¿y quién es el?

- Harry, mucho gusto. – saludó el, estirando la mano.

- No, no... el gusto es mío bonito... - estrechó su mano. – no me digas que este campeón – palmeó el hombro de Louis. – Te tiene en sus redes...

- Sam... - murmuró Louis, algo avergonzado. Harry sonrió.

- Nunca escoges mal, eh. – Sam río. Los años lo habían hecho trizas. O al menos Louis lo recordaba diferente. Más vivo. De otra forma. El color de su cabello había cambiado, al igual que su voz y su aspecto.

- ¿Tienes idea si Liam está en casa? – preguntó Louis. – Me quedaré unos días en Kingston, pero él tiene las llaves...

- Lo he visto en la mañana. Seguro a de estar follando por ahí...

- Sam. – volvió a decirle Louis, esta vez incomodo por Harry. El soltó una pequeña risita. - ¿quieres decir que no está ahora?

- No, probablemente no... - negó él.

- Joder... - renegó Louis.

- Si viene por aquí le diré que has venido, ve y da una vuelta por ahí mientras regresa... Kingston es muy grande...

- Sí, tiene razón. – le dijo Harry. Con verdaderas ganas de conocer más. Louis observó sus labios. Le provocaba besárselos en ese mismo instante. No se podía creer lo increíble que era con él. Lo poco que le importaban sus defectos. Oh, vaya. Las ganas se hicieron más grandes. Una idea se le vino a la mente.

- Vale... - dijo, y sonrió al ver que Harry se contentaba. – iré por ahí y regreso en una hora, si vez a ese gilipollas por aquí... le dices que he venido y que quiero que se vaya de mi casa ¿está bien?

Secuestrado - Larry Stylinson - Segunda TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora