My New Second Life {BNHA X OC} [Finalizada]

Capítulo 4

Rudimental

Pocos días después de haber salido del hospital, una rubia despeinada caminaba por los amplios pasillos de su escuela, soltó un bostezo que cubrió con su mano mientras giraba en la esquina y no le sorprendió que una explosión viniera del primer salón a la izquierda. 

La rubia detuvo sus pasos mas no quitó ese rostro desanimado y con bajas energías. Observó como la puerta era abierta dando paso a que saliera todo el humo negro junto a dos sombras que se arrastraban por el suelo

—¡HATSUME!— Se quejó un hombre con una gran máscara, ese era su maestro para la clase de apoyo, la 1-H— ¡Dije que no pusiera ese circuito en-— Los regaños dejaron para después al ver una pálida chica parada cerca de la entrada del laboratorio— Anne-san ¡Haz vuelto!— El maestro caminó a paso seguro hacia su estudiante. 

—¡Anne-senpai!— Y aquí venía la responsable de la explosión, una pelirrosa muy alegre que le recuerda a su pesada hermana— ¡Senpai~!— Como si la pálida sabría cual era el siguiente movimiento, Anne abrió su palma y el montón de piezas metálicas junto con circuitos y demás salieron de la mochila y de manera inmediata se transformaron en una pistola electrificadora. 

Hatsume Mei quedó eletrocutada a pocos metros de la rubia pálida y su maestro, junto con una sonrisa boba. 

—Le tendré que pedir a Shinsou que la haga dormir— Se quejó el maestro al ver a su desastre de alumna— Es bueno tenerte de vuelta en el taller, Anne— La confianza que tenía maestro y alumna era de su amistad y el simple hecho que comparte hacia la pelirrosa que nuevamente se levantaba del suelo. 

Su amor/odio por ella. 

Anne se resignó a abrazar a la pelirrosa de ojos ocres, a fin de cuentas era su única amiga en ese lugar. 

—¡Senpai! La he extrañado demasiado, no tenía con quien compartir mis baby's— De lo que la pelirrubia había oído del pelinegro es que ya se venía el gran festival de Deportes en la academia.

—Sabes que estamos en el mismo curso, tonta Mei— La pelirrosa solo reía, pero en realidad ella admiraba mucho el trabajo que hacia la rubia pálida— ¿Cuántas veces va explotando ese prototipo?— Y normalmente ella supervisaba alguno que otro fallo en las invenciones de Mei. 

—Son las botas propulsores, las que utilizaré en el festival— Anne asintió y caminó hacia ya el destruido laboratorio el cual no le costó mucho regresarlo a la normalidad.

—¿Y si haces mochilas propulsores?— Habló la pálida con aquel gesto aburrido. 

Los ojos de la pelirrosa se abrieron al máximo junto a esa sonrisa cegadora, según Anne. Sabía que le había dado una mejor idea y como la amiga tonta que es, Mei corre a los brazos de la delgada protagonista. 

—¡Es la mejor senpai!— La rubia no le quedó de otra que soltar un suspiro lleno de fastidio.