-RIVALES- [DahMo] 《Adaptacion》

EXTRA #4

Kim Dahyun.

Dahyun estaba ligeramente arrepentida, ahora, en el vestidor de las animadoras.

¿Cómo terminó aceptando ser novia de JaeBum?

La respuesta era simple: apariencias.

El era un buen jugador de fútbol, lo había demostrado hace dos semanas al entrar al equipo. También era popular, todas querían salir con el.

Además, Dahyun era una animadora, era casi por un equilibrio social colocarse de novia con el. Era lo normal, lo correcto.

Pero se negaba a aceptar la razón más probable; decidió salir con él para sentirse bien consigo misma, que era como cualquier otra chica linda y popular.

Que no era aquella Kim DaHyun que le incomodaba, esa extraña chica con mariposas en el estómago y tontos pensamientos sobre Hirai Momo.

Esa Dahyun era anormal, no tenía sentido, nunca pensaba con claridad alrededor de la ojimarron y sentía extraños impulsos de agarrarla de la mano y entrelazar sus dedos, al verla en el pasillo.

La rubia prefería a la otra Dahyun, la normal, con preocupaciones tales como si recibiría un vestido para navidad o si los chicos la invitarían a salir, la cual era ella misma hace un año atrás, antes de conocer a aquella chica del demonio.

JaeBum era lo único que la mantenía cuerda, o la hacía sentirse así, que le gustaban los chicos.

Además, Dahyun era una animadora, era casi por un equilibrio social colocarse de novia con el. Era lo normal, lo correcto.

Nada más. Dahyun estaba segura, creía, de que era heterosexual. Claro.

Kim DaHyun aseguraba ser completamente heterosexual. (Ah okey 👌🏻 )

¿Lo que le sucedía? Posiblemente un lapsus....una incoherencia en su crecimiento adolescente.

Respiró profundo, se sentía más segura al anotar sus inseguridades en su diario. Y desde que Hirai apareció en su vida, vaya que había escrito.... varias páginas en el. (Osea, todo el diario)

-¡Por supuesto, chicas!-escuchó la voz de la amiga de la ojimarron, aquella que le caí tan mal, Somi.

Frunció el ceño, aún sin verla, irritándole su voz aunque no encontraba una razón exacta por la cual detestaba a la canadience.

La chica entró a los vestidores, despidiéndose de una amigas suyas antes de ir a su casillero. Hace pocas semanas que eran nuevas en el equipo pero llevaban una pequeña rivalidad, quien hacía mejores giros o quien dirigía los entrenamientos.

Dahyun casi siempre ganaba, debería de sentirse victoriosa al ver la mirada resentida que le daba la chica durante aquellos momentos.

Pero cualquier felicidad desaparecía al recordar que Somi era amiga de Momo, tenía derecho a sus sonrisas, a abrazarle, a pertenecer a la vida de la ojimarron.

Dahyun sentía envidia, y se enojaba muchísimo con ella misma por aquellos pensamientos absurdos.

Por ello detestaba a esta versión de Kim DaHyun, la verdadera no sentiría celos por semejante tontería.

La rubia sonrió con sorna, mientras terminaba de hacerse una cola de caballo.

-¿Lista para comer el polvo hoy, canadience?-cerró la puerta de su casillero, colocando las manos en su cadera con intención de intimidar.

Somi sonrió, pero con diversión, hizo lo mismo que la otra chica, ladeando la cabeza.

—Esa serás tú, plástico—le rectificó antes de darle un guiño y comenzar a caminar a la salida. —No llores cuando me toque dirigir el entrenamiento, Kim.