Si la vida te diera la oportunidad de tener una nueva vida.
Sinceramente, ¿La tomarías?
💧
Anne es una chica que lastimosamente se encuentra enferma de gravedad, ella ya no podría volver a caminar y cree que está destinada a morir postrada en una ca...
Sus dedos terminaban por colocar las últimas palabras y el punto final. Sus brazos empujaron la silla un poco lejos de su escritorio, después las llevó hacia arriba mientras se estiraba y sus huesos de la espalda sonaron un poco adoloridos, pero no era nada que temer.
—Anne, ¿Acabaste tu trabajo?— Una mujer más adulta aparecía en el borde de la puerta con una sonrisa.
—Lisa te dejó pasar—Suspiró y dio una sonrisa ladeada—¿Es para cuidar a la traviesa Jenny?— La rubia de cabello corto y estiloso asintió— Eres demasiada transparente, Emily— La contraria rió.
—Sabes que es mi quinto aniversario con Elliot, será una noche especial— La mujer pasó y caminó hasta el escritorio de la más joven de cabello revoltoso y ondulado.
—Tampoco me cuentes tu vida—Dijo con algo de burla—Solo divierte Emily y no hagan otro niño— La mayor se ruborizó un poco.
—Que estás diciendo, Anne. ¿Desde cuando hablas como una mujer sabia?— Dijo con enojo fingido— Se supone que soy la mayor—Anne dio vuelta en su silla y se levantó para estirar las piernas. En el proceso dejó sus lentes en la madera oscura.
La chica de cabello largo ondulado y revoltoso se puso de espadas a su hermana, ella abrió las persianas de su oficina y apreció la vista de aquel sol brillante en un día de otoño.
—No lo sé, siento que he experimentado muchas cosas— Dijo con algo de nostalgia, no sabe, pero sus ojos comenzaron a picar y era ese síntoma para llorar.
—¿Acaso es otra linea de tu nuevo libro?— Anne negó sin regresar a ver a su hermana mayor—¿Entonces?— Anne quería hablar, pero prefirió callar. Solo soltó un suspiro.
Anne vio fijamente a su hermana que sigue siendo más alta que ella, sigue viéndose igual que cuando tenía 15 años. . . los años pasan volando.
—¿A que hora voy?— Dijo resignada de cuidar a la niña.
—No, ella está aquí—Y sin más la mayor fue hacia la puerta y supone la rubia ondulada que fue a ver a Jenny, le asombraba que no se haya roto nada de su recibidor. No pasó más de dos minutos, y una pequeña niña de cabellos negros y brillantes ojos verdes la veían.
—Tía Anne— La niña peinada en coletas corrió hacia la rubia. Y pues la mayor se puso a un costado para que la pequeña abrazara sus piernas.
—¿Y puede quedarse el fin de semana?— La rubia subió su mirada con el ceño fruncido—Por favor, Ann— Rogó la mayor.
—Van a... Solo usen protección y no tomes mucho. Lo digo en serio— Iba a mandarla al caño por encargar a la niña con ella mientras ella bien disfruta con su esposo.
Bueno, ella en verdad es feliz sin nadie a su lado, es más cómodo no pensar en nadie más que en ti, y claro, su familia.
—¿Para que es la protección?—Dijo la inocente niña, y claro Anne le iba a responder.
—Mira Jenny, cuando un hombre y una mujer van a tener- —Emily le interrumpió alzando su voz y la pequeña miró a su mamá haciendo gestos graciosos que la hicieron reír.
—Creo que era mejor dejarla con Luisa— Anne la escuchó y puso mala cara— ¡Es broma! Tú eres la mejor hermanita— Dijo con una risa nerviosa mientras tomaba su hombro con intenciones de irse.
—Ya puedes marcharte. Hey bichito, despídete— La pequeña se separó de las piernas de su tía y corrió hacia su madre y la besó en la mejilla— ¿Sus cosas?—Dijo Anne una vez que todas ellas salían de la oficina.
—En recepción— Ellas avanzaban por el pasillo— Gracias Anne— Emily la abrazó con cariño a su hermana menor, y finalmente salió por la puerta.
Todo quedó en silencio por un momento, Anne nuevamente estaba perdida en su mente y la pequeña...
—¡Tía!— Bajó la mirada— Tengo hambre— Anne suspiró y fue por sus cosas.
—Toma tu mochila y vamos a comer—La pequeña también fue en busca de ellas— Solo es un animal que come y duerme.
—¡Soy un animal inteligente!— Anne rió.
—Esa es mi sobrina—.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La noche cayó y un cuerpo se encontraba sentado frente al fuego de la chimenea eléctrica, el quemar leña era dañino para el medio ambiente, aunque eso no es relevante en esta novela. Anne se encontraba disfrutando de su primer libro mientras en la mesita pequeña tenía su copa de vino tinto.
La noche era fría y no había mejor entretenimiento leer su primer libro publicado, algo nostálgico al igual que sintió en la mañana. Cada palabra le robaba un suspiro y las ganas de llorar le hacía partir su corazón.
Llorar es algo repetitivo cuando comienza a pensar en su pasado, en su propia experiencia luego de superar su "incurable" enfermedad.
—Tía...— Anne regresó a ver a sus espaldas y observó a la niña con su pijama y una almohada bajo su brazito.
—¿Qué haces despierta? Son las 11 pm, deberías estar dormida— La pequeña ignoró a su tía y caminó hasta llegar al sofá y sentarse a su lado. Quería acurrucarse mientras escuchaba de su historia nuevamente.
—Quiero escucharla de nuevo— Señaló el libro delgado en manos, una "novela" ficticia como lo clasificaron los medios.
—¿De nuevo? Creo que ya te la sabes de memoria, bichito—Dijo Anne con gracia mientras viajaba al inicio de su historia.
—Es que me encanta— Las peticiones de la niña volvieron a llenar su corazón de calor.
Con gusto la mayor recorrió sus dedos hasta el prólogo y comenzó a leer con su apacible voz las líneas.
.
"Desde el pasillo del piso 2 de habitaciones del Hospital, se podía escuchar la animada conversación de dos chicas en medio de una culminante tarde, todo recalcaba que era algo de lo más importante. . ."