Lágrimas

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Normal, todo estaba normal. En la Corporación Capsule una mujer de cabello exóticamente azul terminaba de trabajar, un hombre de cabello rebelde y negro seguía entrenando, una chica de igual cabello que la mujer estaba en sus típicas y rutinarias compras, y por último, un joven de cabello lila se relajaba en la parte trasera de su inmensa casa.

–Trunks, no seas flojo y ayúdame a cocinar.

Gritaba la mujer de cabello exótico mientras corría hacia él.

– Claro mamá.

– ¡Bulma! –Gritó el hombre pelinegro recién salido de la capsula de entrenamiento– Necesito que construyas otra capsula más fuerte… Para no romperla tan fácilmente

– ¡Esta te la hice hace tres días Vegeta!

– No sirve para nada.

– Te la haré después de comprobar la maquina Interdimencional.


– ¿Interdimencional? –Pregunta el peli lila– ¿Para qué sirve?

– Si, es para poder ir a otras dimensiones. ¿Quieres probarlo? Claro, con la condición que tendrás anotar todo lo que veas.

– ¡Claro!

Luego de cocinar, comer y descansar, Trunks y Bulma se dirigen hacia la maquina Interdimencional la cual se veía pequeña y redonda con un ventanilla roja como para dos personas máximo. Como la capsula en la que vinieron Vegeta, Nappa, Radicks y Goku hace mucho tiempo. Sumergido en la nostalgia, el peli lila se adentra en este y listo para salir de la rutina, sonríe a su madre. Le confirma que tiene una diminuta capsulas como una pastilla y observa de lejos a su padre y mueve la mano en el aire de un lado a otro como signo de saludar/despedir, en este caso se despidió y su padre Vegeta se detiene a verlo por máximo unos 20 segundos y sigue con su camino.

– ¿Listo para ir? Ya te enseñe el diseño y como debes como debes construir otra en cualquier caso.

– Claro que si mamá, regresare dentro de 4 años máximo, te lo prometo. Adiós.

Trunks se despidió de su madre con un beso en la mejilla y le susurro que se despidiera por él con Bra, su hermana… Sin saber lo que le deparaba el futuro, sin saber que era probablemente la última vez que vería a su querida madre y su orgulloso padre, cerró la puerta.

– ¡No olvides anotar todo lo que veas allá! 
Sonríe por última vez, va y desapareciendo en forma de píxel por 10 segundos.

– Crece tan rápido.

Dice Bulma con la mano en el pecho y se voltea a ver a su esposo quien la observaba con la mirada fría y penetrante. Esta entiende la mirada y le dice que ya le hará su capsula de entrenamiento.

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Típico, típico y típico. Todo era rutinario, los mismos trabajos, los mismos miembros, el mismo peli rosa problemático, la misma peli roja mandona, el mismo peli negro nudista y la misma peli azul tímida. 

– ¡Laxus! –Grito el peli rosa cansado del silencio incomodo que había habitado en el lugar– ¡Pelea conmigo ahora!

– Olvídalo Natsu, sabes que no puedes ganarme –respondió un rubio con una cicatriz en forma de rayo en el ojo derecho–, lo único que logras es hacerme perder mi valioso tiempo.

– ¿Qué dijiste? ¡Te haré trizas! ¡¡ESTOY ENCENDIDO!!

Natsu trató de golpear a Laxus pero una castaña con abanico detuvo el golpe y el pelinegro se quito la ropa entrando con una patada voladora golpeando a Natsu quien grito su nombre revelando su identidad la cual es Gray, luego de ello ambos empezaron a golpearse y una rubia de nombre Lucy se reía mientras estaba con una chica peli gris, Mirajane, acompañada de su hermana Lissana quien animaba a su hermano Elfman que solo gritaba “¡Hombre! ¡Hombre!” y así todos comenzaron a pelear entre sí, haciendo parte de la rutina de cada día puesto que pelear era algo aún más típico del Gremio llamado Fairy Tail.

Luego de que se calmara el gremio, cierta peli azul fue a ver el tablero de trabajos luego de admirar a su amor Gray y ser ignorada por él, está decepcionada y en cierto modo cansada de perseguirlo.

FLASH BACK.

– Gray-sama, ¿Va a tomar un trabajo?

DRAGON TAILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora