Regreso
El escenario era negro, no podía observa nada, Anne estaba en la nada. Solamente recuerda haber estado flotando en la mente de aquella inteligente chica quien llevaba su mismo nombre, pero que parecía que no le agradaba mucho.
"¿Dónde. . . estoy?" Lentamente comenzaba a llegarle varias imágenes de personas que parecía recoradar, en la mayoría veía a una mujer joven de cabellera pintada con un hermoso verde turquesa, algo que siempre quiso...
"Ella es. . . Emily, ella es mi hermana" Cada vez comenzaba a verse un punto brillante, a lo lejos y claramente quería acercase, por lo que caminó hacia ella. Era cálida.
"Ellos... son papá y mamá" Aunque no los viera mucho, recordaba como eran y eso la hacía un poco feliz. El punto se volvía más cerca y ahora tenía la forma de un túnel, ¿Acaso era la salida?
Sus pasos se detuvieron y claro, las manos a los costados de su cuerpo comenzaron a temblar ligeramente, pues un pensamiento fugaz atravesó su mente y le dio un escalofrío con solo pensar en la posibilidad.
"He muerto" El hecho que aquella luz sea cálida y agradable, no le quitaba que fuera algo peligroso, quería regresar. Sus pies dieron vuelta pero sintió que chocó con una pared transparente.
—¡No! ¡Déjenme regresar!—El miedo la invadió y comenzó a golpear con sus puños aquella transparente superficie—¡Quiero regresar! ¡Quiero regresar!— Las lágrimas bajaban por su piel, eran tan calientes que la quemaban, no quiere morir.
"Nada malo pasará" Una voz que bien conocía la detuvo, ella miró sorprendida a ambos lados. "Eres un poco tonta por pensar que moriste" Apagada, amargada y nada amistosa.
—¿Anne?— Una ligera risa se escuchó, pero luego una continua una fuerte tos que la preocupa— Dime que estás bien, ¿Estamos bien?— La tos se vuelve ruidosa y comienza a quemar su garganta aunque no esté tosiendo. Ella lo siente.
"Regresa" Dice como si le faltara aire "Regresa y no temas por la luz" Su voz sonaba ronca y decaída, débil.
—¿Qué pasará contigo?—
"¡Vete!" La pared transparente comenzó a empujarla hacia la luz que se volvía más y más grande. Anne regresó a ver con miedo a su destino, luego vio la pared y observó su reflejo, era su misma versión pero se veía enferma, sus ojos estaban enterrados en profundas ojeras, piel más pálida.
—¡Por favor no me alejes!— Ella recordó que si regresaba a su realidad, enfrentaría el dolor.
Ella no podría caminar de nuevo, observaría la lastimera mirada de su hermana mayor, sus padres la verían como un problema, el dolor de las agujas en sus venas hinchadas por tantos pinchazos. No quería volver a estar postrada en una camilla en donde sabe que morirá.
—¡No nos alejes!— La Anne amargada subió su mirada cansada, su rostro sudoroso denotaba que luchaba contra todo ese dolor que comenzaba a sentir.
"¡NO SOMOS LO MISMO!" A pesar que nunca se detuvo, sus ojos más sanos y su piel más cuidada miraba a la demacrada chica con poderes. "¡TÚ DEBES REGRESAR, MALDITA SEA!" Su mandíbula se apretó y tomó aire con dificultad "¡Ya estás curada! ¡Vete y no hagas sufrir a tus seres queridos!" El límite rozaba en sus desnudos tobillos y Anne se veía radiante, brillante, su piel no era pálida, sus mejillas tenían un tierno tono rojizo y sus ojeras disminuyeron.
—¿¡Pero que pasará contigo!?—Anne estaba preocupada por la chica amargada con su mismo nombre—¡¡¿Qué pasará con Emi?!! Aizawa, Hizashi, Nemuri— La amargada calló cansada al suelo, y la rubia quería ayudarla a levantarse, pero la pared transparente no la dejaba.
"Ese es mi problema... maldita sea" Los brazos estaban más delgados y temblaban con solo poner su cuerpo erguido de nuevo. "Yo... yo he visto todo tu sufrimiento, he visto tu dolor, y no tengo nada más que.... decirte que nada es real".
Un empujó más y Anne cayó hacia atrás, todo iluminado en tonalidades amarillentas, doradas y un montón de plumas blancas a sus alrededores. Olía a sus flores favoritas y todo era confortador. Sin embargo ella lloraba, lloraba y no sabía por qué.
Un rayo de sol se coló por la ventana y daba directamente al rostro de una muchacha de largos cabellos rubios ondulados pálidos. Su piel tiene vida, pero sus ojos se abren y dejan caer las lágrimas contenidas, aquella agua llega a rozar sus orejas y cae por su hombro desnudo.
No había máquinas conectadas, no había agujas en sus antebrazos o en sus pies. Se movió con cuidado que algún dolor punzante apareciera, pero no hubo ningún problema. Anne estaba sentada en la blanca camilla y miró todo lo que le rodeaba.
"Acaso no te mentí. . . eres igual de tonta que Mei" Anne subió sus manos a su lagrimentantes ojos, en verdad estaba viva y no tenía ningún dolor. Lloró silencionsamente, el hipeo no era tan fuerte. "Deja de llorar y... levántate" Cada vez la voz sonaba más rota y más alejada.
Anne no perdió tiempo y se movió en la cama hasta que sus pies desnudos tocaron el frío suelo de la baldosa blanca. El frío era confortante y un ligero cosquilleo le recorrió su cuerpo. Su vista se clavó en la ventana y aquella abertura de la cortina que daba esa ligera luz pálida.
Cada paso que daba, se sentía más feliz, confortable, cálido. Exactamente no había una palabra que describiera su situación. Su delgada mano subió a la cortina café, sus dedos sintieron aquel material, lo acarició como si volvía a reconocerlo como un nuevo descubrimiento.
Pero finalmente abrió aquella ventana y sus ojos verdosos apreciaron la libertad, podía caminar, podía sentir la calidez del sol en su cuerpo. Abrió el seguro con algo de dificultad pero logró empujarla y sintió el aire fresco de la mañana, una mañana de otoño.
"Terminó..." La voz no sonó más y Anne se alteró, sentía que algo dentro de ella la abandonaba y no deseaba que se marchara. Pero la puerta de su habitación se abrió con fuerza dejando ver una jadeante mujer joven, su cabello tenía los nacidos rubios y casi llegando a las puntas se mantenía ese color verde turquesa bastante difuminado.
Las palabras no salieron, Anne lloró y aquella mujer dio grandes pasos mientras abría sus brazos para acaparar todo el cuerpo delgado y algo débil. El llanto se intensificó para la mayor, temblaba mientras rodeaba a su hermanita nuevamente.
Estaba viva.
Estaba viva.
Estaba viva.
Estaba viva.
—Jamás.... jamás dudé en tí, Anne— Los ojos de la rubia pálida se abrieron pero las lágrimas no dejaron de caer, no pararon y su corazón latía con más fuerza.
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My New Second Life {BNHA X OC} [Finalizada]
FanfictionSi la vida te diera la oportunidad de tener una nueva vida. Sinceramente, ¿La tomarías? 💧 Anne es una chica que lastimosamente se encuentra enferma de gravedad, ella ya no podría volver a caminar y cree que está destinada a morir postrada en una ca...